Mostrando entradas con la etiqueta Dulces. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dulces. Mostrar todas las entradas

miércoles, 16 de junio de 2021

Bundt cake charlotte de fresas

 

La receta de hoy es una receta muy especial para mí...

El pasado 30 de mayo fue el día de la madre en Francia, y la charlotte es uno de los postres favoritos de la mía. Para este día tan señalado, mi hermana le preparó a mi madre una charlotte de fresas, saltándose las restricciones de su diabetes por un día, y me recordó a mí esta receta tan maravillosa y tan sencilla, que se puede hacer todo el año, incluso tirando de fruta enlatada. Es un postre muy socorrido, fácil, y asequible para cualquier principiante en la cocina, con un resultado muy vistoso.


La forma del molde puede ser redonda, cuadrada, rectangular, con o sin agujero en el centro, siempre queda una tarta preciosa y bien rica.

Recuerdo, de pequeña, ver a mi madre preparar la charlotte en casa en un molde especial que usaba ella, que había comprado en una de estas reuniones de Tupperwaere que acogía en casa de vez en cuando, y le quedaba realmente impresionante. Era concretamente éste, pero en aquel entonces lo producían en blanco con tapitas transparentes. Me encantaba este molde... En los 90, estaba muy de moda usar moldes preformados para pasteles dulces y salados, y causaban sensación cuando se ponían en la mesa. Hoy se diría que es viejuno, pero yo lo recuerdo con mucho cariño. (Sí, mi obsesión por lo molde bonitos empezó muy joven, jeje...).



La charlotte es básicamente una tarta de bizcochos de soletilla ("boudoirs") empapados por fuera, con relleno de crema/nata y fruta. Teniendo esto en cuenta, se pueden hacer miles de variaciones, cambiando sabores y tipos de cremas.

El relleno puede ser incluso de crema pastelera o de ganache de chocolate, pero el más típico suele ser de nata endulzada montada bien firme (Chantilly). En esta ocasión, yo he optado por una crema que descubrí hace unos meses y que me tiene enamorada, por su sencillez, rapidez, sabor y textura firme y sedosa: la Camy Cream.

En cuanto a la fruta, siendo temporada de fresas, y teniendo en casa una deliciosa mermelada de fresas, arándanos y lavanda, he elegido hacerla así, pero se puede perfectamente usar cualquier fruta que no suelte mucho jugo. De hecho, usando melocotones o piña en almíbar, queda riquísima.

Ya tenía publicada una charlotte en el blog, que fue la tarta que elegí para el primer cumple de este blog, pero nunca la había preparado en uno de mis preciosos moldes para bundt cakes. Para esta versión, como guiño a la charlotte que hacía mi madre en su molde de Tupperwaere, he usado el molde Elegant Party de Nordic Ware, y no podéis negar que queda aún más vistosa... *_*

Os aviso de que es muy adictiva, y que, siendo 2 en casa, toda esta tarta que veis en las fotos, nos la zampamos entre los 2 en menos de 24h, ahí lo dejo...


Ingredientes (para un molde 10 cups):

250 g de bizcochitos de soletilla (2 cajas, 44 unidades)

2 vasos de leche*

500 g de mascarpone (muy frío)

250 g de nata para montar (mín. 32% materia grasa) (muy fría)

170 g de leche condensada (muy fría)

4 cucharadas de mermelada de fresa (en mi caso, casera de fresa y arándanos con lavanda)

2 o 3 fresas picaditas a daditos.


* o zumo de frutos rojos o el almíbar de la lata, en caso de fruta enlatada (se le puede añadir un chorrito de licor)


Receta:

Primero, prepara el relleno de crema.

Para ello, monta la nata con varillas y reserva en el frigo. Luego, bate el mascarpone con la leche condensada hasta integrar perfectamente, y agrega la nata en 2 o 3 tandas, incorporando suavemente en movimientos envolventes con una espátula.

Reserva en el frigo.

Ahora, ponte con la capa exterior de bizcochitos.

