sábado, 27 de abril de 2013

Apionabo gratinado



Hoy os traigo otra receta de La cuchara de plata, un libro que me ha cambiado la vida...
Cada vez que compro un ingrediente que suelo preparar de una manera y que, esta vez, no sé cómo preparar de otra para variar, miro en mi biblia y ahí está LA receta que lo cambia todo para mí...

Ya os dije que ya no me falla nunca la Bechamel gracias a esta joya pero, además, ahora como verduras en caliente que siempre había comido en frío y ¡eso es un gran descubrimiento para mí!

Ése es el caso del apionabo.
Y publiqué esta receta con esta verdura poco conocida en España pero no por ello menos deliciosa, y, como me picaba la curiosidad, busqué si el libro tenía una receta caliente y sí, ¡tenía varias!
Sin pensarlo más, con ingredientes que casi siempre tengo, pues, me puse manos a la obra.

Ya suponéis qué me ha parecido... ¡Delicioso!
No os lo podéis perder...

Ingredientes (4-6 personas):

Para la Bechamel:
50 g de mantequilla sin sal
50 g harina
500 ml de leche (no fría)
1 pizca de nuez moscada
sal y pimienta

Para el gratén:

1 apionabo grande
1 cebolla
500 g de tomates (unos 5 medianitos)
40 g de Parmesano
40 g de mantequilla
aceite de oliva
100 ml de agua
sal y pimienta

Receta:

Primero, prepara los ingredientes.
Pela y pica la cebolla finita.
Pela el tomate y córtalo en daditos
Pela el apionabo con cuchillo y córtalo en rodajas finas
Ralla el queso.
(Yo hice todo eso con el robot de cocina y no veáis qué ahorro de tiempo...)

Ahora, funde los 40 g de mantequilla en una cazuela y rehoga el apionabo con un poco de sal durante unos 5 minutos. Vierte los 100 ml de agua y deja cocer tapado a fuego suave unos 10 minutos (tiene que quedar tierno).

Ahora, sofríe la cebollita en un poco de aceite de oliva y, cuando esté blandita, agrega el tomate, salpimienta y deja cocar la salsa una media hora.

Mientras, pon el horno a precalentar a 200 ºC y prepara la Bechamel.

Funde la mantequilla a fuego medio.
Retira el cazo del fuego y agrega la harina. Remueve con una cuchara de palo hasta obtener una pasta fina sin grumos. (Lo de la cuchara en vez de las varillas es para tener menos aire).
Añade la leche poco a poco, removiendo siempre entre cada añadido para que se integre perfectamente y no se formen grumos.
Caliente de nuevo a fuego alto hasta que hierva sin dejar de remover, y cuando hierva, baja el fuego y deja cocer unos 15 minutos. Se pondrá más espesita. Si sigue líquida tras este tiempo, deja en el fuego pero nunca dejes de remover porque si no, se separará, se formarán grumos y ya no podrás solucionarlo.
Añade la nuez moscada y salpimienta y listo.
Para esta receta, mandan añadir una cs del Parmesano rallado a la Bechamel.

Ahora, en una fuente de horno ligeramente engrasada, dispón una capa de apionabo, encima otra capa de salsa de tomate, un poco de Parmesano rallado y una capa de Bechamel.

Repite las capas hasta terminar con todo (yo pude hacer dos capas) terminando por una capara de Bechamel.
Hornea unos 20 minutos y saldrá un gratinado apetitoso y ¡rico riquísimo!




jueves, 25 de abril de 2013

Montadito cacereño


Hoy quiero rendir dos homenajes..
Sí, sí, dos, habéis leído bien. :-)

El primero, a una provincia que me ha conquistado, donde se vive y se come estupendamente y donde tuve la suerte de estar hace dos semanitas.
Esta maravillosa provincia española es Cáceres.

Yo, como guiri, quizá me entusiasme demasiado con toda la variedad paisajística y gastronómica que hay en España pero si hay algo de quiero decir alto y claro, es que España NO tiene nada que envidiar a Italia o Francia, a pesar de que siempre se diga lo contrario.
Hay cuidades que te pueden gustar más o menos, pero lo que hay aquí no lo hay en todas partes del mundo...

