miércoles, 27 de marzo de 2013

Risotto al cava con foie


La receta que os traigo hoy es un invento inspirado en varias recetas vistas por ahí, que tenía planeada preparar desde hace muuuucho tiempo.
Lo que pasa, es que, como siempre, van pasando los días, las temporadas, y surgen imprevistos que hacen que no puedes hacer lo que te da la gana.

El otro día, ya había llegado la hora de la comida y yo estaba muerta de hambre y no tenía ya tiempo de meterme e la cocina a preparar un guisito. Abrí el frigo y vi esta lata de foie, tan apetecible, y me acordé de aquel risotto que quería preparar. Justo tenía el cava en el armario y, como el risotto es un plato que se prepara bastante rápido, ya lo tenía decidido, eso iba a ser el almuerzo...

¡Madre de Dios, qué cosa más ricaaa!!!
Yo no sé si es porque yo ya no soy objetiva con el risotto pero Dios mío, lo que nos gustó este plato...
Tiene aires de fiesta y te deja realmente con ganas de más...
En fin, os dejo probarlo y decirme qué tal... :-P

Ingredientes (2-3 personas):
250 g de arroz redondo
500 ml de caldo de carne (o pollo o verdura, como queráis)
200 ml de cava
1 chalota grande
2 dientes de ajo
1/2 lata de foie (como 3 cs)
1 cc de albahaca seca
Parmesano recién rallado
sal, pimienta recién molida
pistachos
(unas hojas de albahaca fresca para decorar)

Receta:
Primero, pela y pica la chalota y el ajo finitos.
Rehógalos en un poco de aceite de oliva en una sartén.
Mientras, calienta el caldo.
Vuelca el arroz en la sartén con la chalota y el ajo y dale unas vueltas.
Condimenta con un poco de sal y la albahaca seca
Echa un chorro generoso de cava (como para cubrir el fondo de la sartén).
Cuando lo haya casi absorbido, añade un cazo de caldo.
Ve incorporando el caldo conforme se vaya evaporando.
Mientras, ve rallando el Parmesano y picando gruesamente los pistachos.
Cuando ya no quede caldo, comprueba que esté hecho el arroz. Si no, añade agua poco a poco hasta que esté tierno el arroz.
Entonces, echa un poco de Parmesano rallado (yo dejo un poco para decorar luego en el plato), mezcla y apaga el fuego.
Para servir, pon el arroz en el plato hondo, esparce un poco de Parmesano rallado, pimienta recién molida, unos pistachos picados y unas cucharaditas de foie en el centro.
Puedes añadir unas hojas de albahaca fresca, le dan un punto que me encanta...

Por supuesto, mejor si lo sirves con el mismo cava. :-)



¿Os hace un poquito...?




lunes, 25 de marzo de 2013

Gofres clásicos - #diadelgofre


Hoy ya habréis visto muchas recetas de gofres publicadas en la red y es porque este día ha sido elegido para ser el Día del Gofre.
Al parecer, el Día Internacional del Gofre es el 25 de diciembre pero vamos, que no me importa repetir varios días al año si hace falta... :-D

Como a mí me lo recordó Rosilet (Sugg-r & Some Salt), pues he aprovechado para preparar gofres clásicos, sin sabores añadidos ni nada.
A mí me encantan los gofres acompañados con fruta y nata e, incluso, chocolate fundido, nutella o helado.

Obviamente, como todos los dulces, engordan y no se pueden preparar todos los días pero, preparando poca masa, se reduce la tentación... :-)

Mi gofrera es una que compré en el LIDL hará un par de años y que no me gusta mucho porque hace gofres muy finos y no puedo hacer las famosas "gaufres liégoises" con ella pero bueno, por lo menos, salen gofres pequeñitos, que nos permiten probarlas en poca cantidad sin poner demasiado en peligro nuestra operación bikini... :-)

La masa para gofres es muy distinta de la de las crêpes pero no tanto de la de los pancakes o de los blinis.
Estas masas no llevan mucho líquido y deben contener una levadura para engordar bastante durante el reposo.
Por ello se le añade cerveza, yogur o levadura química. Es un ingrediente tan importante como la harina, el huevo o la leche.

