viernes, 28 de junio de 2013

Ensalada de canónigos, aguacate, fresas y Parmesano


Hoy, viernes, toca algo sencillo, rápido y ligero, que el fin de semana se anuncia bastante calórico...
(Sí, es lo que tiene tener amigos a quienes les gusta comer, ¡que siempre quedas para comer! Y no precisamente light... :-) )

Para ir depurando el cuerpo, tomamos una ensalada, que aunque no sea precisamente poco calórica, tiene mucha fibra y vitaminas y nos ayuda a estar en forma.
Y dentro de lo que hay, siempre es menos calórico y más sano que un chorizo a la plancha, ¡jeje!

Hace tiempo ya, os comenté que quería probar esta ensalada que había publicado Begoña (Cocina para Urbanitas) porque tenía una pinta estupenda.
Pues ese día ha llegado.
Por supuesto, he hecho variaciones a la receta pero la idea de fondo es la misma.

Una vez más, dedico la receta a mi Rosi, que se va a hartar de ensaladas conmigo (la cansina gastronómica...)


Para participar, sólo tenéis que preparar una ensalada y publicarla antes del 26/07/13.
Pinchad aquí para más información.

Bueno, os cuento qué lleva esta ensaladita...

Ingredientes (1 persona):
1/3 de bolsa de canónigos
4 fresones
1/2 aguacate maduro
1 cs de Parmesano rallado
1 cs de almendras laminadas
aceite de oliva
vinagre de Módena
sal y pimienta

Receta:
Pon las almendras laminadas a tostar en una sartén. Cuando estén, apaga el fuego y pásalas a un platito para que pierdan el calor.
En un plato grande, pon una cama de canónigos
Reparte el aguacate laminado encima.
Lava los fresones, sécalos con un papel de cocina y corta 3 de ellos en dos.
Dispónlos encima de la ensalada.
En un cuenco, mezcla el aceite, el vinagre, la sal y la pimienta a tu gusto.
Pica el 4º fresón y échalo al aliño junto con las almendras.
Reparte el aliño encima de la ensalada.
Extiende un poco de Parmesano rallado y ¡ya está!

Listo para degustar con un vinito blanco bien frío.



¿Te apuntas a las ensaladas del verano?

¡Feliz finde!


miércoles, 26 de junio de 2013

Tarta mousse de fresas y cerezas


Hoy os traigo una receta dulce, ¡sí!
Hacía tiempo, ¿eh?

Se trata de una tarta-antojo que llevaba muchísimo tiempo queriendo preparar.
No os voy a engañar, la idea de fondo no es mía, se la vi a Davinia (Cupcakelosophy) en esta entrada, y ella la tenía copiada de Call me Cupcakes.

Aunque la misma tarta, no es.
Su tarta era un cheesecake helado con Oreo, probablemente deliciosísimo, pero que no es lo que os traigo. :-)
En mi caso, quería una tarta mousse, fría pero no congelada, y con galleta casera, de modo que la he adaptado para que fuera más sencilla y ajustada a mis gustos y capacidades.
Y bueno, ¡el resultado me ha encantado!

Aprovechando las últimas fresas de la temporada, estoy disfrutando de ellas antes de que ya no se vean por los mercados.
Éstas, concretamente, vienen del pueblo de mi chico, Palos de la Frontera, conocido por sus fresones tan ricos y sabrosos.

Como veis, esta tarta es muy mona, de dos colores, y se puede adaptar con otros frutos rojos, como frambuesas y arándanos. O incluso con otras frutas, como melocotones y albaricoques, por ejemplo.

El tamaño de la tarta es un poco "especial", es mini-mini.
He usado un molde desmontable de 12 cm de diámetro, pero basta con duplicar o triplicar las cantidades para un molde más grande.
Espero que os guste y os animéis a prepararla, seguro que os encanta...

