lunes, 28 de abril de 2014

Ensalada de espárragos blancos y verdes con huevo duro y tomate seco


Últimamente, me parece que todos los que me rodean se van a pasar unos días a Granada.
Ya van 3 personas a mi alrededor que se han ido o irán allí en breve, hasta yo misma estuve en esta maravillosa ciudad a primeros de abril. No era mi primera visita y no será la última, eso está claro.
Esta ciudad tiene un encanto que no deja a nadie indiferente, yo estoy enamorada de ella....

Mirad qué estampas:





Tuvimos un tiempo perfecto, una temperatura suave de primavera, y disfrutamos de la Alhambra y de sus jardines llenitos de flores con muy poca gente, del Albaycín, del Sacromonte, de la vida callejera, del sol... ¡Fue un fin de semana de lo más agradable!

La escapada no podía ser completa si no me trajera algunos cacharros de cerámica, claro.
Lo sé, lo sé, eso debe de ser una enfermedad, no lo puedo remediar...
:-)

La fuente en la que he servido la ensalada de hoy es una de ellas.
Es preciosa, de barro pintado, de artesanía granadina. No lo podéis ver pero tiene una granada pintada en el fondo, símbolo de la ciudad, ¡me encanta!

Tiene un tamaño ideal para una ensalada para dos, como ésta que os propongo hoy.

Ingredientes:
1 manojo de espárragos verdes
1 manojo de espárragos blancos
1 puñado de judías verdes finas
5-6 tomates secos en aceite de oliva
2 huevos
1 puñado de avellanas
sal y pimienta

Receta:
Primero, lava los espárragos y las judías, sécalos un poco con papel de cocina.
Para los espárragos, quítales la base dura del tallo rompiéndola con las manos.
Cuécelos al vapor (o en agua): 15 minutos aproximadamente (intenta pincharlos con un tenedor, cuando el tenedor los atraviese, están hechos.
Pásalos inmediatamente por agua fría para cortar la cocción y enfriarlos. Déjalos escurrir.
Cuece los huevos en agua hirviendo (con un chorrito de vinagre), unos 10 minutos a partir del momento en el que hierve el agua. Pásalos por agua fría para enfriarlos un poco y pélalos (se pelan mejor aún tibios y echando el vinagre en el agua de cocción).

Para servir, dispón los espárragos y las judías verdes mezclándolos en la fuente.
Reparte los huevos y los tomates secos picados encima.
Salpimienta, aliña con un poco del aceite de los tomates y añade un poco de almendras picadas. 



¿Qué, os he convencido? ¿Os animáis a ir a Granada?
Al menos tomaréis un poco de esta ensalada, ¿no?

¡Besos a tod@s y buena semana!





jueves, 24 de abril de 2014

Hojaldre de cabello de ángel y sobrasada


Hoy está el día un poco "tonto" en Madrid.
Amaneció gris y lluvioso y ahora mismo está despejadísimo con un sol increíble.

En estos días de primavera tan cambiantes, es difícil preparar algo de comer porque lo mismo, un plato de cuchara es demasiado pesado y una ensalada no apetece mucho si llueve.
En estos casos, creo que las quiches y los hojaldres son ideales porque están buenísimos tanto en frío como en caliente y si se preparan con antelación, cada uno puede elegir: se sirven fríos y el que los quiera calientes le puede dar un golpe de microondas.
Además, también valen en versión bocados para el aperitivo o para llevárselos de picnic. Porque ya van tocando las comidas en los parques, que dentro de poco llegarán los días calurosos y nos echaremos todos a la calle, ¿ah que sí?

¿Y qué tal si de momento hacemos una escapadita virtual?
Quizá os interese ir a Mallorca, esta tierra donde es tan agradable vivir y pasar unos días...

Entre los productos estrella de esta isla se encuentran la sobrasada y el cabello de ángel, dos sabores que me gustan muchísimo.
No son precisamente light para el verano pero bueno, un día es un día, ¿verdad?
Hace unas semanas justamente, tenía una deliciosa sobrasada mallorquina y cabello de ángel casero en el frigo, así que decidí preparar este hojaldre.
Y ¡menudo descubrimiento!