Evidentemente, cada cocinero las prepara a su manera y mis gofres clásicos no serán clásicos para otros.
Es cuestión de cogerle el punto.
A ver qué os parecen...



Ingredientes (con mi gofrera salen unos 20 corazones, es decir, 4 placas de 5 corazones):
60 g de harina
1 pizca de sal fina
1 cc generosa de levadura química
1 cs de azúcar
1 bolsita de azúcar avainillado (8 g)
1 huevo L
20 g de mantequilla fundida
80 ml de leche
(1 chorrito de ron)

Receta:
En una fuente, pon la harina, la sal, la levadura, los azúcares y forma un volcán.
En el centro, echa el huevo y bate con la batidora de varillas desde el centro hacia los bordes incorporando poco a poco los ingredientes secos.
Añade la mantequilla y bate hasta incorporarla.
Añade la leche poco a poco (4 veces por ejemplo) y bate hasta incorporarla.
Termina con el chorrito de ron si piensas echarlo.
Verás que la masa sale espesita.
Una vez todo perfectamente integrado, tapa y deja reposar en el frigo al menos una hora (si pueden ser 2 horas, mejor).

Calienta bien la gofrera.
Echa un cucharón de masa y ciérrala.
El tiempo para que se haga depende de tu gofrera. Tienes que abrir para ver si están los gofres hechos.

Para servir, me encanta acompañarlos de nata montada casera y fruta de temporada.
(Y como tengo un sifón, ni os cuento lo deliciosa que es la nata montada así...)

Ahora la fresa es de temporada pero con unas rodajas de plátano, nata y chocolate fundido, no está nada mal, ¡jeje!

Espero no haberos hecho salivar demasiado y si no, ya conocéis la receta, sólo os queda poneros... ;-)

¡Un beso y feliz semana!





viernes, 22 de marzo de 2013

Fideuá con gambones


Hacía tiempo que quería preparar una fideuá y, tras ver dos o 3 recetas distintas publicadas estas últimas semanas, por fin me decidí a prepararla...

En realidad, hace mucho tiempo preparé una de verduras que tengo en un libro de recetas de Eva Arguiñano y no me gustó nada el resultado...
Pero como soy cabezona, pues decidí volver a intentarlo.
Justamente vi el programa Made In Spain con José Andrés, que estaba en Valencia y enseñaba como preparar una fideuá y ya me animé.

Esta vez me he inspirado principalmente de la receta de Vívi (ó Carón da Lareira) y ¿sabéis qué?
¡Pues que ha salido de lujo!

Os explico cómo la he preparado...

Ingredientes (4 personas):
400 g de fideos (finos)
200 g de gambones cocidos pelados
1 pimiento italiano rojo
1 pimiento italiano verde
3 tomates bien maduros
2 dientes de ajo
vino blanco
250 ml de caldo/fumet de pescado
aceite de oliva

Receta:
Primero, lava los pimientos, quítales las pepitas y córtalos en trocitos pequeños.
Pela los ajos y pícalos muy finos.
Lava los tomates y tritúralos con la batidora hasta obtener un puré fino.
Pon el caldo a calentar.
En una sartén, sofríe los pimientos con una pizca generosa de sal hasta que se pochen.
Entonces, agrega el ajo y rehógalo un poco.
Añade un chorro generoso de vino, deja a fuego vivo un minuto y agrega el tomate triturado.
Deja que se haga el tomate al menos 10 minutos a fuego medio.
Entonces, en una paellera, echa un chorro generoso de aceite de oliva.
Saltea los gambones a fuego alto (vuelta y vuelta, para que se doren, como un minutito).
Sácalos y resérvalos.
En este mismo aceite, echa los fideos y ve dándoles vueltas hasta que se pongan doraditos.
(Cuidado, se queman muy rápido si no estás pendiente).
Agrega el tomate con los pimientos y un cazo de caldo.
Añade un poco de sal también.
Conforme vayan absorbiendo los fideos, ve agregando caldo.
Si ves que te falta caldo, entonces puedes completar con un poco de vino o agua.
Tras 6-7 minutos, deberían estar listos los fideos (prueba uno para comprobarlo).
Dispón los gambones encima para que queden bien repartidos.
Entonces apaga el fuego y deja unos instantes, verás cómo se levantan los fideos, señal de que están en su punto.