Ingredientes:
Para la galleta:
4 Tbsp de harina
1 Tbsp de cacao puro
2 Tbsp de azúcar
30 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
1/2 Tbsp de agua

Para las mousses:
100 g de fresas
100 g de cerezas
1 caja de queso de untar light (250 g)
1 brick de nata (200 ml)
2 Tbsp de azúcar + otras 2 Tbsp
2 hojas de gelatina


Receta:
El día anterior o por la mañana temprano, prepara la galleta.
Mezcla la harina, el cacao, el azúcar, la mantequilla templada cortadas en dados y el agua con la mano.
Obtendrás una masa quebradiza.
Cubre el fondo de tu molde con un círculo de papel de horno recortado al mismo tamaño y extiende la masa de galleta encima (unos 5 mm de altura).
Recorta los trocitos de masa que sobren y desmenúzalos en un moldecito apto para el horno.
Cierra el molde desmontable con su aro y deja ambos moldes en el frigo una media hora.
Al cabo de este tiempo, precalienta el horno a 180 ºC.
Cuando esté bien caliente, hornea el fondo de galleta y los trocitos del otro molde a la vez durante unos 10-12 minutos. (No más, que se queda como una piedra).
Saca del horno y deja enfriar.

Ahora, prepara las capas de mousses.
Primero, mezcla con la batidora el queso y la nata junto con 2 Tbsp de azúcar.
Pasa esta mezcla a un cuenco, tápala con un film transparente directamente en contacto con la crema y pon en el congelador para que se enfríe bien.

Lava las frutas, quítales el pedúnculo a las fresas y el hueso a las cerezas.
En dos cazuelas distintas, pon a calentar por un lado las fresas con 1 Tbsp de azúcar y por el otro las cerezas con otra Tbsp de azúcar también.
Pon las hojas de gelatina a hidratarse en agua fría (por separado, en dos cuencos distintos).
Cuando estén calientes las frutas (tras unos 5 minutos burbujeando), apaga el fuego y agrega una hoja de gelatina en cada cazuela (una para las fresas y otra para las cerezas).
En la batidora, tritura las fresas y las cerezas por separado hasta obtener un puré.
Cuela cada puré para eliminar cualquier tropezón.
Saca la crema de nata y queso del congelador. Divídela en dos (un poco a ojo contando el nº de cucharadas) y reparte la mezcla entre los dos purés de fruta.

Para montar, tienes que preparar el molde.
Para ello, corta una tira de papel de horno de un ancho de dos veces y poco el alto del aro de tu molde.
Para forrar las paredes del molde y que no se mueva, lo puedes sellar frotando el borde de la tira con tu dedo mojado con un poco de aceite de girasol, los bordes de la tira se quedarán pegados.
Ahora, vuelca la mousse de cerezas primero. Agita un poco el molde horizontalmente para aplanar la superficie.
Esparce los trocitos de galleta de chocolate que eran los "sobrantes".
Cubre con la capa de mousse de fresas. Aplana con una cuchara.
Pasa al frigo al menos 2 h.
Luego, pasa al congelador otras 2 h para que se endurezca bien y se desmolde mejor.
OJO: hasta que no sepas cuando la vais a tomar, no la metas en el congelador porque no se tiene que congelar, es solo para que se endurezca.

A la hora de servir, deja la tarta fuera un rato para que no esté demasiado dura.
El tiempo de espera depende un poco del calor ambiente y del tamaño de la tarta: yo, para esta mini tarta, la deje 2 h en el congelador y entre que la desmoldé, la decoré con la fruta y le saqué las fotos, ya estaba lista para tomar.


¡Una tarta muy sabrosa, nada empalagosa y realmente deliciosa!



Si la queréis probar, daos prisa porque las fresas ya no van a durar mucho más... ;-)

¡Besos a tod@s!

lunes, 24 de junio de 2013

Calamares rellenos



Este mes por fin llego al Reto de Recetas de Tia Alia que nos propone cada mes nuestra querida Carmen.

En esta ocasión, he optado por la receta salada, los calamares rellenos.
He aprovechado una cena en casa con una amiga para probar la receta y debo decir que ha tenido mucho éxito, de modo que repetiré.

La receta que nos propusó Carmen era ésa:


La he modificado un poco a nuestros gustos y nos ha encantado tal y como ha quedado.
Así lo hice...