Prepara un plato hondo, pon la leche (necesitarás aproximadamente 2 vasos), o lo que quieras usar para empapar los bizcochitos (leche + almíbar o licor, sólo almíbar diluido con más agua, café sólo o con leche, cacao, té con o sin leche, etc.). Ve empapando los bizcochitos uno por uno en este líquido (dale 4 vueltas rápidas, no deben quedar demasiado blandos ni empapados, si no, luego soltará el excedente de jugo). Para que te hagas una idea, los bizcochitos deben seguir un poco firmes cuando los pongas en el molde, para no desmoronarse y seguir derechos mientras echas el relleno luego.

El molde no debe de ser engrasado, los bizcochos se disponen forrando directamente las paredes una vez empapados.

En este molde, que tiene una ligera curva, lo que hice fue dar una primera vuelta de bizcochitos cubriendo la pared exterior, y al terminar esta primera vuelta, presioné ligeramente cada bizcochito para ajustarlo a la curva del molde (los bizcochos van absorbiendo el líquido en el tiempo de dar la primera vuelta y se ponen más blandos, así que se doblan sin romperse tras este ratito).


Luego, hice lo mismo con la pared interior, dando una vuelta y presionando al terminar la vuelta. Intenta no dejar huecos grandes entre los bizcochos y juntarlos al máximo posible para no dejar al descubierto el relleno una vez desmoldado el pastel.

A continuación, rellena el interior hasta la mitad de altura con el relleno que tenías reservado en el frigo, con la ayuda de una cuchara sopera, tratando de presionar hacia el fondo y hacia las paredes, para no dejar ningún hueco sin rellenar. Con esta misma cuchara, forma un pequeño canal en el centro de la crema, para echar allí la mermelada y las fresas troceadas.

 

 

Cubre con el resto de crema, presionando para no dejar hueco.

(Si usas otra fruta y no usas mermelada, puedes simplemente ir alternando capas de crema y fruta picada, sin más).

Termina con una última capa de bizcochitos empapados. (No importa si no queda bonito, porque al darle la vuelta, no se verá).

 

Deja reposar tapado (con film o un lato bocabajo) en el frigo mínimo 2 horas, pero si lo hacéis de un día para otro, mejor.

Para desmoldar, basta con darle la vuelta sobre un plato, cae por su propio peso con mucha facilidad.

Por supuesto, al llevar nata, mascarpone y fruta fresca, se debe conservar en el frigorífico y no puede permanecer mucho tiempo a temperatura ambiente. Es mejor desmoldar y servir.

Ahora, sólo queda disfrutar de esta delicia...

Como véis, yo decoré un lado con un poco de mermelada y fresas frescas con azúcar glace, pero es totalmente opcional.

Os dejo babeando, y yo me voy a preparar más recetas fresquitas, que el verano está al caer...

Si os animáis, decidme qué os ha parecido.


viernes, 23 de abril de 2021

Bundt cake de mango y coco con glaseado de lima


Hoy os traigo un bundt cake con toques tropicales, súper tierno y esponjoso...
Si os van estos sabores, lo tenéis que probar, os va a enamorar, ¡palabrita!

Últimamente, me ha dado por hacer los bundt cakes con leches vegetales y sin lácteos, para tener algo de repertorio cuando vienen a casa intolerantes o alérgicos a la lactosa, que cada vez conozco a más gente en esta situación.
También estoy probando meter mermeladas en la masa, disminuyendo la cantidad de azúcar proporcionalmente, y la verdad es que me están encantando los resultados.
Al meter fruta, aporta mucha jugosidad, y compensa la falta de densidad que podría tener el bizcocho por sustituir la mantequilla por aceite.
Eso sin hablar de las posibilidades muy amplias que da el poder usar conservas de fruta, pudiendo cocinar todo el año con fruta que no es de temporada, claro.


En esta ocasión, tenía mucho coco rallado en casa, y tras probar varias recetas (incluidos estos deliciosos muffins de mi Rosilet, que recomiendo muchísimo), pensé que la mezcla mango coco sería un acierto, ¡y qué acierto!
Se notan ambos sabores de forma muy equilibrada, ni el uno tapa el otro, ambos se notan por igual.
Y si añades el glaseado de lima, ya se hace adictivo, de verdad...

