lunes, 29 de junio de 2015

Ensalada Tetris de frutas



Ante todo, antes que nada, os advierto de que os voy a meter una musiquita en la cabeza y que no os la vais a poder quitar en días, que lo sepáis...
Pero me perdonaréis seguro, lo sé... ¿O no?
:-S

Es que la entrada de hoy tiene que ir acompañada de música así que, ¡niñooooo, dale al play!



Bien, ahora, podemos empezar...
:-)

La entrada de hoy es un homenaje a la generación Game Boy, a los adolescentes, niños pequeños y menos pequeños que tuvieron o pudieron probar la maquinita de Nintendo y uno de sus juegos más famosos:
el Tetris.

Luego, llegaron los móviles "cabinas telefónicas", luego los más modernos, todos con sus juegos, incluida su versión del Tetris.
¿A que os acordáis?

A lo mejor todavía la tenéis, si sois dinosaurios tecnológicos y/o enfermos de Diógenes como yo, ¡jeje!

Porque antes no había tanto Pinterest, ni Instagram, Twitter, Youtube, Facebook u otras aplicaciones adictivas con las que echar hooooras sin darte cuenta, ¡no!
Antes, lo que había eran juegos, JUE-GOS, y ya está.
Sin hablar de los libros, que ahí ya, me pierdo...

Bueno, y la generación anterior, ni os cuento lo que hacían con una cuerda, una chapa y/o un trozo de madera o de neumático, ¡de locosss!!!

En fin, hoy, mi homenaje es para este juego facilito, de formas de colores, que consistía en completar líneas para ganar.
Cuantas más, mejor, y no era fácil, porque cuando subías de nivel se aceleraba la música y la velocidad de bajada de las formas, y si te despistabas, se acumulaba una montonera y meeeeec, GAME OVER...
:-)

Pero, ¿y esta sensación cuando batías tu propio récord?
O el de tu herman@, padre, madre o amig@, bueeeeno...
Molaba, ¿verdad?

Estas horas de diversión se merecen un homenaje, ¡claro que sí!
¡Y con música!
(Estáis de la musiquita hasta la coronilla ya, ¿no?)
:-D

Total, que la ensalada de hoy no es ni más ni menos que una reproducción del Tetris con fruta y colores.
¿Ah que es lo más?
Sé que si fuera de verdad, las líneas completas habrían explotado pero, os propongo una cosa...
Cada línea que completéis, os la zampáis, ¡y listo!

¿Os parece?

Pues venga, ¡al ataquerrr!


Ingredientes:
1/8  de sandía
1/2 papaya
1/2 piña
2 kiwis
12 cerezas

Para aderezar (opcional):
el zumo de 1/2 limón
1 cc de miel
sal de rosas
unas hojitas de hierbabuena

Receta:
Corta la fruta en rodajas y luego en cuadrados.
Dispón en el plato siguiendo patrones de formas del Tetris.

Yo hice el mío previamente:

Si tu fruta no está muy dulce, puedes preparar el aderezo que consiste en mezclar el zumo de limón y la miel y regar la fruta.
Para darle el punto, unos granitos de sal de rosas y unas hojitas de hierbabuena.




Y ahora, ¡a comerrr!

Con esta ensalada participo en la campaña #Ponunaensalada en tu verano 2015 que organiza mi Rosi Sugg-r and some Salt con la colaboración de Claudia & JuliaLafioreSeñoríos de RelleuUn huerto en mi balcón y Vive la Fruta {del huerto a tu casa u oficina}.


Y si tenéis ganas de reíros un rato, os dejo un vídeo de bromas con las formas de Tetris que es para troncharse:



¡Feliz semana, amig@s!



jueves, 25 de junio de 2015

Ensalada de espinacas con salmón


¡Estamos que nos salimos con las ensaladas!
Operación bikini en su apogeo, oh yeah!
:-D

Este año, no me pierdo ninguna oportunidad de publicar las ricas ensaladas que van saliendo de mi cocina, ¡no, no, no!
La que os traigo hoy, concretamente, es una que hice por casualidad la semana pasada y que nos gustó tanto que la he repetido para publicarla.

Es una forma ideal de reciclar las sobras de salmón pero también se puede adaptar y preparar con salmón ahumado, a falta de salmón fresco.
También venden salmón cocido en conserva en algunas tiendas (como el Corte Inglés), que nos vale perfectamente para esta receta.
La primera vez que la hice, la preparé con huevos de gallina y esta vez, con huevitos de codorniz, para que quede más mona, pero cualquier elección es buena.