Ingredientes (2-3 personas):
2 calamares (pelados y preparados por tu pescadero)
1 cebolla
2 tomates muy grandes
1 lata/bote de pimientos del Piquillo
1 huevo duro
6 hojas de perejil
harina
sal y pimienta

Receta:
Lava bien los calamares. Quítales las patas y las aletas y pícalas.
Pela y pica la cebolla, sofríela en una sartén con un poco de aceite de oliva y un poco de sal.
Mientras, pica 6 pimientos del Piquillo.
Lava los tomates. Pica medio en daditos.
Cuando la cebolla esté pocha, añade los trozos de patas de calamar.
Tras 5 minutos, añade los daditos de pimientos y tomates.
Deja que se haga unos 5-10 minutos.
Aparta del fuego.
Pela el huevo y pícalo fino.
Lava y pica el perejil.
Añade el huevo duro y el perejil a la mezcla de cebolla/calamar/tomate/pimiento. Mezcla bien.
Rellena los calamares con esta mezcla. Ciérralos con un palillo de dientes.
En la batidora, tritura el tomate y medio restante junto con el resto de pimientos del Piquillo (con su jugo de la lata).
Pon esta salsa en la sarten a reducir a fuego alto con sal y pimenta.
Mientras, pasa los calamares por harina.
Tras 10 minutos, agrega los calamares a la salsa y baja un poco el fuego.
Deja que cueza unos 30-40 minutos (cuando la salsa haya quedado espesita):



Para cenar, estos dos calamares dan para 4 personas, sobre todo si lo servís con pan o arroz para acompañar con la salsa.


Os recomiendo ir a ver las demás participaciones en el blog de Carmen, es lo que haré yo. :-)

¡Besos a tod@s!

miércoles, 19 de junio de 2013

Ensalada de hojas tiernas con cerezas, queso azul, higos y almendras


Como muchos ya sabéis, nuestra querida Rosi está recopilando recetas de ensaladas veraniegas bajo el lema "Pon una ensalada en tu verano".
Ya nos ha ido proponiendo varias recetas y yo me he propuesto ayudarla, y así de paso, mantengo a raya la dieta primaveral... :-D


Es hasta el 26 de julio así que tenéis tiempo de sobra para participar.


Hace aproximadamente 1 año, os presentaba una receta deliciosa de uno de mis libros de cocina española favoritos, Cocina tradicional española de Pizarro: esta ensalada de cerezas, jamón serrano y queso de cabra.

Y de nuevo, este año, os traigo una ensalada muy interesante con cerezas, ahora con higos, porque no me canso de añadir fruta a las ensaladas.
Aportan frescor, a veces acidez, otras veces dulzor, todo lo que me gusta encontrar en una ensalada cuando hace calor...

Además, jugamos con el toque agrio de las alcachofas en vinagre y la fuerza del queso azul.
Y si a eso añadimos unas almendras mallorquinas, no se puede pedir más...

Bueno, sí, un tintito de verano con limón, la playa, la piscina, un masaje, vacaciones...
Vale, vale, paro, ¡que ya lo hemos pillado! :-)

En fin, a falta de todo aquello, comemos rico y sabroso en plena operación bikini.

¡Que os aproveche!

Ingredientes (2 personas):
1/2 bolsa de brotes tiernos
1 docena de cerezas
2 lonchas gruesas de queso azul (en este caso, Roquefort)
1 bote de corazones de alcachofas en vinagre
1 breva grande
1 puñado de almendras
(brotes germinados de cebollino)
aceite de oliva
vinagre de Modena
sal y pimienta

Receta:
Reparte los brotes tiernos entre dos platos.
Lava y deshuesa las cerezas.
Pasa los corazones de alcachofas escurridos por agua fría para quitarles un poco de acidez.
Lava las brevas y córtalas en 4 gajos.
Corta el queso azul en dados.
Reparte estos ingredientes entre los dos platos para que queden equilibrados y bonitos.
Puedes decorar con brotes germinados de cebollino si quieres.
Aliña y salpimienta al gusto y ¡a comer!