 

Creo que esta imagen habla por si misma, ¿no?
Mirad qué esponjoso, menuda tentación...


Yo no digo más, allá vosotros si queréis resistiros y vivir sin probar esta delicia...
;-)


Ingredientes (para un molde 5-6 cups):

Para el bizcocho:
150 g de aceite de girasol (u otro aceite vegetal suave)
100 g de azúcar blanco (se puede usar cualquier azúcar pero el blanco dejará el color más claro)
2 huevos camperos
150 g de harina corriente
100 g de coco seco rallado
1 c.café (5 g) de levadura química (tipo Royal)
1/2 c.café (2 g) de sal fina
200 g de leche de coco
165 g de mermelada de mango (he usado marca Hero "natural")

Para la cobertura:
30 g de zumo de lima
150 g de azúcar glace
la ralladura de la lima
20 g de copos de coco tostados*

*Yo prefiero comprar los copos sin tostar y tostarlos en la sarten  cuando lo necesite, pero es al gusto. No los dejes crudos para decorar porque se ablandarían con el paso del tiempo.



Receta:

Primero, empieza por preparar todos los ingredientes:
Pésalos todos y deja que se atemperen (sobre todo los huevos).
Mezcla los ingredientes secos en un bol: harina, coco seco rallado, levadura y sal.

Ahora, pon el horno a precalentar a 180 ºC, calor arriba y abajo y engrasa y enharina tu molde (o echa el spray desmoldante - en caso del spray desmoldante, se puede echar justo antes de verter la masa en el molde).

En una fuente grande (o el bol de tu robot de cocina), bate el aceite con el azúcar y los huevos, empezando bajito hasta incorporar y luego subiendo a velocidad más alta hasta que espume, tardará unos 3 minutos.


Baja la velocidad y añade 1/3 parte de la mezcla de ingredientes secos.

Cuando esté incorporada, agrega la mermelada de mango.

Baja la velocidad y añade otra 1/3 parte de la mezcla de ingredientes secos.

Cuando esté incorporada, agrega la leche de coco.

Cuando esté incorporada, añade el resto de la mezcla de ingredientes secos.

Una vez todo bien integrado, apaga la batidora y comprueba que todo esté bien repartido mezclando un poco a mano con una espátula o cuchara.

Vierte la masa en el molde engrasado.

Pon un trapo doblado en la encimera y golpea el molde contra ella para repartir bien la masa y evitar que se cuelen burbujas de aire dentro del bizcocho.

Hornea el bizcocho a 180 ºC durante unos 25-30 minutos (comprueba la cocción pinchando con un palito).

Al cabo de este tiempo, saca el molde del horno y deja enfriar unos 15 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar.

Para asegurarte de que está listo para desmoldar, tienes que mover el molde horizontalmente, si ves que el bizcocho se despega de las paredes del molde, está listo para darle la vuelta. En todo caso, verás cómo encoge el bizcocho y se despega él solo del molde.

Tras estos 15 minutos, desmóldalo sobre la rejilla.

Deja el bizcocho enfriar totalmente antes de ponerle la cobertura. Si no la vas a poner enseguida, cúbrelo con film bien herméticamente hasta la hora de decorar/servir.

Para la cobertura, en un cuenco, mezcla con una cucharita el zumo de lima con el azúcar glace hasta integrar. Si te gusta más espeso, puedes añadir el zumo a cucharaditas hasta tener la consistencia que te guste.
Reparte la cobertura sobre el bizcocho.
Finalmente, reparte los copos de coco y la ralladura de lima encima, ¡y listo!


 


Mortal...



 

miércoles, 31 de marzo de 2021

Bundt cakes de zanahoria "nidos de Pascua"


Este año, con la pequeña correteando por casa, intento celebrar cada ocasión especial con distintos elementos que me permitan enseñarle cada una de ellas de forma concreta y divertida.

Ya sea con libros, juegos, pinturas y dibujos, canciones, decoración o comida, cualquier excusa es buena para descubrir y aprender jugando.