Tal y como la preparé, no cogió mucho sabor a gambas, que al señor de la casa no le gustan, y os confirmo que comió la fideuá y no le notó el sabor.

Pero si os gusta con más sabor a gamba, podéis hervir las cabezas con el caldo, se notará más.

Nosotros la hemos tomado con el mismo vino que el que usé para la preparación, un Penedés ecológico muy bueno.   



 Eso sí, yo, ¡con gambas!!


¡Qué os aproveche!

martes, 19 de marzo de 2013

Pasta con pesto de avellana y perejil


El día que estuve buscando la receta del fondant de castañas, me encontré con otra receta de Edda que me dejó boquiabierta...
La receta en cuestión era ésta: chicche de castañas al pesto de perejil y avellanas.

Me picó la curiosidad el tema de la pasta de castañas con el pesto de avellanas y perejil, así que me la guardé en favoritos hasta que llegara "EL" día.

Y claro, ése día fue cuando nos llegaron las avellanas turcas que habíamos encargado a un compañero que iba a Turquía. Me pareció la ocasión perfecta para estrenarlas, así que enseguida supe qué iba a preparar.

Sin embargo, como también sé lo laborioso que es hacer gnocchi, no quise ponerme a preparar la pasta de castañas (que lo dejo para otra ocasión). Ya sé, me puede la prisa, o la falta de tiempo, como queráis llamarlo. :-)
Pero también pensé que no podía mancillar una creación tan italiana con un simple paquete de pasta del súper fabricada a 50 km de aquí...

Entonces, como justamente teníamos pasta ecológica traída de la bella Italia, pues ésa fue la que usé. Se llama "trofie". Es una pasta de grano duro que se mantiene perfectamente al dente, aunque te pases unos minutos en la cocción.

El resultado fue una revelación, esta salsa es parecida al pesto de albahaca y piñones pero con un sabor distinto, ¡simplemente genial!

Y bueno, igual de fácil y rápido de preparar, así que repetiré sin duda alguna.
¿Y vosotros, os animáis?

Ingredientes (para 2 personas):
40 hojas de perejil lavadas y secadas
30 g de avellanas
20 g de queso Parmesano + unas lascas para servir
1/2 diente de ajo
1 pizca de nuez moscada
pimienta
aceite de oliva
250 g de pasta (en mi caso, trofie ecológicos de Alce Nero)


Receta:
Pon una olla con agua salada a hervir.
Mientras, prepara el pesto: pon el perejil, las avellanas, el Parmesano y el ajo troceados y la pizca de nuez moscada en la picadora y tritura hasta que quede todo muy fino.
Añade aceite de oliva para obtener una consistencia de pasta:
Cuece la pasta (los trofie) y cuando esté lista, aparte un cazo de agua de cocción y escúrrela.
Mezcla el pesto con un poco del agua de la cocción.

Vuélcalo a la olla, añade la pasta, dale una vueltas para mezclar todo bien y reparte en los platos.
Para servir, esparce un poco de pimienta recién molida y unas lascas de Parmesano encima.
También puedes poner unas avellanas para decorar.


¿Tiene buena pinta, no?
Pues ya sabéis, es muy fácil de hacer así que ¡no hay excusas!

¡A comer pasta!

domingo, 17 de marzo de 2013

Bundt cake de cacao y Baileys


Hace una semana justo, volvía de un finde en Dublin con dos amigas donde ¡me lo pasé fenomenal!
No me acordaba de lo simpática que es la gente en esta cuidad, fue una estancia muy agradable y divertida.

Cuando estuvimos, estaban con todos los escaparates preparados para la gran celebración del día de San Patricio, todo verde intenso...
Y este fin de semana, el día mismo de esta celebración, quería recordar este momento tan agradable que pasé allí con mis amigas, ¡qué grande!