Ambos sabores combinan muy bien y resultan ideales como aperitivo o entrante.
En formato individual o cortado en porciones, os resultará muy fácil y rápido de preparar y sorprenderá a todos, ya veréis...

¿Os unís a mi escapadita?

Ingredientes:
1 plancha rectangular de hojaldre
75-100 g aprox. de cabello de ángel
7-8 rodajas de sobrasada
1 huevo para pintar

Receta:
Precalienta el horno a 200 ºC.
Dobla el hojaldre a lo largo para marcar justo la mitad y corta por el pliegue con un cuchillo afilado. 
En una de las mitades, recorta unos huecos (yo "escribí" MALLORCA pero puedes recortar flores, corazones o hacer cruces con un cuchillo, el tema es dejar huecos por donde escape el aire y desvelar el relleno).
No tires los recortes.
En la mitad sin recortes, extiende el cabello de ángel. La capa debe de ser muy fina, para que el sabor no sea demasiado empalagoso ni tape el de la sobreasada.
Reparte las rodajas de sobrasada encima.
Sella los bordes con los dientes de un tenedor.
Pinta con el huevo batido, incluidos los recortes, que se pueden comer horneados tal cual (yo les echo un poco de pimentón y romero y están muy ricos).
Hornea hasta que esté doradito y haya levado el hojaldre (aproximadamente 20 minutos).

Mirad este corte... Yo no me puedo resistir... :-)


Espero que lo probéis, seguro que triunfáis.

¡Disfrutad del final de la semana, que ya mañana es viernes!!
¡Besos a tod@s!

lunes, 21 de abril de 2014

Calamarata siciliana


Hoy estamos de vuelta de las vacaciones, con las pilas cargadas y trabajo en cola.
Nada más que con eso, ya me puedo considerar afortunada, así que aunque el tiempo esté feo en Madrid, hay motivos para alegrarse, ¿verdad?
Y si encima las vacaciones han sido más que perfectas, ¡pues mejor aún!
:-)

Para la vuelta, pensaba traeros otra receta pero resulta que he perdido las fotos así que habrá que repetir la receta (no pasa nada, estaba tan rica que no supondrá ningún problema... ¡jeje!)

De momento, os traigo un plato italiano que, según tengo entendido, es típico de Sicilia, una isla de este maravilloso país que es Italia, que tengo muchísimas ganas de conocer.
El nombre de calamarata viene de la pasta que se usa, que son anillas parecidas a canelones o paccheri partidos en rodajas, y que también se parecen a los calamares en anillas.
Dado que el plato se prepara con ambos (pasta y calamares), cuesta distinguir ambas cosas, de ahí el nombre del plato.
Curioso, ¿verdad?

En España no encontré esta pasta, la traje de Francia cuando estuve en las Navidades, pero si descubro un sitio en España donde la venden, os avisaré.
Si no, se puede preparar con cualquier pasta corta o hueca, ¡estará igual de rica!

Para esta receta, seguí la versión de una Web italiana muy buena, que considero "de fiar", que se llama Giallo Zafferano. Concretamente, esta receta.

Os cuento cómo lo hice...

Ingredientes (3-4 personas):
400 g de pasta para calamarata (anillas)
550 g de calamar (en mi caso, congelado ya troceado: anillas y patas)
250 g de tomates cherry
1 guindilla seca
1 diente de ajo
50 ml de vino blanco seco
3 cc de concentrado de tomate (unos 50 g) (Mercadona)
2 tallos de perejil
aceite de oliva
sal y pimienta