Me encantan las alcachofas, parecen rosas...






lunes, 17 de junio de 2013

Ceviche


El otro día cuando vi esta receta de Rosi de lasaña fría de ceviche de lubina, se me antojó preparar un ceviche bueno.
Con el calor que hace, yo, apenas puedo comer, se me cierra el estómago, así que necesito platos fresquitos para refrescarme y sobre todo para poder comer algo que me aguante en el cuerpo.

Como quería ser un poco fiel a la receta "original", me puse a investigar y encontré este enlace de consejos de chefs peruanos que me ha sido muy útil, os recomiendo leerlo.

Y nada, el resultado es el que os traigo.
Me ha encantado y repetiré, ¡y mucho!

Ingredientes (1 persona):
1 lubina (los dos filetes)
1/2 cc de pasta de ají amarillo
el zumo de 3 limas
1/2 cebolla roja (o chalota, en su defecto)
sal fina

Para acompañar:
3 tomates cherry
1 cc de cilantro fresco picado
brotes germinados de cebollino

Receta:
Cuando compres el pescado, pídele a tu pescadero que te saque los filetes limpios, será mucho más fácil para ti.
En una tabla, pon los filetes de lubina y ve quitándoles la piel pasando un cuchillo muy afilado casi pegado a la tabla:
Da un corte longitudinal en medio de cada filete para quitarles la espina central.
Trocea el pescado a daditos. Ponlo en un cuenco y mantén en el congelador para que esté bien frío.
Mientras, prepara el aliño; saca el zumo de las limas estrujándolas y colando el zumo, pica la cebolla/chalota muy fino, corta los tomates cherry en rodajitas y lava y pica el cilantro.
Mezcla 1/2 cc de pasta de ají amarillo (o menos si el picante no el lo tuyo) con el zumo de lima.
Agrega el cebolla/chalota picada.
Saca el pescado del congelador. Sálalo generosamente.
Mezcla el pescado con la preparación de lima/ají/cebolla.
Deja que el pescado se haga con el aliño unos 10 minutos en el frigo (no más, que si no, se vuelve chicle).

Para montar el plato, alterna pescado y rodajas de tomate, espolvorea con cilantro picado, cubre con unos brotes germinados y decora con unas rodajas de lima. Rocía con el aliño.



Y ¡tachán!


Un plato ligero, sabroso y fácil de preparar.
Y con lo que queda del enoooorme manojo de cilantro, podemos preparar unas patatas con mojo verde, ¡que saben a gloria!


miércoles, 12 de junio de 2013

Ravioli de pesto de salvia con salsa de tomate


Como habréis visto, hace unas semanas, preparé unos tallarines de zanahoria con pesto de salvia, una salsa deliciosa de la que me sobró mucho.

Unos días antes, al ver mi participación en su concurso, Paula (Con las zarpas en la masa), me comentó que se iba a organizar un Día de la pasta fresca el 12 de junio y me animaba a participar.
De modo que decidí hacerle caso.

Inspirada por nuestra querida Clara (MasterChef), pensé que podía ser interesante invertir los ingredientes de los ravioli, y aquí tenéis mi aportación: unos ravioli de pesto de salvia con salsa de tomate.

Logo diseñado por Carmen (Recetas de Tía Alia)

He de decir que estaba preocupada por el resultado y no sabía si iba a poder publicar la receta o no.
Pero ahora que la he probado, os digo con total confianza que ¡está requeterica y os animo a probarla!

OJO, es muy importante que el pesto no tenga demasiado aceite, por lo que tenéis que usar la base del pesto, la pasta cremosa inicial antes de añadirle más aceite, porque si no, si os pueden abrir los ravioli durante la cocción.

Y para los que le tenéis miedo a la pasta fresca, ¡no temáis!
Yo era como vosotros, le tenía mucho respecto pero resulta que ahora que he probado hacerla, ¡me parece de lo más fácil!!

A ver qué os parece...