Este bundt cake que os traigo lleva Baileys en la masa y en el glaseado, de modo que es un postre para adultos, pero con un toque suave a alcohol. A mí no me suele agradar la mezcla de chocolate con alcohol, soy de las que ni prueban los bombones con licor, se los dejo al señor de la casa, que ¡a él le encantaaannn!!
De modo que quería que se notara que lleva Baileys pero que a la vez fuera suave.

¿El resultado?
¡Prueba superadísima!!

Es esponjoso e intenso, aunque no tan denso como los bundt en general. Eso se debe a que he sustituido parte de la mantequilla por calabacín.
Me inspiré de un bundt cake de Bea Roque (El Rincón de Bea) pero le cambié varias cosas para ajustarlo a mi idea.

Me ha encantado, está realmente bueno...


Como veis, se me infló demasiado en el horno pero bueno, no quise cortarlo y alisarlo porque me gustaba así, con un altura grande.

Eso sí, las que habéis empezado la Operación Bikini, huid ya mientras podéis, porque una vez hayáis leído los ingredientes, será tarde... :-P

Ingredientes:
350 g de harina
60 g de cacao puro
2 cc de levadura
1 cc de bicarbonato
1 pizca de sal fina
175 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente y cortada en dados
250 g de azúcar moreno
2 huevos L
125 ml de leche
75 ml de Baileys
250 g de calabacín pelado y picado

Para la cobertura:
100 g de azúcar glace
1/2 vaso de Baileys
1 puñado de cacahuetes tostados sin sal
10 h de chocolate negro

Receta:
Prepara todos los ingredientes.
Tamiza la harina junto con el cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal. Reserva.
Mezcla la leche y el Baileys.
Engrasa tu molde de bundt cake con aceite de girasol o mantequilla fundida y un pincel.
Precalienta el horno a 175 ºC.

Con la batidora de varillas, bate la mantequilla junto con el azúcar hasta que se forme una pasta (entre 3 y 5 minutos).
Añade los huevos de uno en uno (echa el 2º cuando el 1º esté perfectamente incorporado).
Agrega el calabacín picado.
Ahora, echa 1/3 parte de la mezcla de harina e ingredientes secos.
Cuando esté integrada, echa la mita de leche y Baileys y bate hasta que lo haya absorbido.
Echa otra 1/3 parte (la mitad de lo que tienes, ahora) y bate hasta integrar.
Añade el resto de leche y Baileys y bate hasta que lo haya absorbido.
Y finalmente, termina con el resto de ingredientes secos.
Comprueba removiendo con una cuchara que esté todo bien mezclado e integrado.
Vuelca en el molde, menéalo un poco para asegurarte de que no haya burbujas de aire y alisa la superficie.
Hornea durante una hora (en mi horno, en el tuyo puede que tarde menos).
Cuando lo saques, déjalo enfriar como media hora y luego desmolda sobre una rejilla y deja enfriar totalmente.

Cuando esté bien frío, pica gruesamente los cacahuetes y el chocolate. Mézclalos.
Prepara el glaseado: tamiza el azúcar glace y mezcla con el Baileys con una cucharilla hasta que no quede ningún grumo de azúcar glace.
Si ves que está demasiado líquido, añade más azúcar, eso es al gusto...
Si lo quieres más espeso, hasta puedes batirlo con una cs de queso de untar.

Repártelo encima del bizcocho y espolvorea enseguida la mezcla de cacahuetes y chocolate.




Ahora sólo queda disfrutar con una taza de té calentita, ummm...



¡Feliz Día de San Patricio!

* Edito: un día después está más rico aún, está feo que lo diga yo pero... ¡qué bueeeenooooo!!!



viernes, 15 de marzo de 2013

Tarta de fresas


Queridos amigos:

Esta semana me he portado muy bien, de modo que creo que me he ganado el fin de semana largo que se presenta, oui, oui!!!
He trabajado mucho, mucho, tanto que llevo una semana diciendo que voy a preparar esta tarta y no ¡ha habido manera hasta HOY!!