Receta:
Lava bien el calamar y quita las pieles, los ojos y la tinta.
Pon una olla de agua con sal a hervir.
Pela y pica el ajo (sin germen).
Cubre el fondo de una sartén grande con aceite de oliva.
Añade el ajo picado y la guindilla picada sin pepitas.
Agrega el calamar. Cuece minutos a fuego alto.
Añade el vino y deja un minuto a fuego alto.
Agrega el concentrado de tomate, mezcla y baja un poco el fuego.
Lava los tomates y trocéalos en cuartos.
Agrégalos a la sartén. Salpimienta y cuece 10 minutos.
Cuando hierva el agua, pon la pasta a cocer durante 10 minutos (En principio, necesitarían unos 15 minutos para estar al dente).
Mientras, lava, seca y pica las hojas de perejil.
Tras los 10 minutos de cocción de los calamares y tomates, agrega el perejil picado y apaga el fuego.
Tras los 10 minutos de cocción de la pasta, escúrrelas, conservando como 2 cazos de agua de cocción.
Vuelca la pasta inmediatamente en la sartén con los calamares y los tomates.
Agrega los dos cazos de agua de cocción y sube el fuego.
Deja cocer unos 5 minutos más.
Apaga el fuego y deja reposar un minuto o dos más.
Sirve acompañado de queso Parmesano recién rallado.


Una receta sencilla y muy sabrosa.
Probadla, ya me contaréis. ;-)

¡Feliz semana a tod@s!


sábado, 12 de abril de 2014

Helado de hierbabuena


¡Ya he estrenado la heladeraaa!!!
Como much@s de vosotr@s, he ido acumulando muchos aparatos y elementos decorativos variados para todo tipo de recetas y, como era de esperar, ya no me queda mucho sitio en casa para nada...
Estoy convencidísima de que tod@s sabéis de lo que hablo.

Dicho esto, llevaba muchos años queriendo comprar una heladera para hacer mis helados caseros sin tener que hacer el truco de remover el helado 4-5 veces antes de dejar totalmente en el congelador...
Peeeero, siempre me lo he impedido por no comprar otro cacharro que vete-té-a-saber-dónde-lo-guardo...

El otro día, viendo un anuncio del LIDL en la tele, veo la heladera en oferta y digo, con mi aire tan inocente "¡oh, mira! ¡qué guay! una heladeraaaa, con lo que apetece tener una!!!" (por supuesto, con mirada de perrito abandonado al borde de una carretera :-) ).
Y ¿a que no adivináis qué me trae mi maravilloso chico al día siguiente???
¡Una heladera!

¡Qué contenta estoy!
No dejo de pensar en qué helados inéditos podría preparar, hasta me quedo pensando en ello en la cama...
Eso, tampoco sabréis de qué os hablo... :-))))

En fin, que hoy estreno receta heladera con uno que no podéis dejar de hacer en verano.
Es lo más refrescante que exista después de la horchata, que por cierto está muchísimo más rica casera.
Si no lo creéis, id aquí y veréis. 

Tenemos una maceta de hierbabuena en casa y estaba empezando a crecer tanto que algo tenía que hacer con ella, así que enseguida pensé en hacer helado con ella.
Y aquí me tenéis, encantadísima.

Con las cantidades que os pongo, sale un helado bastante dulce así que no pongáis más azúcar, acaso menos. Eso, es cuestión de gustos.