Ingredientes (4 personas):
Para la salsa de tomate:
800 g de tomates maduros (preferiblemente pera)
1 cebolla
aceite de oliva
sal y pimienta

Para la pasta:
200 g de harina
2 huevos M
pesto de salvia seco (la crema/pasta que obtienes antes de añadir el aceite, receta aquí)
queso Parmesano para acompañar

Receta:
Como la salsa tendrá que reducir, empieza por ella.
Pela y pica la cebolla, ponla a pochar en un poco de aceite con una pizca de sal en una cazuela.
Mientras, lava los tomates, quítales el troncho y tritúralos muy bien con la batidora.
Agrega la cebolla pochada al tomate triturado, tritura todo junto de nuevo hasta obtener una salsa fina y vuelve a pasar a la cazuela para que reduzca a fuego bajito mientras preparas la pasta.
No olvides salpimentar al gusto.

Ahora, en una fuente, forma un volcán con la harina.
Casca los huevos en el medio y empieza a mezclar con un tenedor.
Cuando se haya incorporado, amasa con la mano hasta obtener una bola homogénea.
Entonces lávate bien las manos para quitarte los pegotes y amasa un minuto más en la encimera enharinada.
Vuelve a enharinar bien la encimera y estira la masa con el rodillo hasta obtener un grosor de 1 mm como mucho, así como una forma más o menos rectangular.
Cuidado, acuérdate de comprobar que la encimera está siempre enharinada para que no se pegue la masa al estirarla.
Cuando esté estirada, pon agua a hervir con una pizca de sal.
Sobre la lámina de masa, dispón varias bolitas (como 1/2 cc) de pesto en fila a lo largo del borde y dobla la lámina de masa encima. (Hay quien pinta la masa por dentro con huevo batido para que se selle bien al cerrarla, yo no lo he hecho nunca).
Con los dedos, marca bien las separaciones entre cada raviolo y recórtalos con un cortador (yo uso una ruedecilla rizada). Ponlos encima de un paño limpio mientras preparas el resto.
Sigue hasta terminar con la masa.
Cuando hierva el agua, ve cociendo los ravioli por tandas.
Cuando van subiendo a la superficie, cuenta como un minuto y apártalos con una espumadera.
Para emplatar, dispón un cucharón de salsa de tomate en un plato hondo, unos cuantos ravioli y esparce queso rallado encima.


¡Un plato sano, equilibrado y delicioso!


¡Espero que disfrutéis del día de la pasta y aprovechéis para tomaros un buen plato hoy mismo!

¡Besotes a tod@s!

lunes, 10 de junio de 2013

Bizcocho de chorizo, aceitunas verdes y pimiento del piquillo


Hoy que ha vuelto el sol en Madrid (como no, el lunes, cuando hay que volver a trabajar...), ¿qué os parece si pasamos de preparar una comida y nos vamos de picnic?

Cogemos la manta y comemos en el parque, al solito.
O incluso en casa, se pone la mesa en la terraza y hacemos comida de picoteo.
Es una buena manera de cambiar las costumbres y hacer que los lunes sean menos lunes, ¿no os parece?

A mí me encantan los picnics.
Y una de las opciones que más me gustan para las comidas al aire libre son los cakes salados.
Creo que son una opción ideal para comer sano y rico, además de ser muy cómodos tanto a la hora de transportarlos como de comerlos.
Eso y la tortilla son los platos estrella de mis picnics.

Este bizcocho que os traigo hoy es una receta de Ivana que vi en su blog, My Little Things.
En cuanto lo vi supe que lo iba a preparar, ¡parecía tan rico!

No le hice casi ninguna adaptación así que no os voy a poner la receta por aquí, así vais a verla en su blog. ;-)

Simplemente deciros que yo usé 3 pimientos del piquillo en vez del pimiento morrón.
Le quité todos los trozos gordos de tocino al chorizo a la hora de cortarlo.
La cantidad de aceitunas que pone son como 15 aceitunas deshuesadas.
Mi molde es de 8 x 17 cm y lo tuve en el horno 35 minutos.