La Pascua es una fiesta que se presta mucho a ello. Simboliza el fin del frío, la llegada de los días buenos y largos, y es una explosión de colores, flores, animales, que da mucho juego.
Por supuesto, la caza de huevos y figuras de chocolate es un incentivo indiscutible, no hay duda de ello.
Y mi ratoncita es una adicta total al chocolate, como sus papás...


Hace un par de días, puse la decoración de Pascua en casa, con mimosa fresca, conejitos, pollitos y huevos, y ahora tocaba ponerle el toque dulce.
Por supuesto, no podían faltar los bundt cakes, y su forma de nido es perfecta para ello.

Puesto que el carrot cake es uno de mis bizcochos favoritos, y que llevaba tiempo buscando LA receta perfecta (para mí) en formato bundt cake, me he puesto manos a la obra y hoy os traigo la versión definitiva.
Curiosamente, yo que soy pro mantequilla en los bundt cakes, porque les confiere una textura y un sabor muy característicos (que no se consigue con aceite), en esta ocasión, por cuestiones de densidad de masa, el aceite es la grasa que mejores resultados me ha dado.


Y ya que no usé mantequilla, pues ya decidí hacerlos sin lácteos, a prueba de intolerantes y alérgicos a la lactosa.
Mi veredicto ha sido ¡un sí rotundo!

Si sois fans como yo del carrot cake, probad esta versión de bundt cake, porque os va a encantar...


Ah, y si os gusta esta forma, el modelo de molde es el Bundlette Heritage de Nordic Ware, ideal para la forma de nido.
Y si os gustan estos moldes, aquí tenéis mi sección de recetas con fotos de (casi) todos los modelos que tengo, que me quedan unos cuantos por fotografiar...

Mirad qué ternura...
Me comía la media docena de una sentada...




Ingredientes (para un molde 5 cups):

Para el/los bizcocho/itos:
150 g de aceite de girasol (u otro aceite vegetal suave)
80 g de azúcar moreno (yo prefiero moscavado pero es al gusto)
2 huevos camperos
150 g de harina corriente
1 c.café (5 g) de levadura química (tipo Royal)
1/2 c.café de sal fina
1 c.café de canela molida
1/2 c.café de jengibre molido
1/4 c.café de nuez moscada molida
1/4 c.café de clavo molido
30 g de agua
1/2 c.café de extracto de vainilla
150 g (aprox. 2 hermosas) de zanahoria pelada y picada muy fino*
50 g de nueces pecanas tostadas y picadas (o nueces normales)

Para la cobertura:
80 g de queso de untar (preferiblemente Philadelphia normal)
25 g de azúcar glace
3 c.café (unos 10 g) de leche (puede ser vegetal, o incluso agua o ron, si os va la marcha...)
15 g de nueces pecanas tostadas y picadas
Huevos de chocolate al gusto


*Yo prefiero picar la zanahoria finita con la picadora que rallarla, me resulta mucho más agradable al comer el bizcocho.


Receta:

Primero, empieza por preparar todos los ingredientes:
  • Pésalos todos y deja que se atemperen (sobre todo los huevos).
  • Mezcla los ingredientes secos en un bol: harina, levadura, sal, y especias.
  • Pela y pica la zanahoria y las nueces.

Ahora, pon el horno a precalentar a 180 ºC, calor arriba y abajo y engrasa y enharina tu molde (o echa el spray desmoldante - en caso del spray desmoldante, se puede echar justo antes de verter la masa en el molde).

En una fuente grande (o el bol de tu robot de cocina), bate el aceite con el azúcar y los huevos, empezando bajito hasta incorporar y luego subiendo a velocidad más alta hasta que espume, tardará unos 3 minutos.


Baja la velocidad la mitad de la mezcla de ingredientes secos.

Cuando esté incorporada, agrega el agua y el extracto de vainilla.

Cuando estén incorporados, añade el resto de la mezcla de ingredientes secos.

Una vez todo bien integrado, apaga la batidora y comprueba que todo esté bien repartido mezclando un poco a mano con una espátula o cuchara.

