Hace unos días, mi hermana me preguntó que si tenía una receta de cheescake muy esponjoso para ella, que se le había antojado preparar uno y las recetas que tenía no eran de este tipo.
Supongo que como a cualquier bloguero, hay dos cosas que me hacen especial ilusión:
1- que me comenten que han probado una receta mía y les salió genial y les encantó
2- que me pidan consejos o recetas, porque eso suele estar vinculado a la razón anterior :-))
Pero en este caso, sólo tenía mi receta de cheesecake de chocolate blanco, que precisamente no es esponjosa sino más bien densa, como a mí me gusta.
Sin embargo, hace relativamente poco, había visto una receta de tarta de ricotta y limón en Cool Chic Style Confidential que me había llamado la atención por su aspecto "espumoso".
De modo que decidí usar esta receta como base para preparar este cheesecake que os traigo hoy.
Una auténtica delicia, nada pesado, con un aroma suave a limón y muy versátil según la cobertura que elijáis.
Con frutos rojos, está tremendo, pero también con mermelada de higos o coulis de naranja y azahar (os lo digo con conocimiento de causa). :-)))
Por supuesto, se puede sustituir la lima por limón.
En fin, esta tarta se la dedico a mi hermana, una persona pequeñita y menuda pero una gran cocinera. ;-)
Para el fondo de galleta:
10 galletas caramelizadas (Lotus) - u otras
30 g de mantequilla sin sal
Para la tarta:
2 huevos
1 yogur natural sin azúcar
1 tarrina de queso de untar (light) - 150 g
4 cs de azúcar
1 lima (ralladura + zumo) (o limón)
30 g de maizena
Para decorar (para ambas tartas):
2 + 2 cc de mermelada de fresas (casera)
1 + 1 puñados de frutos rojos (arándanos, moras, frambuesas...)
Ralladura de lima
(Como os comenté, la cobertura puede ser otra de higos, cítricos, etc.)
Receta:
Primero, con la picadora, tritura las galletas junto con la mantequilla en daditos.
En cada molde desmontable de 12 cm (o uno de 20 cm), pincela el fondo con aceite de girasol y fórralo con papel de horno (el aceite permite que adhiera bien el papel). Ciérralos con el aro y cubre con la mezcla de galletas. Aplana y aprieta bien con el dorso de una cuchara. Reserva en el frigo.
Ahora, separa los huevos. En una fuente grande, monta las claras con una pizca de sal fina hasta que queden bien firmes y reserva en el frigo.
Con la batidora de vaso/de pie, mezcla las yemas con el yogur, el queso y el azúcar.
Ralla la piel de la lima (reserva un poco para decorar) y exprímela.
Pon el horno a precalentar a 190 ºC y agua a hervir.
En la mezcla de yema y queso, vuelca la ralladura y el zumo de lima, bate.
Añade la maizena y bate hasta incorporar.
Vuelca en la fuente de las claras montadas con cuidado y mezcla suavemente con la ayuda de una varilla de mano (delicadamente para que no bajen las claras).
Mientras preparas los moldes, reserva la mezcla en el frigo.
Saca los moldes que estaban en el frigo, fórralos por dentro (el aro) con una tira de papel de horno engrasada con aceite para que se quede bien adherida al aro.
Fórralos por fuera con papel de aluminio (para que no les entre agua durante la cocción).
Dispón en una fuente refractaria.
Vierte en cada molde la mezcla de lima (divide un poco a ojo).
Vierte en la fuente refractaria el agua que habias puesto a hervir.
Hornea durante aproximadamente 1 h.
Tras 20 min de cocción en el horno, cubre con papel de aluminio (pon sólo una hoja encima, pero no tapes completamente, tiene que circular el aire) para evitar que se dore demasiado por encima.
Baja el horno a 170 ºC.
Al cabo de la hora (en total, con los primeros 20 min incluidos), apaga el horno y deja las tartas dentro con la puerta del horno entreabierta.
Deja que se enfríen totalmente.
Una vez frías, pásalas al frigorífico y consume al día siguiente, cubiertas a tu antojo.
Cuidado al retirar el papel, ve despacio para no estropear la tarta.
No los desmoldes ni quites el papel hasta el momento de servirlas, se decoran en el último momento.
Mirad qué esponjosa, ¡un pecado mortal!!
Y aquí cubierta con mermelada de higos y ciruelas con arándanos, maravillosa...
¡Feliz semana!