Con eso, tenéis la receta ideal para vuestro picnic, ya sea hoy o este fin de semana...



Y si os sabe a poco, os dejo el enlace a otros tres bizcochos salados que preparé hace tiempo:



Espero que probéis alguno para ir de picnic, veréis como desaparecen en un abrir y cerrar de ojos...

¡Feliz lunes a tod@s!

sábado, 8 de junio de 2013

Gastrobaleares 2013



Después de una semana de locura, por fin os traigo mis crónicas de la quedada mallorquina Gastrobaleares 2013, ¡sííí!

Quiero contaros tantas cosas que seguro que me olivdaré de la mitad...
Pero no pasa nada, mis compañeros baleares están aquí para compensarlo. :-)

Todo empezó a finales de abril, cuando, hablando con Rosi (Sugg-r), me enteré de la quedada mallorquina que estaba organizando Manu Catman, apoyado por varios blogueros, entre los cuales María José (Dit i fet).
Con mono de quedada y muchas ganas de conocer a este solete que es Rosi, ¡ni me lo pensé!
En dos o tres días, ya estaba apuntada y preparada para descubrir Mallorca y conocer a muchos blogueros fantásticos, además de volver a ver a Juana y Caty, a quienes ya conocía en persona.

Como os imagináis, al igual que todas en las quedadas blogueras, nos lo pasamos en grande, con muchas risas y buen rollo, además de disfrutar de una gastronomía espectacular...

El viernes 31 cogía el avión en Madrid, tempranito y con un sol precioso, lista para pasar un fin de semana intenso.


Tras una horita de vuelo, llegué a Palma más feliz que una perdiz.
Por la mañana, había quedado con Caty y Juana a tomar un café y, entre una cosa y otra, ¡echamos toda la mañana juntas!


Me llevaron al Cappuccino a desayunar, un sitio precioso en la calle San Miguel.


Y, como no, fuimos directas al Mercado del Olivar, para que me enseñaran este fantástico sitio. Me encantó...

Mercado del Olivar con Juanita

Allí probé los albaricoques de Porreres, que no conocía, gracias a Caty que me regaló unos cuantos.
¡Estaban deliciosos!


De ahí paseé por el centro, donde visité el Museo Fundación Juan March, y luego fuimos a comer con Rosi por el paseo marítimo.

Plaza Mayor de Palma
Luego por la tarde, fuimos hasta Valdemossa, un pueblo precioso de Mallorca donde vivió Chopin durante un tiempo.

Valdemossa
Paramos en el Mirador de Na Foradada a disfrutar del sol y de las maravillosas vistas.


Y nos fuimos de vuelta con el coche a casa de Rosi pasando por los pueblos de Deiá y Soller, para que pudiera verlos.


Por la noche, cenamos en un restaurante precioso, de cocina mallorquina, con su marido y su pequeñín, que creía que eramos hermanas, ¡jeje! ¡Qué monísimo es!!

Y al día siguiente...

Habíamos quedado a las 10 h en la lonja de Palma y, tras unas presentaciones y la entrega de un dossier súper currado con un pin chulísimo de recuerdo, empezamos el día con una visita guiada del centro de Palma, encabezada por nuestra maravillosa guía Joana.


Pasamos por el Palacio Almudaina, sus jardines y la Catedral,
Entramos a visitarla y disfrutar de sus preciosas vidrieras, así como de las obras de Gaudí y Barceló, una preciosidad...
Al salir paramos un momento el tiempo de que Manu hiciera la entrevista con la TV mallorquina IB3, y seguimos con el Ayuntamiento y la Can Forteza-Rey.

Terminamos en la Plaza Mayor, donde compartimos una coca de anís sabrosa que había comprado Manu, antes de dirigirnos a María de la Salud a por nuestra primera degustación. 




Entonces llegamos a la fábrica de Embutidos Matas, en María de la Salud, donde todo estaba preparado para nosotros.


Tras degustar los deliciosos embutidos (con pan, tomate, almendras de Mallorca, aceitunas...), acompañados de su vino y otras bebidas, nos sirvieron una riquísima ensaimada de Carnaval, ¡que me encantó!