Agrega la zanahoria y las nueces picadas y mezcla para repartir bien.

Vierte la masa en el molde engrasado. Cuando se trata de bundlettes, yo uso una cuchara medidora, de las para hacer bolas de helados. Son aproximadamente 3 cucharadas por cavidad.

Pon un trapo doblado en la encimera y golpea el molde contra ella para repartir bien la masa y evitar que se cuelen burbujas de aire dentro del bizcocho.

Hornea el/los bizcocho/itos a 180 ºC durante unos 25 minutos (comprueba la cocción pinchando con un palito).

Al cabo de este tiempo, saca el molde del horno y deja enfriar unos 15 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar.

Para asegurarte de que está listo para desmoldar, tienes que mover el molde horizontalmente, si ves que el bizcocho se despega de las paredes del molde, está listo para darle la vuelta. En todo caso, verás cómo encoge el bizcocho y se despega él solo del molde.

Tras estos 15 minutos, desmóldalo sobre la rejilla.

Deja el/los bizcocho/itos enfriar totalmente antes de ponerles la cobertura. Si no la vas a poner enseguida, cubre el/los bizcocho/itos con film bien herméticamente hasta la hora de decorar/servir.

Para la cobertura, en un cuenco, mezcla con una cucharita el queso de untar con el azúcar glace, y una vez bien integrado, añade las cucharaditas de leche poco a poco hasta integrar. Si te gusta más líquido, puedes añadir más cucharaditas de líquido.
Puedes repartir la cobertura sobre los bizcochitos con una cucharita y extenderla (aspecto más "rústico"), o ayudarte de una manga pastelera (aspecto más "perfecto").
Finalmente, reparte las nueces pecanas encima de la cobertura de queso.
Si no los vais a comer ya, tenéis que conservarlos (con la cobertura) en el frigo, dentro de una caja hermética, dado que la crema de queso y leche no puede estar a temperatura ambiente mucho tiempo. Sólo tenéis que sacarlos del frigo 15 minutos antes para atemperar antes de comer.
Los huevos de chocolate, recomiendo ponerlos a la hora de servir, porque el chocolate no es muy amigo del frigorífico. No se ponen malos, pero blanquean y algunos huevos de chocolate tienen un lustre conservante que se puede reblandecer con la humedad del frigo.

Espero que os animéis estos días de fiesta, y si lo hacéis, ¡contadme qué os han parecido!

¡Felices Pascuas!


















domingo, 15 de noviembre de 2020

Bundt cake de castañas y nueces


Ha pasado tanto tiempo desde mi última publicación que ya no podría resumir todo, así que hoy iré al grano y sólo hablaré de esta receta. Espero poder entretenerme más en el próximo post y contaros un poco más... 


El bundt cake de hoy es, sin duda, de lo más otoñal... Quería celebrar el Día del Bundt Cake con una receta de temporada, sencilla y con sabores auténticos. Y debo reconocer que este bizcocho ha sido todo un acierto, tanto en combinación de sabores como en nivel (bajo) de dificultad, ¡estoy muy contenta con el resultado! 


También quería usar este molde muy otoñal de Nordic Ware que tanto me gusta, con sus bellotitas y hojas caídas, y esta receta le va como un guante... Mirad qué detalles... 


Esta receta no requiere preparar castañas, ya que se usan mermelada y castañas en almíbar de bote, y el sabor a castaña es inconfundible... Las nueces y el licor son un plus, y le va de perlas. Me apetecía disfrutar un poco más de los sabores del otoño, antes de sumergirme en los sabores navideños, que este año, al estar casi siempre en casa, por la situación actual, me hace especial ilusión disfrutar de cada estación a tope, ¡y esta Navidad se me antoja más que nunca! (Y muchos sabéis lo mucho que me gusta la Navidad, disfruto como una enana...) 


En fin, espero que os animéis, porque esta receta se merece un lugar especial en mi lista de bundt cakes... 



