Esta primavera se está haciendo un poquito caprichosa, ¿no os parece?
Entró radiante, con un sol maravilloso y unas temperaturas muy agradables, al menos en Madrid, pero ahora parece que el frío y la lluvia vuelven con bastantes ganas de quedarse.
Hombre, es verdad que el dicho dice que hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo, y también hay que reconocer que ha llovido muy poco este invierno (de hecho, sólo he podido ponerme mis preciosas primeras botas de agua sólo dos veces, siguen nuevecitas en su caja :-) ), pero yo estoy con ganas ya de terrazas, paseos al sol y picnics en el campo...
Bueno, todo se andará, no hay que ser impaciente.
Y mientras, para amenizar la espera de unas temperaturas más agradables, os traigo un plato de rechupete, muy sabroso y típico en Francia: el "lapin chasseur".
Ya sabéis que, aunque no le guste a mi chico (porque tiene muchos huesos), a mí, me encanta la carne de conejo. Es sana, suave, poco calórica, y es perfecta en guisos con salsas de todo tipo.
Aquí os dejo el enlace a las recetas de conejo que he publicado hasta la fecha.
El plato de hoy es un plato tradicional que se suele elaborar en Francia los domingos, cuando se reúne la familia.
El nombre es gracioso, ya que parece que es el conejo quien caza al cazador, en vez de lo contrario. De hecho, hay gente que llama este plato "lapin sauce chasseur", es decir, "conejo salsa cazador" porque le suena mal de la otra manera.
En todo caso, en mi casa, siempre se ha llamado el "lapin chasseur".
Existen unas cuantas viñetas sobre está temática, del famoso dibujante y autor de cómics belga Franquin, que son de lo más satírica pero muy graciosa, como ésta:
Entre juegos de palabras y dibujos sencillos, el autor ilustra la historia del cazador cazado.
Y yo os propongo disfrutar de una clásico de la gastronomía francesa, que se suele acompañar con arroz blanco o patatas hervidas (en mi casa, siempre con patatas), con el que os chuparéis los dedos (literalmente).
;-)
¡Vamos allá!
Ingredientes (4-6 personas):
1 conejo entero troceado (con vísceras y cabeza)
200 g de bacon ahumado
250 g de cebollitas francesas
250 g de champiñones
1 zanahoria
200 ml de vino blanco semi seco
100 ml nata para cocinar (18 % m.g.)
1 hoja de laurel
1/2 cc de perejil picado (seco)
1/2 cc de tomillo (seco)
sal y pimienta
aceite de oliva
agua
Para acompañar:
1 patata o 2 por persona y/o arroz blanco
Receta:
Primero, prepara los ingredientes:
- Lava bien el conejo en agua fría, déjalo limpio de pieles, restos de sangre. etc.
- Corta el bacon ahumado a tiras.
- Pela las cebollitas.
- Pela y corta la zanahoria.
En una olla grande (preferiblemente de hierro fundido), en un poco de aceite de oliva, rehoga el bacon hasta que queda doradito.
Saca con una espumadera y reserva.
En la misma grasa, dora todos los trozos de conejo (yo lo hago en dos tandas).
Si hace falta, añade un chorrito de aceite de oliva.
Mientras se dore, prepara los champiñones (córtales la parte del pie que tiene tierra y límpialos con un papel de cocina humedecido).
Trocéalos (si son gordos, los corto a laminitas pero si son pequeños, los dejo enteros o los corto a cuartos).
Aparta el conejo dorado.
En la misma olla, añade un chorrito de aceite de oliva y dora las cebollas con la zanahoria y una pizca de sal.
Una vez doradas, echa el vino de un golpe (para desglasar) y deja hervir 2-3 minutos para evaporar el alcohol.
Añade los champiñones, las hierbas, salpimienta y mezcla.
Agrega el bacon.
Remueve para mezclar bien.
Pon el conejo encima, mezcla un poco y cubre con agua.
Deja cocer medio tapado aproximadamente 30 minutos (hasta que veas que la carne se despega del hueso).
Mientras tanto, prepara la guarnición: cuece el arroz o las patatas peladas y cortadas a cuartos (a lo largo).
Al cabo de la 1/2 h de cocción, echa la nata.
Mezcla para ligar la salsa.
Deja cocer 2 minutos (sin tapar) más y apaga el fuego.
Tapa y deja reposar 5 minutos antes de servir.
Sirve en platos hondos y trae la fuente con la guarnición en la mesa (patatas o arroz) para que cada uno se eche lo que quiera.
Ya veis, un plato tradicional, sencillo, ¡pero de lo más rico!
Espero que os animéis.
;-)
¡Un beso a tod@s y buena semana!
Tiene que estar muy bueno, con esa salsa de champiñones y nata. En mi casa, a mi hija tampoco la gusta el conejo, menos mal que al resto de mis hijos si les gusta.
ResponderEliminarbesos,
Jeje, ya ves, Carmen, para gustos, los colores. De todos modos, se lo come igual, si le doy las presitas que tienen más carne y menos hueso, se lo come. :-)
EliminarEl caso es que con pollo no queda igual porque el conejo tiene mucho hueso y sólo con la cabeza, espesa la salsa, mucho más que con muslitos de pollo, aunque te digo que esta salsa le va muy bien también.
En fin, me alegro de que te haya gustado. ;-)
Espero que lo pruebes y me cuentas.
¡¡Un besito, Carmen!!
Huau, que pintaza este conejo..A mi me gusta también mucho el conejo..y me ha encantado esta leyenda sobre esta receta. Estoy pensando que se lo haré en plan sorpresa un día a mi amigo Laurent, que es francés de Gap, y que seguro, le traerá recuerdos. Me parece una receta deliciosa y también me inclino por las patatas como acompañamiento. Por original.
ResponderEliminarUn beso preciosa y buena semana!
Ah, mira qué bien! Pues ya me contarás. No es nada difícil, sólo un poco laborioso por el tema de limpiar el conejo, pelar las cebollitas, etc., pero bien merece la pena, ¡está riquísimo!
EliminarYa que te gusta el conejo, esta receta te va a encantar, pero también puedes hacerla con muslos y contramuslos de pollo (con hueso siempre), sale perfecta también. ;-)
¡Un besote, Mon, y buen semana igualmente!