Ingredientes:
250 ml de nata para montar (1 taza aprox.)
el doble de volumen de la nata de leche entera (2 tazas aprox.)
1 manojo generoso de hierbabuena
3/4 del volumen de nata de azúcar (media taza aprox.)
1 pizca de sal
2 yemas de huevo
Receta:
El día anterior, pon la cubeta de la heladera en el congelador.
Al día siguiente, primero, lava bien la hierbabuena y corta los tallos en varios trozos.
En una olla, pon la leche, la nata y la hierbabuena a fuego medio hasta que rompa a hervir.
Cuando salten las primera burbujas, apaga el fuego.
Deja reposar tapado unos 10 minutos.
Cuela en una fuente y vuelca la mitad a la olla de nuevo.
Guarda la otra mitad en la fuente.
En otra fuente, bate el azúcar con las yemas hasta que se forme una mezcla homogénea y un poco más pálida.
Entonces vuelca en las yemas la mitad de leche de hierbabuena que estaba en la fuente sin dejar de batir.
Bate bien un minuto o dos.
Pasa esta mezcla al resto de leche de la olla y pon a fuego bajo dos minutos sin dejar de mezclar.
Pasa a una fuente y deja enfriar tapado con film en contacto directo con la superficie del líquido.
Cuando esté frío, deja en el frigo 4 horas.
Cuando lo saques del frigo, saca la cubeta del congelador y enciende la heladera.
 Vuelca el líquido a la heladera y deja que se haga unos 40 minutos.
Pasa a una fiambrera y deja en el congelador hasta la hora de consumir.
Para sacar bolas de helado, si pasáis la cuchara sacabolas por agua caliente, no tendréis que dejar el helado fuera 10 minutos antes de servir.
Y aquí tenéis, heladito casero, refrescante y delicioso, ¡para repetir!

Las imágenes hablan por sí solas, ¿no?





¡Que venga el calor bueno, que yo estoy preparada! :-D

jueves, 10 de abril de 2014

LA tarta de fresas - Los postres de Teresa


Esta preciosa tarta que os traigo hoy es una recomendación que no podéis perderos ahora que estamos en temporada de fresas. La receta es de un encanto de mujer y grandísima bloguera, Teresa.

Ya la tenía fichada desde que la publicó pero fue sólo hace unas semanas cuando pude probarla.
Cuando compré las fresas para EL R3TO de primavera, no pude resistirme a comprar una caja entera de 2 kg.
Con tanta fruta madura, obviamente, preparé mermelada pero también aproveché para hacer esta maravilla:


Como podéis comprobar, mi resultado es bastante parecido al de Tere, y es que ¡su receta es infalible!
Si os digo la verdad, a mí el bizcocho se me encogió al enfriar pero aún así, veis que no supuso ningún problema. :-)

También os tengo que advertir de que las cantidades que da Tere son muy generosas: a mí me sobró de todo por todos lados, ¡jeje! Crema pastelera, nata, almíbar...
Pero vamos, que la nata la congelé con nueces y la crema pastelera... No os voy a engañar, ¡me la comí a cucharadas!
Con razón ahora me tengo que poner a dieta... ¡Jeje!


Ah, eso sí, no me seáis tacaños con el almíbar, tenéis que empapar bien el bizcocho, que si no puede resultar un poco seco.
Por lo demás, las instrucciones de Tere son perfectas, no tengo nada que añadir.

Mirad este corte, habla por sí solo...



Así que si queréis prepararla, os dejo el enlace aqui.
Ya veréis qué buena, entenderéis por qué ella la llama "LA tarta de fresas"...

¡Feliz juernes a tod@s!


martes, 8 de abril de 2014

Puré de zanahoria y alcaravea con yogur al ajo


Hoy vengo de prisa y corriendo a dejaros una receta sencillísima y deliciosa.

Este puré de zanahoria con yogur proviene de Oriente Medio, de Turquía, y su nombre original es havuç ezmesi.
Se trata de un mezze (como esta salsa de yogur), que me parece ideal ahora que ha vuelto el buen tiempo.
Tiene muy pocos ingredientes, se hace rápido y el resultado es sanísimo y sabroso.
Las semillas de alcaravea aportan un toque curioso y le van muy bien a la zanahoria.

Al parecer, la alcaravea se usaba antiguamente en Oriente Medio en "pociones" por sus propiedades amorosas (sí, aunque no os puedo decir si es verdad o no, ¡jeje!). Hoy en día, se puede tomar en infusión para refrescar el aliento, aliviar las digestiones pesadas, el dolor de barriga y reducir las náuseas.
Y por supuesto, en preparaciones culinarias múltiples, como la que os traigo hoy.
En fin, es una semilla "todo terreno"...