Abril es un mes que me gusta especialmente, porque la primavera trae su sol, sus temperaturas más agradables, sus maravillosas flores (y sus alergias, como no :-) )... y porque es el mes en el que tuve la suerte de conocer a la persona muy especial que comparte mi vida y me aguanta CADA día (que eso es un gran sacrifico, os lo digo...).
Y para celebrar este momento tan importante para mí, me gusta que hagamos algo especial, como este año, que fuimos a visitar la provincia de Cáceres.
Ya habíamos estado en Cáceres capital y nos había gustado mucho y, con esto de las ofertas de planes románticos online, pillamos una estancia en un pueblo llamado Garrovillas de Alconétar donde pasamos dos días maravillosos.

Vistas desde la habitación a la Plaza de Garrovillas, Monumento Histórico-Artístico.

La suerte que tuvimos fue coincidir con el primer fin de semana soleado de la primavera, lo que nos permitió ver los cerezos del Valle del Jerte en flor, un espectáculo impresionante donde los haya.

Cerezos en flor por Navaconcejo

También pudimos disfrutar de la eclosión de todas las flores del campo, una delicia para el olfato y la vista, puro placer para los sentidos...
Parte del embalse de Alcántara

Aquí os enseño una flor muy curiosa, cuyo nombre desconozco y que me gustaría descubrir (si alguien lo sabe, que me lo cuente, que llevo dos semanas buscando, ¡jeje!):

También coincidimos con la feria ExtreGusta, un evento fantástico con tapas y bebidas de muy alta calidad a precios simbólicos:

Y nos acercamos a ver el Tajo en el puente de Alcántara, un remanso de paz que os deja como nuevo.


Río Tajo
En resumen, que me gustó tanto la provincia que no podía dejar de hacerle un guiño y compartir con vosotros una pequeña parte de esta experiencia tan agradable...

Como os comenté, nos quedamos en un lugar fantástico, que os recomiendo al 100%, que se llama Hospedería Puente de Alconétar. Os harán pasar una estancia increíble, con un servicio excepcional y todo lujo de detalles, en un impresionante palacio del siglo XVI restaurado.

En el hotel mismo compramos varios productos típicos, que estaban muy bien de precio y han resultado muy buenos.
Entre ellos, este pimentón picante y esta mermelada de picotas, ambos extremeños, que quise utilizar para rendir mi segundo homenaje:

¿Homenaje a qué, a quién?
Pues el segundo blog del blogger más salsero y salado del mundillo bloguero en español, Complicaciones las justas by Tito cumple un añito.
Y claro, como no podía ser de otra manera, organiza un concurso (hasta el 30/04/13) para celebrarlo.
¿De qué?
De montaditos, ¡de cualquier tipo de montaditos!

Y yo, que el otro día os decía que cuando no hay tiempo, hay que comer sano, no podía dejar pasar la ocasión.
Porque claro, para mí un montadito debe de ser algo rápido de preparar.
No tiene porque ser sencillo pero yo creo que las tostas y los montaditos son comidas fáciles que podemos tener listas en menos de 5 minutos sin complicarnos la vida, "complicaciones, las justas..." ;-)

Así que aquí tenéis mi aportación, un montadito 99% cacereño (que el pan es madrileño, ¡hasta ahí no iba a llegar, jeje!) y que se prepara en menos de 5 minutos.


Me gustan las mezclas dulce con salado, ya lo habréis notado con recetas anteriores.
Veréis, en esta receta, combinaremos productos cacereños para conseguir una mezcla a medio camino entre dulce y salado, ummm... ¡una delicia!

Con este montadito participo en el concurso de Tito (CLJ).

Ingredientes:
2 rebanadas de pan de pueblo
4-5 lonchitas de jamón extremeño
3 lonchas finitas de queso fresco de cabra de la Vera
1-2 cc de mermelada de picotas
pimentón de la Vera picante

Receta:
Tuesta las dos rebanadas.
En una de ellas, dispón el jamón y encima las lonchas de queso fresco.
Esparce un poco de pimentón picante y añade un poco de mermelada de cerezas.
Cubre con la otra rebanada de pan y... ¡a disfrutar!


