Cheesecake de kaki

Cada vez que bajamos a ver a mis suegros, volvemos a Madrid con bolsas cargadas de comida.

Este mes, ha tocado kaki. :-)

Mucho kaki...

Yo, estoy encantada porque me gusta mucho esta fruta, pero algo hay que hacer con tanta fruta.

Si os digo la verdad, nunca había probado el kaki antes de llegar a España y no sabía lo que me perdía...

En este caso, se utiliza kaki Persimón.

El nombre de Persimón es muy curioso, no vale para cualquier kaki.

Os recomiendo leer la historia en este link.

No es una fruta que se suela utilizar en platos, se suele comer tal cual, pelada y en crudo.

No obstante, se puede tomar caliente perfectamente.

De hecho, el otro día, probamos el salteado de kaki en este post, y ¡estaba de muerte!

Hoy, probaremos una nueva receta.

La encontré en este blog, dedicado a los kakis Persimón.

La hice a mi manera, pesando los ingredientes, pero aparte de eso, no cambié nada.

Sin más, esta deliciosa receta de tarta de queso y kakis Persimón.

Ingredientes:

Para el fondo de tarta:

200 g de nueces peladas

100 g de azúcar moreno

100 g de mantequilla

Para la tarta:

5 kakis Persimón

200 g de quesitos El Caserío (1 caja menos 3 quesitos aprox.)

75 g de azúcar blanco

1 c. moka de canela en polvo

1 c. moka de jengibre

6 huevos

Para el recubrimiento:

200 ml de nata para montar (1 brick pequeño)

3 cs de azúcar blanco

1 cc de extracto de vainilla

Receta:

Primero, precalienta el horno a 180 ºC.

Tritura las nueces con el azúcar moreno y la mantequilla en la picadora.

Tiene que quedar muy fino, así:

Cubre el fondo de un molde desmontable con esta mezcla y hornea unos 15 minutos (se tiene que dorar).

Mientras tanto, pela los kakis y trocealos.

Vuélcalos en la picadora.

Al cabo de los 15 minutos, saca el fondo de tarta del horno y déjalo enfriar (yo lo puse al borde de la ventana abierta). No apagues el horno.

Volvamos con los kakis.

Tritúralos hasta obtener un puré muy fino. 

Agrega los quesitos y tritura de nuevo.

La mezcla se pondrá más clara.

Añade el azúcar blanco, la canela y el jengibre.

Añade los huevos (yo los añadí en dos partes para que se mezclaran bien).

Cuando esté todo bien mezclado, vierte encima del fondo de tarta y hornea durante 1 h.

Y así sale del horno (no lo apagues esta vez tampoco):

Deja enfriar la tarta un poco y, mientras, monta la nata con las 3 cs de azúcar y el extracto de vainilla.

Reparte la nata encima de la tarta y hornea otros 10-15 minutos hasta que se dore la tarta (en posición grill será más efectivo).

 Deja enfriar y pasa al frigo para que cuaje: tendrá que estar en el frigo al menos 3 h.

Yo la hice por la noche para consumir de postre al día siguiente y tuvo la consistencia ideal.

¿No tiene una pinta maravillosa?

Desde luego, pienso probar otra receta de este blog...

¡Un beso a tod@s!