Y lo siento mucho porque la idea era hacerla con tiempo para presentarla al concurso de Yolanda al que tanto me apetecía participar...
Pero bueno, me alegro de haber podido llegar a tiempo, aunque me haya costado porque termina hoy. Y además de deliciosa, esta tarta es todo un símbolo de la gastronomía francesa...
En mi tierra, existe toda una gama de tartas de fruta, a cual más rica, que tienen todas como base una buena masa quebrada y una rica crema pastelera. Entre todas, mis favoritas son las de fresas, frambuesas y de ruibarbo. Estoy tan triste por no poder encontrar ruibarbo aquí que me consuelo con los frutos rojos, aunque hay que decir que como el ruibarbo, no hay nada en este mundo...

Total, que para esta receta, he combinado mis mejores recetas de masa quebrada y tarta, junto con una fruta deliciosa (de temporada, por supuesto) para conseguir ¡esta tarta tan requeterica!
Y la ocasión bien merecía la pena...

Porque, por si no ha quedado claro, con esta receta participo en el concurso de Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados, promovido por el blog Cocida de Sopa.




Espero que os guste tanto como a mí...



Ingredientes (para una tarta grande y dos tartaletas):
Para el fondo de tarta (masa quebrada):
250 g de harina de trigo (se puede sustituir parte por almendras o avellanas en polvo)
125 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
100 g de azúcar
1 yema de huevo
1/2 vaso de leche

Para el relleno:
3 huevos + 1 clara (la del fondo de tarta)
1 L de leche
200 g de azúcar
70 g de maizena
1/2 cc de vainilla en polvo

Para la cobertura:
600 g de fresas
sirope de fresas, almíbar, azúcar glace, gelatina-lustre...

Receta:
Primero prepara el fondo de tarta.
Para ello, mezcla con la batidora de varillas la yema con el azúcar y la leche.
Cuando esté todo bien integrado, añade la mantequilla en daditos y sigue mezclando hasta incorporarla totalmente.
En una fuente, tamiza la harina y forma un volcán.
Vuelca los líquidos en el centro y amasa con la mano.
Si es que te cuesta amasar porque está seco, añade un poquito de leche.
Si al contrario ves que se te pega a la mano, añade un poco de harina.
Es importante no amasar demasiado porque si no, no quedará quebradiza la masa.
Envuelve en film y deja reposar media hora a temperatura ambiente o en el frigo si hace calor.

Tras este tiempo, precalienta el horno a 200 ºC.
Engrasa tus tarteras.
En tu encimera enharinada, estira la masa y forra las tarteras.
Para recortar los bordes, pasa el rodillo sobre la tartera y la masa se cortará al ras del filo del molde.
A mí me gusta marcar los bordes con un tenedor pero eso es al gusto.
Pincha bien con un tenedor la masa para que no levante en el horno.
Hornea durante unos 40 minutos para la tarta grande y 20-30 para las pequeñas (verás que están hechas cuando estén doraditas).

Mientras cuecen los fondos de tarta, prepara el relleno.
Se trata básicamente de una natilla gigante. :-)
Aparta un vaso de leche del total y bátelo con los huevos y la maizena (tamizada).
Calienta el resto de leche junto con el azúcar y la vainilla (comprueba que no se pegue al fondo removiendo).
Cuando hierva la leche, vuelca en la olla la mezcla de huevo y no dejes de remover hasta que sientas que se resiste (está espesando).
En cuanto salga la 1ª burbuja (verás, hace "¡plof!"), apaga el fuego y aparta a una fuente.
Tapa enseguida con papel film en contacto directo con la crema para que no se forme una costra.

Deja enfriar completamente los fondos de tarta y la crema.

Ahora, sólo queda montar la tarta.
Lava las fresas, sécalas con papel de cocina y córtalas en dos en lo largo (o en rodajas, trozos, como más te guste...).