¡Una receta rápida, sabrosa y llena de cariño!

Espero que os haya gustado mi aportación...
¡Feliz juernes a tod@s!



lunes, 22 de abril de 2013

Rollitos de apionabo y jamón cocido con mayonesa casera


Esta receta que os traigo hoy es todo un clásico de mi casa de toda la vida.
Como entrante en invierno o como cena en verano, es muy fácil de preparar y es muy agradecida.

Ahora, los que no hayan visto esta receta que publiqué hace muuucho tiempo, os preguntaréis, ¿qué es el apionabo???
Pues el apionabo es una raíz que se come bastante en Francia y que echo mucho de menos aquí en España.
Porque, es como el ruibarbo, no me resulta nada fácil conseguirlo, al menos aquí en Madrid.
Desde pequeña, me acostumbré a comerlo y me encanta su sabor intenso y peculiar.

Para conseguirlo, os propongo dos opciones: la primera, ir al Makro, que lo tienen en la sección de verduras frescas o, la segunda, comprarlo ya rallado y envasado en bote en el Mercadona.

Por supuesto, os recomiendo la 1ª opción dado que no soy muy fan de las verduras en botes (por no hablar de los conservantes y otros añadidos de regalo).
Su sabor varía bastante del producto natural, es como la zanahoria recién rallada y la de bote, que no saben igual...

En todo caso, si lo acompañamos de una buena mayonesa casera, sabe a gloria...

Y hoy justamente, de propina, os voy a enseñar a preparar una mayonesa a mano, ¡veréis lo facilísimo que es!
Nunca pensé que sería tan fácil pero sí, lo es...

En un momento pensé, ¿y porqué no lo habré hecho antes???
Estoy segura de que eso os pasa a tod@s, que la primera vez que preparáis una receta básica muy fácil, pensáis en la de tiempo que habéis desperdiciado (porque eso a mí me pasa millones de veces, ¡jeje!)

En fin, que hoy empezamos la semana con receta sana, ¡vamos allá!

Ingredientes (2 personas):
1/2 cabeza de apionabo (o 1/4 si es grande)
mayonesa
6 lonchas (normales, no finas) de jamón cocido

Para la mayonesa:
2 yemas de huevo a temperatura ambiente
1 cc de mostaza de Dijon
aceite de girasol
vinagre (de vino blanco o de sidra)
sal fina/pimienta

Receta:
Primero, vamos a preparar la mayonesa para dejarla en el frigo mientras preparamos el apionabo luego.

Con las varillas, mezcla las yemas con la mostaza.


Ahora, sin dejar de remover, ve incorporando el aceite poco a poco dejando caer un hilo de aceite y batiendo hasta que coja cuerpo.


Cuando notes que esté firme ya (tardará al menos 1 minuto), suelta el aceite y coge el vinagre.

Salpimienta, vierte un chorrito de vinagre y vuelve a batir con las varillas.

Si pierde firmeza, no pasa nada, se puede salvar.
Primero, intenta batir más y, si hace falta, echa un poco más de aceite en hilo y batiendo como antes.
Si sigue líquida, añade otra yema y repite el paso del hilo de aceite.
En todo caso, si los ingredientes están a temperatura ambiente, no debería pasar. ;-)

Reserva la mayonesa en el frigo.


Ahora prepara el apionabo.
Primero pélalo con el cuchillo (cuidado, es duro así que toma precauciones para no cortarte).
Rállalo fino (con el robot de cocina más cómodo, que a mano te puedes dejar el brazo...).


Mézclalo con mayonesa al gusto (de la cantidad que me salió de mayonesa casera, usé la mitad).
Ahora, extiende la loncha de jamón cocido.
En una extremidad, dispón un montoncito (como una 6ª parte) de apionabo y añade un poco de pimienta.
Enrolla la loncha (si prefieres, puedes enrollarla en plan maki y cortar el rollo en porciones individuales, pero necesitarás palillos de dientes para sujetarlos).