Porque claro, como es otra receta para el recetario de ensaladas de mi Rosi, tenía que quedar vistosa.
:-)

¿No sabéis de lo que hablo?
¿No os habéis apuntado al reto/sorteo #ponunaensalada?
¡Ya estáis tardando!
Pinchad en esta imagen:


Esta ensalada es muy sana y fresquita, y una opción perfecta para comer pescado en frío, ahora que aprieta el calor...


¿Os cuento cómo se prepara? 


Ingredientes (para dos personas):
espinacas (dos platos hondos)
2 pepinos pequeños
1 rodaja de salmón fresco*
4 huevos de codorniz o 1 huevo grande de gallina
1 buen puñado de pistachos tostados y pelados sin sal
1 chalota pequeña (sustituible por cebolla roja)
2 cc de mostaza de Dijon
granos de mostaza (opcional o podéis usar mostaza de Dijon con los granos integrados)
sésamo negro (sustituible por sésamo corriente tostado)
aceite de oliva
3 cs de vinagre
sal ahumada*

*Si vais a usar salmón ahumado, no uséis sal ahumada y salad poco ya que el salmón ahumado ya lleva bastante sal.

Receta:
El día anterior o por la mañana, cuece el salmón y los huevos, deja enfriar y lleva al frigorífico.
Salmón:
Pon agua a hervir, sumerge el salmón y cuenta 2 a 4 minutos según el grosor de la rodaja.
Saca con una espumadera y deja enfriar.
Huevos:
Pon los huevos en agua fría con un chorrito de vinagre, lleva a ebullición y cuenta, desde el primer burbujeo del agua, 5 minutos para los huevos de codorniz o 10 minutos para el de gallina (si es muy grande, 11 minutos). Sumerge inmediatamente en agua muy fría.

A la hora de comer, pela los huevos y el pepino. Trocea el pepino en rodajas.
Quítale la piel, las espinas y la grasa que pudiera quedar al salmón y trocea con cuidado en tacos.
Pica gruesamente los pistachos.
Pela y pica la chalota.
En un cuenco, mezcla el vinagre con la mostaza hasta incorporar y agrega la chalota picada.

En cada plato, extiende una cama de espinacas.
En el centro, reparte las rodajas de pepino.
Dispón encima unos tacos de salmón y huevo duro partido.
Riega con el aliño de mostaza/vinagre/chalota.
Reparte pistachos, semillas de mostaza y de sésamo encima.
Riega con aceite de oliva y echa un poco de sal ahumada, en su caso.

¡Y listo!



¡Una ensalada completita y muy sabrosa!

Y ahora sólo queda disfrutar del fin de semana que se aproxima y del veranito que ya empezó.
¡Besos a tod@s!

lunes, 22 de junio de 2015

Coca de albaricoques - La Cocina de Babel


Hoy tenía pensado publicar otra cosa pero ya que estamos en plena temporada de albaricoques y puesto que esta receta ha sido un exitazo rotundo, he cambiado de planes y vengo con esta maravillosa coca de manteca y albaricoques, ¡para chuparse los dedillos!

La receta no es mía, es una de ésas que #reComiendo, es de mi Juanita linda, la personita que está detrás del blog La Cocina de Babel.


 Conocí a Juana en persona en una quedada de blogueros pero ya la conocía de antes por los comentarios que intercambiábamos en nuestros blogs respectivos.
Como muchos, me fascinaban sus preciosas fotografías y me gustaba mucho leer sus entradas, llenas de anécdotas y emociones, cosa que dice mucho de ella como persona.

Porque sí, el blog es una cosa personal, va mucho más allá de la simple receta.
Para recetas, puedo abrir un libro y tengo montones, pero un blog es un trocito de cada persona que lo redacta y lo mantiene día tras día.
Te desvela sus gustos, su carácter, sus hobbies, su forma de pensar y de expresarse, sus aficiones y, al fin y al cabo, su alma.

Y esto, a Juana le importa mucho.
Los que leemos sus posts y la conocemos, sabemos que es una persona realmente especial, por montones de cosas como los detallitos que tiene con cada uno, su apoyo, su sonrisa, su valentía y su coraje por expresar en todo momento su forma de pensar con franqueza y sin tapujos, sin importarle lo que puedan decir o pensar los demás.
Eso es una cualidad que pocas personas tienen y es una de las cosas que hace que Juana sea una persona muy especial para mí.