Extiende una capa de crema encima de los fondos de tarta.
Dispón las fresas en círculos del borde hacia dentro.
Si quieres, puedes cubrirla con una gelatina hecha de mermelada diluida con una hojita de gelatina, con azúcar glace o lustrar las fresas con un poco de almíbar.

¡Ummm, adoro la tarta de fresas, es taaan primaveral!!



Como veis, pude preparar una tarta grande y dos tartaletas, tamaño individual.
Mirad qué monas...


Y con un cafelito, ya es lo más... :-)



Espero que la probéis, veréis qué rica.
¡Qué disfrutéis del fin de semana largo, yujuuu!

miércoles, 13 de marzo de 2013

Crema de espárragos Trigueros con salsa Romesco


Dentro de nada ya empezará la Primavera y ¡yo estaré más feliz que una perdiz!

Porque yo, tan friolera como soy, estoy deseando medio año que venga el calor.
Y los que me conocen se ríen porque cuando ya está haciendo calor, ya estoy yo otro medio año preocupándome porque se va acercando el otoño y no quiero que vuelva a hacer frío, ¡jeje!

Total, que para aprovechar un poco que sigue haciendo fresco (para no decir un frío que te mueres...), hoy os traigo una receta de libro, y no de cualquier libro, del maravilloso recetario de Cocina Tradicional Español de Pizarro que gané en el concurso de Carmen hace un año.

Esta receta lleva un año esperando ver la luz en el blog, a que la repita y le saque fotos bonitas...

Cuando me llegó el libro, estuve hojeándolo motones de veces, mirando todas las maravillas que contiene, y no sabía qué elegir.
Me encontré con esta excelente receta y, con lo que me gustan las cremas, esperé a que viniera a verme mi hermana para probarla.
En su día, salió deliciosa pero claro, estando ella, no quise ponerme a sacarle fotos al plato, así que pensé "no pasa nada, ya la repetiré otro día..."
Y bueeeeno, empezó la primavera... y ya no era temporada de espárragos ni de sopas calientes...

Así que este año, vuelvo a la carga y aquí me tenéis, con esta crema deliciosísima, que os enamorará enseguida...

El recetario es una joya, no dudéis en comprarlo, os va a encantar.
De hecho, aprovecho este post para agradecerle de nuevo a Carmen el regalo, ¡graciassssss!

Y la crema, qué os puedo decir, ¡que ya estáis tardando!

Ingredientes:
Para la salsa:
4 tomates maduros grandes
40 g de almendras
40 g avellanas
1 rebanada de pan
2 ñoras secas remojadas en agua caliente al menos 4 h
2 dientes de ajo
1 cs de vinagre de Jerez
aceite de oliva
sal / pimienta


Para la sopa:
500 g de espárragos Trigueros
1 L de caldo
1 chalota grande
aceite de oliva


Receta:

Primero, lava los tomates, hazles una incisión en forma de cruz y ponlas al horno a 220 ºC hasta que se queme la piel.
Sácalos y pélalos con la ayuda de un tenedor para no quemarte.
Tritúralos con la batidora.
Pela los ajos y trocéalos.
Tuesta el pan y trocéalo.
Abre las ñoras y quítales las pepitas.
En una sartén, en un fondo de aceite, rehoga primero el ajo medio minuto y añade las almendras, las avellanas y el pan. Tuesta como un minuto.
Bátelos con el tomate, las ñoras abiertas, el vinagre y un poco de sal y pimienta.
Ahora, lava y trocea los espárragos: ve rompiéndolos en trozos con las manos desde la punta hacia abajo, desecha la parte dura de abajo que no puedas romper.
Pela y pica la chalota, rehógala en un fondo de aceite.
Añade el caldo y sube el fuego hasta que hierva.

Cuando hierva, añade los espárragos y cuece unos 10 minutos.
Pasa a la batidora y tritura perfectamente.
Para servir, pon la crema en un plato hondo, añade una buena cucharada de salsa Romesco en el centro, y esparce un poco de pimienta recién molida.

Una maravilla...
Y si queréis probar otra receta de este libro, puede que os guste esta ensalada de cerezas, jamón serrano y queso de cabra...


¡Que os aproveche!