Soy consciente que no es muy fácil de encontrar, me imagino que en herbolarios la tendrán. Por si os interesa, yo la compré en el Tiger, que también venden tés y especias y muy bien de precio.

Espero que os animéis a probar esta receta, para picar o como guarnición, os va a gustar.
;-)

Ingredientes (para un plato hondo o un cuenco):
4 zanahorias grandes
el zumo de 1/2 limón
1 cs de semillas de alcaravea + unas cuantas para decorar
4 cs de yogur griego
2 dientes de ajo
sal y pimienta
aceite de oliva
eneldo o hierbabuena para decorar (opcional)

Receta:
Primera, pela y trocea las zanahorias y cuécelas en agua o al vapor hasta que estén blandas.
Pásalas a la picadora con el zumo de limón y la cc de semillas de alcaravea. Añade un poco de aceite de oliva y salpimienta. Pica hasta que quede bien triturado.
(Si no tienes picadora, te vale el pasapuré o el tenedor).

Pela y pica finito los dientes de ajo (sin germen) y mezcla con el yogur.
Dispón el puré de zanahoria en un plato hondo, deja un hueco en el centro, que será donde volcarás el yogur.
Para decorar, esparce por encima unas semillas de alcaravea y/o un poco de hierbabuena o eneldo picados.

Por supuesto, no puede faltar el pan para acompañar.



Ahora, ¡a disfrutar del buen tiempo!
¡Feliz semana!

jueves, 3 de abril de 2014

Pastelitos de fresas, ruibarbo y maracuyá con cobertura de chocolate - #elr3to


La receta de hoy es muy especial...
Estos pastelitos son la primera entrega de un reto que nos hemos lanzado entre 3 blogueras, Paula (En mi enredadera), Rosilet (Sugg-r) y yo, y que hemos titulado...


¿Y por qué "EL R3TO"?

Pues, todo empezó con un antojo de ruibarbo, unas ocurrencias culinarias, la llegada de la primavera... y terminó en un reto, con 3 participantes, 3 ingredientes y 4 estaciones.
:-)

Pues sí, porque amenazamos con repetir, ¡sí, sí!
Nuestra intención es celebrar la llegada de cada temporada con 3 ingredientes y mucha imaginación, así que ¡agarraos, que vienen curvas!

Para este primer reto de primavera, los ingredientes elegidos fueron la fresa, el ruibarbo y la maracuyá.
Una mezcla curiosa, me diréis...


¿Por qué estas tres frutas?
El ruibarbo, por puro antojo, porque no es nada fácil de encontrar en Madrid , a pesar de ser una delicia...
La fresa, por ser de temporada y combinar de maravilla con el ruibarbo.
Y la fruta de la pasión (chinola, maracuyá), porque nos pareció divertido añadirla también, porque sí.


A lo primero, pensé en otra receta pero me falló una parte, así que cambié de planes y preparé estos pastelitos.
Están compuestos de dos capas de bizcocho genovés rellenas de curd de maracuyá y mermelada de fresa y ruibarbo. Van cubiertos de un baño de chocolate blanco y están rematados con una corona de chocolate negro.

Para la decoración de chocolate negro, me inspiré en la maracuyá.
Al parecer, esta fruta tropical llegó a España traída de las Américas.
Sabiendo eso, pensé que sería interesante plasmar esta influencia precolombina en la decoración de los pastelitos y busqué patrones de arte precolombino.
Encontré esta forma, muy recurrente en muchos elementos precolombinos: el zigzag a veces combinado con rombos, que suele simbolizar un animal muy fuerte en estas civilizaciones, la serpiente.

http://eprints.ucm.es/9885/1/T31254.pdf

Esta corona de chocolate negro, además de aportar un contraste interesante de colores con el baño de chocolate blanco, también aporta un toque más amargo que combina perfectamente con los sabores dulces del pastel.


No os voy a engañar, con tantos ingredientes, la receta es un poco larga y laboriosa pero no es para nada imposible y, desde luego, el resultado merece la pena, y mucho.
Necesitaréis 2 días para hacerlos, para que reposen los componentes.