Pero además de todo eso, también es muy buena cocinera.
Y, aunque publique muchas cositas saladas, tiene en su blog unos dulces que son para caerse de espalda, en serio.
 Esta coca es uno de ellos.


Aquí en Madrid, es casi imposible conseguir albaricoques de Porreres como los que tienen en Mallorca (y que tuve la suerte de probar allí en un mercado con Caty y Juana hace ya dos años en la primera quedada #Gastrobaleares), pero unos buenos albaricoques españoles os servirán perfectamente.
Los demás ingredientes son de lo más básicos y fáciles de encontrar.

Sé que os puede dar pereza encender el horno con el calor que está haciendo ya pero os prometo que al probar el primer bocado de esta coca, se os olvidará el calor, sólo querréis comer más, ¡jeje!

Es tierna, esponjosa, los albaricoques se funden en la boca...
Es una maravilla...


Mi única aportación a la receta es que uséis harina panificadora (W=200, tipo Gallo "repostería"), ya que os ayudará luego al amasar y levar.
Ah, y haced caso a las dimensiones del molde que os da Juana, es el tamaño perfecto.
Mi molde era un pelín más pequeño y, como veis, es un poco justo.

Aparte de eso, creo que las imágenes hablan por sí solas, ¿no?


Si queréis un trocito, olvidáos de pasar por mi casa, no queda ni una miguita, ¡voló!
:-)

Me temo que tendréis que prepararla vosotros y devorarla sin piedad...

¡Un beso muy grande a todos y a disfrutar del veranooo!


jueves, 18 de junio de 2015

Papas a la huancaína


Hoy vengo con una entrada muy larga y llena de cariño, colores, recuerdos y buen rollo.
¿Os mola el plan?
Pues poneos musiquita, servíos un cafecito y ¡vámonos!

Después de una entrada dedicada a mi tierra, toca cumplir con mi promesa y hablaros del país precioso al que celebré mi luna de miel hace un mes:


Además, haré un 2 por 1, porque la receta de hoy, además de ser un manjar peruano, es otra ensalada que va directa a la lista de mi Rosi para su reto #ponunaensalada 2015.


Cuando elegimos Perú como destino de luna de miel, tenía en mente una idea un poco confusa del país. Me imaginaba un lugar muy selvático, con muchas ruinas y templos, y muy poco desarrollado tal y como se entiende hoy en día en el mundo occidental. Y eso fue una de las razones que me animaban a ir a conocerlo (eso y la fama que tiene su gastronomía, no nos engañemos, ¡jeje!)

Ahora que he viajado allí, os puedo decir que es un país que merece mucho la pena visitar, tanto por su patrimonio cultural e histórico, como por su belleza y su gente.
¡La variedad de paisajes, animales, flores, colores es realmente increíble!
Y no he visto gente tan amable y educada como los Peruanos, de verdad.

Es muy difícil resumir todo en una entrada solamente pero en grandes rasgos, digamos que la mejor palabra que me viene a la mente es dualidad: yacimientos de antiguas civilizaciones / ciudades en pleno desarrollo, respeto hacia las tradiciones / apertura a la modernidad y la tecnología, actividad agrícola / servicios y turismo. De hecho, esta dualidad ya era muy presente en las antiguas culturas, incluida la inca.
Y con dualidad, no quiero decir división, sino coexistencia de conceptos y hábitos a priori opuestos pero que allí se hacen perfectamente compatibles.

Para empezar con mi relato, allí descubrí que la flor nacional del país es la cantuta, una flor muy sencilla, aunque preciosa, algo que sorprende teniendo en cuenta la multitud de flores impresionantes que hay en el país.


Las ciudades pequeñas, al tener pocas calles asfaltadas, son bastante polvorientas y contaminadas pero las grandes ciudades, como Lima o Cuzco, son muy parecidas a las ciudades europeas.
En ellas abunda el arte urbano: grafiti, esculturas, mosaico...




Lima es sin lugar a dudas una capital increíblemente bonita.
Era la primera vez que veía el Pacífico y fue una sensación irrepetible...

Nos hubiera encantado disponer de más tiempo para visitarla más a fondo pero bueno, así tenemos una excusa para volver...
:-)



Una de las impresiones que me he llevado es que el pueblo peruano debe de ser un pueblo que ha tenido que luchar mucho por su libertad, porque este afán de ser libre está muy presente en su cultura, sus edificios y su forma de ser.

En Arequipa, hasta tienen un mirador cuyos arcos llevan grabadas unos mensajes inspiradores, unas citas sobre la libertad y la lucha por ella: Yanahuara.