¿Muy fácil, no?


Un entrante original y refrescante para los calores que se avecinan...

¡Feliz semana a tod@s!




viernes, 19 de abril de 2013

Cuscús de verduras


Esta receta es una versión vegetal del famosísimo cuscús magrebí.
El cuscús tiene mil versiones, con carne, pescado, marisco, pollo, "real"... Pero a mí como más me gusta es vegetal o con pollo y merguez.

Las merguez son unas salchichas de cordero halal picantes originarias de Magreb.

Hasta ahora, no he visto nunca por aquí una carnicería donde vendan merguez así que no he podido preparar el cuscús de esta manera.
Pero tampoco me importa, porque la receta que os pongo es tan rica que con eso me basta... :-)

Os aviso: no me gustan las cosas muy picantes así que esta versión tiene el toque justo de picante pero sin llegar a molestar. Ahora, si os gusta más picante, podéis echar más.

Otro detallito: el picante debería ser Harrissa (creo que en el Mercadona venden) pero como luego siempre se me caduca el tubo, opto por sustituirlo por guindillas y me funciona de maravilla.

A ver qué os parece el cuscús...

Ingredientes (4 personas):
Para la sémola:
500 g de sémola de trigo
1/2 L de agua
aceite de oliva

Para las verduras:
1 cebolla
1 lata de concentrado de tomate (170 g - Mercadona)
3 pimientos morrones: rojo, verde y amarillo (o 2 rojos + 1 verde)
2-3 zanahorias
1 calabacín
1 berenjena
1 cuenco de garbanzos remojados 24 h
1 puñado de dátiles deshuesados
1 puñados de almendras
c.sopera de miel
c.sopera de ras el hanout
c.sopera rasa de pimentón
1 o 2 guindillas secas sin pepitas (según el tamaño)
aceite de oliva
sal y pimienta

Receta:
Primero, prepara las verduras: pela y pica la cebolla y pela la zanahoria y córtala en rodajas gruesas.
Lava los pimientos, sécalos con papel de cocina y córtalos en cuadrados grandes y quítales las pepitas.
Lava y seca el calabacín y la berenjena. Corta el calabacín en dados grandes y deja la berenjena entera de momento.
Cubre el fondo de una olla (grande) con aceite de oliva y rehoga la cebolla con una pizca de sal.
Añade el tomate concentrado y dale unas vueltas durante un minutito.
Agrega los pimientos y la zanahoria y cocina unos 2-3 minutos.
Echa los garbanzos y cubre con abundante agua.
Añade las especias, la pimienta, la miel y las guindillas hechas polvo (sin pepitas) y mezcla bien.
Deja cocer unos 10 minutos.
Mientras, corta la berenjena en dados grandes.
Tras los 10 minutos, añade el calabacín y la berenjena. Si falta agua, añade hasta cubrir la verdura.
Deja cocer otros 10 minutos.
Ahora agrega las almendras y los dátiles y deja cocer otros 5 minutos.

Si lo vas a comer en este momento, deja reposar unos 10 minutos antes de servir.
Pero está más rico de un día para otro, así que mejor preparar la verdura por la noche para almorzar al día siguiente.

Para preparar la sémola, pon el agua a hervir con un chorrito de aceite.
Pon la sémola en una fuente y prepara un tenedor y un trapo limpio.
Cuando hierva el agua, vuélcala sobre la sémola y remueve con el tenedor.
Cubre con el trapo. Tras 1/2 minuto, levanta el trapo y vuelve a remover con el tenedor.
Repite esta operación como 2-3 veces.

Para servir, en un plato hondo, pon como 2 cazos de sémola y cubre con la verdura caliente.
Riega con salsa y ¡listo!

Un plato sanísimo y de lo más sabroso...

miércoles, 17 de abril de 2013

Tosta de queso Brie, rúcula y fresas


¿Qué preparamos cuando tenemos poco tiempo para comer?

¿Una pizza precocinada? ¿Comida de lata?
Meeeccc, ¡error!!!
No, no, no...