Ingredientes (para un molde 10 cups):
Para el bizcocho:

250 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
200 g de azúcar moreno (o moscavado / panela)
4 huevos camperos
200 g de confitura (mermelada) de castañas*
400 g de harina corriente
5 g de levadura química (tipo Royal)
5 g de bicarbonato sódico
250 g en total de leche y almíbar de castañas (pesar el almíbar y completar con leche hasta llegar a 250 g)
50 g de schnapps (o ron, aguardiente...) 
125 g de yogur natural sin azúcar
2 g de sal fina (1 buena pizca)
195 g de castañas en almíbar (aprox., todas las del tarro)*
150 g de nueces peladas


*Yo usé un tarro comprado de mermelada de castañas 100% natural (ése), pero aquí tenéis una deliciosa receta de mi querida Rosilet para hacerla casera. Las castañas en almíbar eran de la misma marca, ambos productos deliciosos y sin nada de aditivos. 



Receta:
Primero, empieza por preparar todos los ingredientes:

  • Pésalos todos y deja que se atemperen (sobre todo la mantequilla y los huevos).
  • Escurre las castañas en almíbar, pesa el almíbar y completa con la leche. Trocea las castañas con los dedos.
  • Trocea las nueces peladas con un cuchillo en trozos pequeños. 
  • Tamiza la harina junto con la levadura, el bicarbonato y la sal. 

Ahora, pon el horno a precalentar a 180 ºC, calor arriba y abajo.

Pon las nueces en una fuente apta para el horno extendidas en una fina capa y hornéalas unos 10-15 minutos mientras precalienta el horno, el ligero tostado potenciará su sabor. 


En una fuente grande (o el bol de tu robot de cocina), bate la mantequilla cortada en trozos junto con el azúcar a velocidad alta durante unos 3-5 minutos hasta que se forme una crema homogénea.

 


Añade los huevos, ligeramente batidos, de uno en uno (no añadas el siguiente antes de que el anterior esté perfectamente incorporado).

Añade la mermelada de castañas. 


Cuando esté incorporado, baja la velocidad y añade 1/3 parte de la mezcla de harina/levadura/bicarbonato.


Cuando esté incorporada, agrega el yogur. 


Cuando esté incorporado, añade otra 1/3 parte de la mezcla de harina/levadura/bicarbonato.


Cuando esté incorporada, agrega la mezcla de almíbar con leche, junto con el schnapps. 


Cuando esté incorporado, añade el resto de la mezcla de harina/levadura/bicarbonato.


Una vez todo bien integrado, apaga la batidora y comprueba que todo esté bien repartido mezclando un poco a mano con una espátula o cuchara.


Incorpora las nueces y castañas, repartiendo bien. 


Ahora, engrasa tu molde con spray desmoldante (o aceite o mantequilla fundida con la ayuda de un pincel) y vierte masa en el molde. 


Alisa la superficie con una cuchara si lo ves necesario, para repartir la masa de manera uniforme.
Pon un trapo en la encimera y golpea el molde contra ella para repartir bien la masa y evitar que se cuelen burbujas de aire dentro del bizcocho.


Ondea el molde horizontalmente para que la masa vaya formando una capita en los filos exteriores e interiores para que, al subir en el horno, el bizcocho lo haga de forma más lisa y se quede luego más plano.


Hornea el bizcocho a 180 ºC durante unos 60 minutos.


Al cabo de la hora de cocción, saca el molde del horno y deja enfriar unos 15 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar.


Para asegurarte de que está listo para desmoldar, tienes que mover el molde horizontalmente, si ves que el bizcocho se despega de las paredes del molde, está listo para darle la vuelta. En todo caso, verás cómo encoge el bizcocho y se despega él solo del molde.

Tras estos 15 minutos, desmóldalo sobre la rejilla.
En este caso, como tenía mucho copete y demasiado doradito, lo recorté con cuidado con un cuchillo justo antes de darle la vuelta para asegurar tener una base igualada.


Déjalo enfriar totalmente y cúbrelo con film bien herméticamente hasta la hora de servir.

Como siempre, recomiendo mantener a temperatura ambiente y consumir a las 24-48h.