¿Os animáis?

Ingredientes:
Para el bizcocho:
100 g de azúcar
100 g de harina de trigo tamizada
5 huevos L

Para el curd de maracuyá (receta de Rosilet):
6 frutas de la pasión (unos 200 ml de jugo)
6 yemas de huevo
150 gramos de azúcar
el zumo de una lima
100 g de mantequilla sin sal

Para la mermelada de fresa y ruibarbo:
225 g de ruibarbo (2 tallos)
225 g de fresas
175 + 75 g de azúcar
el zumo de 1/2 lima

Para el almíbar:
125 ml de agua
50 g de azúcar

Para el baño de chocolate blanco:
15 g de azúcar
15 g de agua
125 g de leche
250 g de chocolate blanco
2 hojas de gelatina

Para las coronas de chocolate negro:
150 g de chocolate negro

Receta:
Primero, empieza con el curd de maracuyá.
Para ello, yo usé esta receta de Rosilet.
Abre las frutas y extrae la pulpa. Tritúrala con semillas en la batidora, por tandas de 10 segundos (para no moler las semillas).
Cuela en un colador fino para extraer el jugo.
Prepara las yemas, el azúcar, y exprime la lima.
Mezcla todos los ingredientes y ponlos a calentar en un cazo, sin dejar de remover con una varilla de mano hasta que el curd espese (tarda como 15 minutos).
Aparta del fuego enseguida, vuelca en un cuenco y tapa con film en contacto directo con el curd.
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego en el frigo.
Ahora, ponte con la mermelada.
Lava bien los tallos de ruibarbo y las fresas y sécalos con papel de cocina.
Corta el ruibarbo en trocitos de unos 7 mm.
Mézclalos en una fuente con 175 g de azúcar.

Haz lo mismo con las fresas, con los 75 g de azúcar restantes.
Riega ambas frutas con el zumo de la media lima.

Deja reposar tapado 2 h en el frigo.
Al cabo de este tiempo, pon el ruibarbo con el jugo que haya soltado en una olla y calienta a fuego medio 10 minutos.
Se irá confitando.
Ahora, añade las fresas con su jugo y deja a fuego medio otros 20 minutos (remueve de vez en cuando y vigila que no se pegue).
Así debe de quedar:
Vuelca enseguida en dos tarritos y dales la vuelta para hacer el vacío de aire.
Cuando se haya templado, ponlos al derecho y déjalos enfriar. Ya luego los puedes meter en el frigo.
Ahora, vamos con el bizcocho.
Primero, tamiza la harina.
Pon el horno a precalentar a 180 ºC.
Engrasa tu bandeja de horno y cubre con papel de horno (sulfurizado).
Bate las yemas de los 5 huevos con el azúcar hasta que blanquee.
Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Reserva en el frigo.
En la mezcla de yemas, ve echando la harina poco a poco, batiendo para incorporar.
Incorpora las claras en varias tandas, en movimientos envolventes, poco a poco con cuidado para que no bajen. (Puede tardar un poco pero asegúrate que no queden grumos grandes de clara.)

Extiende esta mezcla en tu bandeja, tratando de igualar la altura.
Hornea unos 12-15 minutos. Mientras, humedece un trapo limpio (yo lo mojo bien y luego lo estrujo).
Cuando saques el bizcocho, vuélcalo inmediatamente en el trapo y deja el papel de horno por encima.
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego, pon en el frigo.