De verdad, hay muchas comidas naturales que se hacen rapidísimo y son mucho más sanas que esto que acabo de nombrar...
¿Acaso se tarda en hacer un huevo al plato, cocer pasta, arroz, o prepararse un bocadillo sencillo?

En fin, estos debates que me planteo conmigo misma, ¡jeje!

Pues hoy esta tosta es uno de estos casos...
El otro día tenía pensado preparar esta maravillosa ensalada de Begoña (Cocina para urbanitas) sustituyendo las espinacas por rúcula pero de repente me dí cuenta que me faltaba el aguacate...
Entonces ya no iba a ser lo mismo, así que, como el mercado ya estaba cerrado y disponía de poco tiempo pensé "pues versiono la receta en plan tosta".

Y así nació esta receta que me gustó muchísimo...
Esta mezcla de sabores intensos es muy curiosa y original.

Éso sí, más adelante pruebo la ensalada, que me tiene encaprichada... :-)

Ingredientes (por tosta):
1 rebanada larga de pan rústico
4-5 lonchas finitas de queso Brie
1 puñado grande de rúcula
2 fresas
aceite de oliva
sal en escamas
pimienta
semillas de amapola

Receta:
Pon la rebanada encima de una hoja de papel de horno en la bandeja del horno.
Extiende las lonchas de Brie encima de la rebanada de pan.
Hornea en modo grill a potencia máxima unos 5-10 minutos (hasta que el queso se haya fundido).
Esparce la rúcula encima, los trozos de fresas y termina por un hilo de aceite de oliva, unas escamas de sal, pimienta recién molida y semillas de amapola.



Y ya tienes tu comida exprés en un pis-pás.

lunes, 15 de abril de 2013

Mesa de primavera fucsia con Gerberas


Como por fin ha llegado el sol, esta vez vengo con una mesa, ¡y de primavera!

Podía haberla estrenado antes pero es que con la lluvia, no me apetecía...
Como podéis ver, el color principal que he elegido es el fucsia, no por nada sino porque tenía varios elementos de este mismo color y me parecía muy alegre para una mesa de primavera.

Una vez más, muy pocas cosas son compradas de ahora, casi todo es reciclado y manualidades rápidas y sencillas.

No me cansaré de usarlo, el mantel blanco de siempre, que da mucho juego.
Luego, el camino de mesa rosa es de ZARA Home, de hace varias temporadas, ya lo habéis visto en otras ocasiones.
Es como de encaje pero es de hule, muy cómodo.
Los platos y cubiertos son clásicos y sencillos.


Ahora, el protagonismo lo tienen las flores, unas Gerberas preciosas que encontré "rebajadas" en Monceau y que me salieron por menos de 8 € todas las de la mesa.

También podéis ver unos pajaritos de colores, hechos con plumas, que están a la venta en Tiger por 2 € la caja de 6.
¡Son monísimos y me encanta el toque que dan!


Este florero blanco con forma de bolsa de papel es del Tiger, muy barato también, de la colección de ahora.

Como veis, hay truco para recoger las flores y que no se caigan en los bordes del florero sin forma alguna: hay que reunir las flores con una gomita verde a una altura que quede dentro del florero y luego abrir el ramo.

Ahora, las servilletas están dobladas en forma de comecocos (pinchad aquí para ver un esquema).
Parecen casi una flor y aportan mucho colorido con los cuadros de colores vivos.
Son servilletas que compré hace mucho en Hema, en Francia.


Los floreros pequeños son tarritos de yogures con una cinta de encaje adhesiva.
Esta cinta es del Tiger también, de la colección actual.
Es ideal con el camino de mesa, ¿no os parece?


Finalmente, un trozo de cuerda recorre la mesa con varios fotóforos y velitas de Pascua de las que compré el año pasado en LIDL.


Una mesa alegre y divertida, espero que os haya gustado.

