La receta de hoy es una receta muy especial para mí...
Recuerdo, de pequeña, ver a mi madre preparar la charlotte en casa en un molde especial que usaba ella, que había comprado en una de estas reuniones de Tupperwaere que acogía en casa de vez en cuando, y le quedaba realmente impresionante. Era concretamente éste, pero en aquel entonces lo producían en blanco con tapitas transparentes. Me encantaba este molde... En los 90, estaba muy de moda usar moldes preformados para pasteles dulces y salados, y causaban sensación cuando se ponían en la mesa. Hoy se diría que es viejuno, pero yo lo recuerdo con mucho cariño. (Sí, mi obsesión por lo molde bonitos empezó muy joven, jeje...).
El relleno puede ser incluso de crema pastelera o de ganache de chocolate, pero el más típico suele ser de nata endulzada montada bien firme (Chantilly). En esta ocasión, yo he optado por una crema que descubrí hace unos meses y que me tiene enamorada, por su sencillez, rapidez, sabor y textura firme y sedosa: la Camy Cream.
En cuanto a la fruta, siendo temporada de fresas, y teniendo en casa una deliciosa mermelada de fresas, arándanos y lavanda, he elegido hacerla así, pero se puede perfectamente usar cualquier fruta que no suelte mucho jugo. De hecho, usando melocotones o piña en almíbar, queda riquísima.
Ya tenía publicada una charlotte en el blog, que fue la tarta que elegí para el primer cumple de este blog, pero nunca la había preparado en uno de mis preciosos moldes para bundt cakes. Para esta versión, como guiño a la charlotte que hacía mi madre en su molde de Tupperwaere, he usado el molde Elegant Party de Nordic Ware, y no podéis negar que queda aún más vistosa... *_*
Os aviso de que es muy adictiva, y que, siendo 2 en casa, toda esta tarta que veis en las fotos, nos la zampamos entre los 2 en menos de 24h, ahí lo dejo...
Ingredientes (para un molde 10 cups):
250 g de bizcochitos de soletilla (2 cajas, 44 unidades)
2 vasos de leche*
500 g de mascarpone (muy frío)
250 g de nata para montar (mín. 32% materia grasa) (muy fría)
170 g de leche condensada (muy fría)
4 cucharadas de mermelada de fresa (en mi caso, casera de fresa y arándanos con lavanda)
2 o 3 fresas picaditas a daditos.
* o zumo de frutos rojos o el almíbar de la lata, en caso de fruta enlatada (se le puede añadir un chorrito de licor)
Receta:
Primero, prepara el relleno de crema.
Para ello, monta la nata con varillas y reserva en el frigo. Luego, bate el mascarpone con la leche condensada hasta integrar perfectamente, y agrega la nata en 2 o 3 tandas, incorporando suavemente en movimientos envolventes con una espátula.
Reserva en el frigo.
Ahora, ponte con la capa exterior de bizcochitos.
Prepara un plato hondo, pon la leche (necesitarás aproximadamente 2 vasos), o lo que quieras usar para empapar los bizcochitos (leche + almíbar o licor, sólo almíbar diluido con más agua, café sólo o con leche, cacao, té con o sin leche, etc.). Ve empapando los bizcochitos uno por uno en este líquido (dale 4 vueltas rápidas, no deben quedar demasiado blandos ni empapados, si no, luego soltará el excedente de jugo). Para que te hagas una idea, los bizcochitos deben seguir un poco firmes cuando los pongas en el molde, para no desmoronarse y seguir derechos mientras echas el relleno luego.
El molde no debe de ser engrasado, los bizcochos se disponen forrando directamente las paredes una vez empapados.
En este molde, que tiene una ligera curva, lo que hice fue dar una primera vuelta de bizcochitos cubriendo la pared exterior, y al terminar esta primera vuelta, presioné ligeramente cada bizcochito para ajustarlo a la curva del molde (los bizcochos van absorbiendo el líquido en el tiempo de dar la primera vuelta y se ponen más blandos, así que se doblan sin romperse tras este ratito).
Luego, hice lo mismo con la pared interior, dando una vuelta y presionando al terminar la vuelta. Intenta no dejar huecos grandes entre los bizcochos y juntarlos al máximo posible para no dejar al descubierto el relleno una vez desmoldado el pastel.
Cubre con el resto de crema, presionando para no dejar hueco.
(Si usas otra fruta y no usas mermelada, puedes simplemente ir alternando capas de crema y fruta picada, sin más).
Termina con una última capa de bizcochitos empapados. (No importa si no queda bonito, porque al darle la vuelta, no se verá).
Deja reposar tapado (con film o un lato bocabajo) en el frigo mínimo 2 horas, pero si lo hacéis de un día para otro, mejor.
Para desmoldar, basta con darle la vuelta sobre un plato, cae por su propio peso con mucha facilidad.
Por supuesto, al llevar nata, mascarpone y fruta fresca, se debe conservar en el frigorífico y no puede permanecer mucho tiempo a temperatura ambiente. Es mejor desmoldar y servir.
Ahora, sólo queda disfrutar de esta delicia...
Como véis, yo decoré un lado con un poco de mermelada y fresas frescas con azúcar glace, pero es totalmente opcional.
Os dejo babeando, y yo me voy a preparar más recetas fresquitas, que el verano está al caer...
Si os animáis, decidme qué os ha parecido.
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