En cuanto a fauna, a lo largo de nuestro viaje, vimos montones de camélidos.

Guanaco

Llama

Alpaca

¡Y muchísimas palomas!
Pero ojo, no anidan en los tejados de los edificios como en Europa, es muy curioso.
Igual es por darles mucho de comer en las plazas...


¡Hasta vimos colibríes!
Fue una alegría para nosotros, ya que estábamos deseando verlos. Vimos varios e incluso pudimos fotografiar unos, ¡y eso sí que fue un regalo!


En todas partes, fuera de las ciudades, puestos de artesanía llenos de colores, con sus vendedoras con trajes tradicionales.



 En Puno, vimos el lago Titicaca, las islas artifciales de Uros y sus embarcaciones de totora (papiro).


Los paisajes de la cordillera andina, que nos dejaron sin palabras...


Las plazas e iglesias coloridas, decoradas con guirnaldas de bolsas de plástico recicladas con motivo de las fiestas locales.


Carnicerías "al aire libre" :-)


Gente local, niños adorables, pescaderos, vendedoras de hierbas...
Todos siempre sonrientes, amables y educados en todo momento, estén como estén, donde sea, una gran lección de vida...




Y por supuesto, el tren inca al Machu Picchu, un viaje inolvidable...



Durante nuestra estancia, rendimos buena cuenta de la gastronomía local, probando todo lo que pudimos, todos los manjares de este maravilloso país, y volvimos encantados.
Pudimos cenar en dos locales de Gastón Acurio, comer en bares típicos, probar las bebidas y los platos más representativos del país como la causa limeña, el ceviche, los tiraditos, el lomo saltado, los chicharrones de pollo, la sopa de quinoa, la alpaca, el cuy, el seco de res, la limonada (de lima), la chica morada...

Y para representar la gastronomía de Perú, hoy, no podía dejar de mencionar uno de los ingredientes más preciados del país: la "papa".
Increíble, ¿verdad?

Ese es uno de los puestos de la "calle" de las patatas del mercado de Puno,
¡mirad qué cantidad de patatas distintas!


Y hoy, la receta que os presento es un entrante deliciosísimo que pudimos probar allí y que, personalmente, no conocía de antes pero que me alegro mucho de haber descubierto:
las papas a la huancaína. Las que comimos allí eran éstas:


Yo os traigo la receta de este plato, aunque un poco adaptada (no le he echado aceite de girasol).
Tenéis que saber que es un poco como el gazpacho: cada casa tiene su versión, sus proporciones, etc.
Algunos no echan ni ajo ni galletas saladas, otros una cosa y la otra no, en fin, eso es al gusto de cada uno.
Lo que sí os puedo decir es que la receta que os traigo es igual de sabor que la que probé allí (bueno, las probamos en varias ocasiones, sí, somos así de golosos).
:-)

Así que os voy a contar cómo se preparan, ¡al lío!

Ingredientes (para 4 personas):
1 bolsita de "galletas de soda" o "crackers" (galletas saladas) (34g)
200 g de queso fresco (yo compré peruano en una tienda latina pero de Burgos con sal os vale, es igual)
1 diente de ajo pequeño
4 cc de ají amarillo en pasta (si te gusta más picante, 5 cc)
300 ml de leche evaporada
4 patatas grandes u 8 pequeñas
4 huevos
unas hojas de lechuga
unas aceitunas negras


Receta:
Pon los huevos a cocer en agua hirviendo hasta que estén duros (10 minutos cuando empiece a hervir).
Cuece las patatas en agua hirviendo (por si acaso, que no pase lo del "león come gambas" :-), cuece hasta que puedas pincharlas hasta el centro con un cuchillo sin resistencia).
Escúrrelas y deja enfriar un poco mientras preparas la salsa.

En la batidora de vaso, pon las galletas, el queso cortado en trozos, el diente de ajo pelado sin germen, la pasta de ají y la leche.
Muele hasta que quede muy fino.
Pela los huevos y córtalos en rodajas (a lo ancho) o en 6 trozos (a lo largo).
Pela las patatas y córtalas a rodajas gruesas (a lo ancho).
En un plato, pon unas hojas de lechuga.
Extiende una capa de patatas encima.
Cubre con salsa.

Decora con huevo duro y aceitunas y... ¡tachán!






Y sólo me queda despedirme y desearos ¡un buen fin de semana anticipado!
Espero que el viaje a Perú os haya gustado y os anime a descubrir este maravilloso país...

¡Besos a tod@s!