Si queréis ver las mesas de primavera del año pasado, tengo publicadas éstas de Pascuas y ésta del País de Las Maravillas.
¡Buena semana a tod@s!



sábado, 13 de abril de 2013

Ensalada de judías verdes, patatas, atún y huevo


Hoy os traigo otra ensalada primaveral que hacemos mucho en mi casa.
Es muy sencilla y riquísima.

No lleva ingredientes raros ni muchas cosas, es una receta ideal para estas cenas en la terraza cuando vienen amigos a casa y no tienes ganas de complicarte la vida...

El toque de las judías verdes en ensalada me gusta mucho.
Otro día os enseñaré otra ensalada de judías que me encanta, a ver si me da tiempo antes de que termine la primavera... ;-)

Sin más preámbulos, ¡vamos con la receta!

Ingredientes (2-3 personas):
500 g de judías verdes (puedes usar las congeladas también)
4 patatas pequeñas
1 lata de atún al natural
2 huevos
1 chalota o 1/4 de cebolla roja

Receta:
Pon una cazuela grande de agua con sal a hervir.
Cuece las judías enteras unos 8 minutos (si son congeladas, sigue las instrucciones de la bolsa).
Sácalas con una espumadera y sumérgelas en agua muy fría para que mantengan su color verde intenso. Escúrrelas y reserva el agua fría.
En la misma cazuela con el agua de cocción de las judías, cuece las patatas enteras lavadas.
Cuando lleven 10 minutos, añade los huevos y deja cocer otros 10-12 minutos.
Cuando los saques, mételos en el agua fría que habías reservado para enfriarlos.
En principio, las patatas deberían estar cocidas también pero si no, déjalas un poco más hasta que al pinchar con un tenedor, no ofrezcan resistencia.
Cuando las saques, pásalas por el agua fría también.

Ahora, corta las judías en trozos grandes (deshecha las puntitas).
Pela las patatas y trocéalas.
Escurre el atún y agrégalo a las judías y las patatas.
Pela y pica la chalota finito y añádela.
Pela los huevos, pícalos y agrégalos.
Salpimienta y aliña a tu gusto y ¡listo!


No la aliñes ni mezcles antes de servir, se conservará mucho mejor.


¿Os ha gustado?
Pues, ¡a comer!

jueves, 11 de abril de 2013

Crumble de fresas, almendras y coco



La fresa me encanta...
Ahora, en temporada, está deliciosa, dulce y roja entera, hasta su corazón.
Es una fruta preciosa que tiene muchísimas propiedades, entre las cuales mucha vitamina C, aunque, a priori, no se parezca a la naranja.


Y, viendo las maravillosas recetas que se están publicando estos días, está claro que también es toda inspiración para los cocineros.
Así que hoy os traigo otra idea de receta, a ver qué os parece.

Este postre, llevaba tiempo tratando de prepararlo pero nunca había tenido fresas y coco a la vez en casa.
Por fin he podido experimentar y me ha gustado mucho el resultado.

El crumble es un postre de los más fáciles de preparar y a mí, personalmente, me encanta la mezcla de la fruta confitada con la cobertura crujiente.

Ya sabéis que me gustan mucho los postres con fruta, sea cual sea la temporada.
En otras ocasiones, os he enseñado cómo preparo el crumble de manzana y de ciruelas rojas, y hoy optaremos por la fresa.

He intentado aportar la menor cantidad posible de grasa y azúcar y creo que el resultado es muy satisfactorio teniendo en cuenta que es bastante sano y ¡queda delicioso!

Os cuento cómo lo he preparado...

Ingredientes (2 personas):

300 g de fresas maduras
3 cs (rasas) de azúcar moreno
6-5 gotas de zumo de limón
4 cs de copos de avena
2 cs de copos de centeno
1 cs de almendras laminadas
3 cs de coco rallado + un poco para decorar

Receta:

Pon el horno a calentar en modo grill a 200 ºC.
Lava las fresas y pícalas en una cacerola.
Añade el azúcar y el zumo de limón y calienta a fuego alto unos 5 minutos.
Mientras, mezcla los copos con las almendras laminadas y el coco.
Cuando apartes las fresas, sácalas con una espumadera para escurrirlas y repártelas en dos cazuelitas.
Echa como 2-3 cs del almíbar resultante de la cocción de las fresas a la mezcla de copos y coco.
Mezcla bien con una cuchara y reparte esta mezcla sobre las fresas.
Hornea en modo grill unos 5 minutos hasta que se dore.

