Cheesecake de higos

Hoy es un gran día, ¡hoy La Chef A estrena su nuevo look!

Ya en el último lavado de cara, había querido dar más claridad y orden a este espacio pero, por falta de tiempo, aún quedaban flecos que no había podido arreglar.
En estos últimos días, me he puesto con ello y he dedicado muchas, muchas horas a organizar, diseñar, hacer, deshacer, y creo que he conseguido lo que andaba buscando: un blog más claro y ordenado, más atractivo y personalizado y, ojo, ¡con perfil más detallado y foto!

Por supuesto, en este nuevo diseño, las Recetas de Flandes siguen teniendo su apartado propio, ya que son mi homenaje particular a la tierra que me vio crecer y que ocupan un lugar muy especial en este blog.

También estrenamos nueva sección, que he llamado "de temporada", un espacio donde iré actualizando los contenidos en función de la época del año, de sus productos estrella o eventos y fechas señaladas.

Y bueno, lo demás ya lo iréis descubriendo poco a poco, espero que os guste...
Por favor, contadme qué os parece, ¡¡me interesa mucho saberlo!!

Ahora, vayamos con la increíble receta que acompaña esta gran noticia...

Una de las frutas de final de verano por excelencia son los higos.

Si os digo la verdad, cuando vivía en el Norte de Francia, no nos llegaba mucha fruta sabrosa y creo que no llegué a probar unos higos en condiciones antes de llegar a España.

Imaginaos mi sorpresa al probarlos por primera vez...

Este sabor, este color, esta textura, ¡fue una revelación!

No os voy a engañar, no es mi fruta favorita pero sí que me gusta mucho y cada año, cuando llegan las brevas, y luego los higos, siempre me llevo unos cuantos a casa y los disfruto solos, con queso, o en mermelada.

De hecho, os recomiendo esta deliciosa mermelada que publiqué hace tiempo, que está de vicio...

Probadla, ya veréis qué buena ;-)

Hace poco, me saltó en Facebook la receta de cheesecake de higos de Sophie Bakery y, en cuanto la vi, fue amor a primera vista.

*_*

Cuando pasé por la frutería, allí estaban esperándome, tan hermosos y en su punto, unos higos perfectos, y claro, no pude resistirme, enseguida los compré para probar la receta de Sophie.

No obstante, como siempre, porque no lo puedo remediar y porque no encontré todos los ingredientes que mencionaba en su receta, tuve que adaptarla un poco.

De modo que os propongo mi versión, un poco adaptada, y que está

¡¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!!

Ingredientes (para un molde desmontable de 20 cm):
Para la base:
60 g de galletas Digestive de avena
40 g de nueces peladas
40 g de avellanas tostadas sin sal
40 g de almendras tostadas sin sal
100 g de higos
60 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente

Para la tarta:
500 g de queso crema para untar (el mío, DIA light)
200 g de queso mascarpone
60 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
2 huevos
200 g de azúcar blanco
la ralladura de medio limón
1 cucharadita (de moka) de extracto de vainilla o vainilla en polvo
30 g de Maizena
higos frescos y flores silvestres.

Cubre el fondo de un molde desmontable con un papel de horno (unta un poco de mantequilla sobre el fondo y pega el papel, así no se moverá).
Precalienta el horno a 160 ºC.
En la picadora, tritura las galletas, las nueces, las avellanas y las almendras hasta moler bien.
Añade los higos y la mantequilla y vuelve a triturar hasta que se haga una pasta.
Cubre con esta masa toda la base del molde y alisa con una espátula o cuchara (sale una pasta blanda, es normal). Reserva (mejor en el frigo).

Ahora, bate a baja velocidad (para no incorporar mucho aire que formarían burbujas en la cocción) el queso de untar, el mascarpone, la mantequilla y el azúcar hasta que quede suave y esponjosa.
Añade de uno en uno los huevos, batiendo a baja velocidad hasta que estén bien integrados.
Agrega la Maizena, la ralladura de limón y la vainilla y bate un poco más, sólo para integrar bien, siempre despacio.
Verás que la mezcla está espesa y cremosísima.

Vierte la mezcla en el molde sobre el fondo de galleta y alisa la superficie con una espátula o cuchara.
Hornea durante unos 50 minutos, hasta que la superficie esté dorada. Si ves que se dora mucho antes de tiempo, cubre con papel de aluminio para poder seguir cociendo sin que se queme lo de arriba.
Apaga el horno y saca el pastel un momento para pasar el borde del cuchillo alrededor y despegarlo, y vuelve a introducirlo en el horno apagado. Déjalo en el horno hasta que este enfríe totalmente (eso permitirá que no se raje la tarta).
Cuando esté completamente frío (tarda varias horas), sácalo del horno y pásalo al frigorífico.
A la hora de servir, desmóldalo y decóralo con higos frescos y flores y/o hojitas.

 Sólo queda disfrutar de este delicioso cheesecake.

¿Os apetece un trocito?

Mientras pongo el té y el café, comentadme qué os ha parecido el nuevo diseño.

Yo os espero en casa para desayunar...

;-)

¡Besos a tod@s!