Ahora, prepara el almíbar: en un cazo, pon el agua y el azúcar, lleva a ebullición y deja hervir 1-2 minutos y apaga el fuego. Puedes pasarlo a un bote y cuando esté frío, pasarlo al frigo.
Y esto es todo por hoy. :-)

Al día siguiente, saca el bizcocho del frigo y quítale el papel de horno con cuidado.
Pon el curd en una manga pastelera.
Con un aro, recorta discos de bizcocho (a mí me salieron 14 > 7 pastelitos con 2 bizcochos cada uno).
En una tabla o un trozo de papel de aluminio, pon un disco de bizcocho en el fondo del aro.
Mójalo generosamente con el almíbar (con un pincel es más cómodo).
Con la manga pastelera, dibuja un círculo de curd encima.
En el hueco del centro, pon una cucharadita de mermelada de fresas y ruibarbo.
Cubre con otro disco de bizcocho y mójalo generosamente con almíbar.
Lleva cada pastelito a una tabla/bandeja cubierta con papel de horno, ayúdate de un tenedor para sacarlo del aro.

Deja los pastelitos en el frigo en el frigo al menos 1 hora para que se enfríen bien.

Para el baño de chocolate blanco, es muy importante tener todos los ingredientes preparados porque los pasos se suceden muy de prisa; chocolate troceado, pastelitos dispuestos en una rejilla encima de una fuente...

Primero, pon las hojas de gelatina en remojo en agua fría.
En un cazo, lleva el agua y el azúcar a ebullición.
Mientras, calienta la leche al microondas.
Cuando se haya disuelto el azúcar...
...añade la leche caliente y remueve con una varilla de mano.
Entonces baja el fuego y añade el chocolate troceado y no dejes de remover pero no hagas movimientos muy bruscos, no queremos que entre mucho aire porque si no, se formarán muchas burbujas en el baño de chocolate. Si usas una lengua en vez de una varilla, habrá menos peligro de que entre aire.
Ten cuidado, no dejes de remover porque el chocolate blanco se quema muy rápido.
En cuanto veas que está perfectamente fundido y no queden grumos, añade las hojas de gelatina escurridas.
Remueve con cuidado hasta disolver.
Riega los bizcochitos con este baño: si dejas caer en hilito fino, es más fácil ir cubriendo bien todo, incluso los bordes.
Como tendrás que dar varias "manos", la idea es la siguiente: sacas la reja y la pasas a otra bandeja.
Recuperas el chocolate del fondo con una lengua, lo vuelves a pasar a la olla. Si ves que ha cuajado un poco, puedes calentarlo un pelín.
Y repites este mismo paso 2 o 3 veces más, lo que te dé el chocolate blanco.
Tras 15 minutitos, puedes pasar los pastelitos al frigo para que cuaje bien el baño.
Tras este tiempo, vamos con las coronas de chocolate negro.
Prepara un friso en un papel, un poco más largo que el perímetro del aro que usaste para recortar los discos de bizcocho: ten en cuenta que se habrán inflado con el almíbar y que el baño de chocolate habrá ampliado el diámetro, así que añade como 1 cm más.
Recorta tiras de papel de horno un poco más grandes que el tamaño de este friso (tantas tiras como pastelitos).
Y prepara una manga pastelera para verter el chocolate: ponla en un vaso largo, abierta, con el borde doblado hacia fuera.
Ve fundiendo el chocolate al baño María.
Con la ayuda de la manga pastelera, siguiendo el patrón del friso, prepara las tiras de las coronas de chocolate.
Déjalas enfriar a temperatura ambiente durante aproximadamente 2 horas o, si tienes prisa, unos 15 minutos en el frigo.
Estarán manejables cuando el chocolate pierda brillo y se ponga mate, así:
Para que te resulte más fácil recorta el papel justo en el borde del "friso de chocolate".
Este borde será el de abajo del pastelito.
Ve enrollando alrededor del pastel y deja cuajar las coronas de chocolate alrededor de los pastelitos con el papel así tal cual.
Cuando termines con todos, llévalos al frigo para que endurezca el chocolate y luego, ya, se pueden degustar con un té o un café bien caliente, ummm... :-)






Un pastelito con sorpresa realmente increíble...

Ah, y si quieres unirte al reto, no te cortes, ¡eres bienvenid@!
Tienes hasta el 21/06/14, día del verano, para proponernos una receta con estos 3 ingredientes...
;-)

¡Nos vemos este verano para el segundo reto!