Sirve recién sacado del horno (tibio) o frío (aunque a mí me encanta tibio...) con un poco de coco rallado más encima.





¡Un postre sano, original y listo en 10 minutos!

¿Os ha gustado?

martes, 9 de abril de 2013

Taboulé primaveral


Hoy por fin ha salido un poco el sol en Madrid (pero tímidamente, eh...).
De hecho, parece que se está nublando ahora mismo... :-(

Esta mañana a primera hora fui a andar al parque para disfrutar del sol y de la naturaleza tan bonita de la primavera...


Tengo la suerte de vivir cerca de la Dehesa de la Villa y eso me permite pasear en un espacio verde y disfrutar de unas vistas preciosas siempre que quiera.

Este parque cambia muchísimo de una temporada a otra pero ahora, en primavera, es que se transforma cada semana.
Cada vez que voy veo plantas nuevas, florecillas, frutos, que no había visto la vez anterior...
¡De verdad, da gusto tenerlo tan cerca!


Paseo del 18 de marzo

Paseo del 18 de marzo

Paseo del 18 de marzo

Paseo del 18 de marzo

Paseo del 18 de marzo

Paseo del 18 de marzo

Paseo del 18 de marzo



Paseo de esta mañana

Florecillas nuevas de esta mañana

Y para celebrar el sol y los días más largos, os he preparado una ensalada veraniega con un toque oriental.
El taboulé es un plato muy típico en el norte de África y se ha hecho un hueco en el resto del mundo como una ensalada refrescante y colorida, llena de fibra y vitaminas.

Hace casi dos años, os daba mi receta del taboulé clásico (que tiene unas fotos horrendas, a ver si edito y pongo fotos mejores...) y hoy os traigo una variante igual de refrescante y colorida.

Había comprado sémola de espelta integral y ecológica, que llevaba dos meses en el armario.
Viéndola, pensé que tenía que hacer algo con ella y así me vino la idea de un taboulé.
Debo deciros que está muy buena. Os recomiendo probarla si la encontráis en un herbolario o una tienda de productos ecológicos, tiene un toque a cereal más pronunciado que la otra, ¡deliciosa!

Y casualmente había comprado pan árabe en la panadería (delicioso, por cierto) así que hoy toca receta oriental...

Espero que os guste esta variante y que os animéis a probarla.

Ingredientes:

200 g de semola de espelta (o de trigo)
200 ml de agua
1 chorrito de aceite

1 berenjena pequeña

1 zanahoria pequeña
10 tomates cherry
1/2 cebolla roja pequeña
10-15 hojas de espinacas
6 dátiles
1 puñado de cacahuetes tostados
1 tallo de hinojo de 10 cm con la parte de las hojas
10 hojas de perejil
el zumo de medio limón
vinagre
aceite de oliva
sal



Receta:

Primero, lava bien la berenjena y hazle varios cortes en la piel a lo largo.
Ásala (yo la he puesto al microondas debajo de la campana de plástico durante 5 minutos y salió ideal).
Déjala enfriar.

Prepara la sémola: pon el agua con el aceite a hervir y vuélcala sobre la sémola en una fuente.

Separa bien los granos mezclando con un tenedor y tapa con un trapo de cocina limpio.
No olvides volver a remover con el tenedor de vez en cuando para que no se formen pegotes mientras prepares las verduras.

Trocea la berenjena asada y fría (yo le dejo la piel).

Trocea los dátiles deshuesados.
Lava bien el resto de verduras.
Corta la zanahoria en rodajitas finas y las espinacas en tiras.
Pica la cebolla, el hinojo, el perejil y pica gruesamente los cacahuetes.
Mezcla toda la verdura, incluidos los tomates cherry, con la sémola.
Aliña con el zumo de medio limón, un poco de vinagre, aceite de oliva y sal.