A continuación, Marga (Manzana y Canela) nos había preparado "Cakeporks", unas cakepops monísimas con forma de cerditos mallorquines que, tras una sesión fotográfica en condiciones, ¡volaron sin decir ni "oing"! :-)


Y llegó la hora de visitar el secadero de embutidos, donde aprendimos muchas cosas muy interesantes sobre la sobrasada.



Nos recibieron como reyes y allí seguimos sentados en su terraza, charlando al sol con un cafelito y licor de hierbas para los más atrevidos.
Por supuesto, nuestros blogueros twitteros movieron sus deditos a tope y, tras una orgía de moras salvajes, cogimos el coche en caravana hasta Son Prim.

Bueeeeno, en caravana al principio, hasta que nos "desviamos" y perdimos el rumbo.
Nos retrasamos un poco, hicimos "turismo de ventanilla" por Mallorca y, como dije en su día, si no me hubieran dicho nada, ni me hubiera dado cuenta de que no íbamos por buen camino. :-)

En todo caso, este desvío me permitió descubrir la isla, sus paisajes preciosos, verdes y rocosos, salpicados de campos de trigo iluminados por el sol de la tarde, ¡belleza pura!
Me sentía como en un anuncio de Casatarradellas... :-)

Cuando llegamos, ya había empezado la visita pero nos acoplamos y allí no había pasado nada...



Después de una explicación sobre vides y cultivo, entramos a degustar los vinos del celler.



Sacamos fotos sin parar y nos hicimos un retrato de grupo con el campo de fondo:

Foto de grupo en Son Prim (Manu Catman)



Bajo un sol suave y, esta vez, junto con los demás, salimos hacia el Celler de Santi Taura en Llosetí.

En este ambiente precioso que conjuga tradición y modernidad, disfrutamos de una cena fantástica...

Antes de empezar, tres de los blogueros nos presentaron sus libros, todos muy distintos e interesantes:


Luego, el mismo Santi Taura nos detalló el menú que nos esperaba, con todo lujo de detalles.


Pimiento relleno con arroz meloso de pescado y alioli suave gratinado
Granada de judías verdes con su salsa de tomate
Bacalao con patatas confitadas

Paletilla de cordero lechal rellena con carne, frutos secos y mollejas
Brazo de gitano de yema con manjar blanco y reducción de palo
Como os comenté, una VELAda exquisita, en la que me reí hasta llorar...


Y con la cabeza llena de recuerdos y la maleta llena de sorpresas, cogí el avión de vuelta el domingo a primera hora.
Nada más entrar en el avión pillé el Última Hora y me puse a hojearlo en busca "DEL" artículo.
Y allí estaba, con nuestra foto frente a la Lonja de Palma:


Y ya en Madrid, al llegar a casa, disfrutamos de un desayuno mallorquín total, con albaricoques de Porreres y una ensaimada de cabello de ángel comprada unas horas antes en Mallorca.
Un auténtico lujo, ¿verdad?


Para que podáis cotillear más, os dejo los enlaces de los otros blogs participantes (espero no olvidar a nadie), de los cuales muchos ya han publicado sus crónicas:

Y desde aquí quiero agradecer a todos los blogueros participantes, que me hicieron pasar un momento fantástico, con los que me reí hasta que me doliera la tripa y que me hicieron sentir como en casa...

¡Miles de gracias a Rosi por acogerme, llevarme a todos estos sitios tan bonitos, invitarme y por los detallitos típicos que me encantaron!!!
Gracias a Joana por su visita guiada tan amena y detallada, y por permitirme entrar en la Seu, que probablemente no hubiera visto de no llegar a ser por ella...
Gracias a Marga y Paquita por traducirme todo lo que no entendía en mallorquín.
¡Y gracias a Manu, María José, y todos los organizadores por hacer que este momento fuera tan especial!

Ah, y ¡gracias a Phillips por inventar velas con pilas autorecargables y apagado manual, sois lo másss!!! :-D

¡A por el próximo Gastrobaleares!!!