jueves, 18 de junio de 2015

Papas a la huancaína


Hoy vengo con una entrada muy larga y llena de cariño, colores, recuerdos y buen rollo.
¿Os mola el plan?
Pues poneos musiquita, servíos un cafecito y ¡vámonos!

Después de una entrada dedicada a mi tierra, toca cumplir con mi promesa y hablaros del país precioso al que celebré mi luna de miel hace un mes:


Además, haré un 2 por 1, porque la receta de hoy, además de ser un manjar peruano, es otra ensalada que va directa a la lista de mi Rosi para su reto #ponunaensalada 2015.


Cuando elegimos Perú como destino de luna de miel, tenía en mente una idea un poco confusa del país. Me imaginaba un lugar muy selvático, con muchas ruinas y templos, y muy poco desarrollado tal y como se entiende hoy en día en el mundo occidental. Y eso fue una de las razones que me animaban a ir a conocerlo (eso y la fama que tiene su gastronomía, no nos engañemos, ¡jeje!)

Ahora que he viajado allí, os puedo decir que es un país que merece mucho la pena visitar, tanto por su patrimonio cultural e histórico, como por su belleza y su gente.
¡La variedad de paisajes, animales, flores, colores es realmente increíble!
Y no he visto gente tan amable y educada como los Peruanos, de verdad.

Es muy difícil resumir todo en una entrada solamente pero en grandes rasgos, digamos que la mejor palabra que me viene a la mente es dualidad: yacimientos de antiguas civilizaciones / ciudades en pleno desarrollo, respeto hacia las tradiciones / apertura a la modernidad y la tecnología, actividad agrícola / servicios y turismo. De hecho, esta dualidad ya era muy presente en las antiguas culturas, incluida la inca.
Y con dualidad, no quiero decir división, sino coexistencia de conceptos y hábitos a priori opuestos pero que allí se hacen perfectamente compatibles.

Para empezar con mi relato, allí descubrí que la flor nacional del país es la cantuta, una flor muy sencilla, aunque preciosa, algo que sorprende teniendo en cuenta la multitud de flores impresionantes que hay en el país.


Las ciudades pequeñas, al tener pocas calles asfaltadas, son bastante polvorientas y contaminadas pero las grandes ciudades, como Lima o Cuzco, son muy parecidas a las ciudades europeas.
En ellas abunda el arte urbano: grafiti, esculturas, mosaico...




Lima es sin lugar a dudas una capital increíblemente bonita.
Era la primera vez que veía el Pacífico y fue una sensación irrepetible...

Nos hubiera encantado disponer de más tiempo para visitarla más a fondo pero bueno, así tenemos una excusa para volver...
:-)



Una de las impresiones que me he llevado es que el pueblo peruano debe de ser un pueblo que ha tenido que luchar mucho por su libertad, porque este afán de ser libre está muy presente en su cultura, sus edificios y su forma de ser.

En Arequipa, hasta tienen un mirador cuyos arcos llevan grabadas unos mensajes inspiradores, unas citas sobre la libertad y la lucha por ella: Yanahuara.



En cuanto a fauna, a lo largo de nuestro viaje, vimos montones de camélidos.

Guanaco

Llama

Alpaca

¡Y muchísimas palomas!
Pero ojo, no anidan en los tejados de los edificios como en Europa, es muy curioso.
Igual es por darles mucho de comer en las plazas...


¡Hasta vimos colibríes!
Fue una alegría para nosotros, ya que estábamos deseando verlos. Vimos varios e incluso pudimos fotografiar unos, ¡y eso sí que fue un regalo!


En todas partes, fuera de las ciudades, puestos de artesanía llenos de colores, con sus vendedoras con trajes tradicionales.



 En Puno, vimos el lago Titicaca, las islas artifciales de Uros y sus embarcaciones de totora (papiro).


Los paisajes de la cordillera andina, que nos dejaron sin palabras...


Las plazas e iglesias coloridas, decoradas con guirnaldas de bolsas de plástico recicladas con motivo de las fiestas locales.


Carnicerías "al aire libre" :-)


Gente local, niños adorables, pescaderos, vendedoras de hierbas...
Todos siempre sonrientes, amables y educados en todo momento, estén como estén, donde sea, una gran lección de vida...




Y por supuesto, el tren inca al Machu Picchu, un viaje inolvidable...



Durante nuestra estancia, rendimos buena cuenta de la gastronomía local, probando todo lo que pudimos, todos los manjares de este maravilloso país, y volvimos encantados.
Pudimos cenar en dos locales de Gastón Acurio, comer en bares típicos, probar las bebidas y los platos más representativos del país como la causa limeña, el ceviche, los tiraditos, el lomo saltado, los chicharrones de pollo, la sopa de quinoa, la alpaca, el cuy, el seco de res, la limonada (de lima), la chica morada...

Y para representar la gastronomía de Perú, hoy, no podía dejar de mencionar uno de los ingredientes más preciados del país: la "papa".
Increíble, ¿verdad?

Ese es uno de los puestos de la "calle" de las patatas del mercado de Puno,
¡mirad qué cantidad de patatas distintas!


Y hoy, la receta que os presento es un entrante deliciosísimo que pudimos probar allí y que, personalmente, no conocía de antes pero que me alegro mucho de haber descubierto:
las papas a la huancaína. Las que comimos allí eran éstas:


Yo os traigo la receta de este plato, aunque un poco adaptada (no le he echado aceite de girasol).
Tenéis que saber que es un poco como el gazpacho: cada casa tiene su versión, sus proporciones, etc.
Algunos no echan ni ajo ni galletas saladas, otros una cosa y la otra no, en fin, eso es al gusto de cada uno.
Lo que sí os puedo decir es que la receta que os traigo es igual de sabor que la que probé allí (bueno, las probamos en varias ocasiones, sí, somos así de golosos).
:-)

Así que os voy a contar cómo se preparan, ¡al lío!

Ingredientes (para 4 personas):
1 bolsita de "galletas de soda" o "crackers" (galletas saladas) (34g)
200 g de queso fresco (yo compré peruano en una tienda latina pero de Burgos con sal os vale, es igual)
1 diente de ajo pequeño
4 cc de ají amarillo en pasta (si te gusta más picante, 5 cc)
300 ml de leche evaporada
4 patatas grandes u 8 pequeñas
4 huevos
unas hojas de lechuga
unas aceitunas negras


Receta:
Pon los huevos a cocer en agua hirviendo hasta que estén duros (10 minutos cuando empiece a hervir).
Cuece las patatas en agua hirviendo (por si acaso, que no pase lo del "león come gambas" :-), cuece hasta que puedas pincharlas hasta el centro con un cuchillo sin resistencia).
Escúrrelas y deja enfriar un poco mientras preparas la salsa.

En la batidora de vaso, pon las galletas, el queso cortado en trozos, el diente de ajo pelado sin germen, la pasta de ají y la leche.
Muele hasta que quede muy fino.
Pela los huevos y córtalos en rodajas (a lo ancho) o en 6 trozos (a lo largo).
Pela las patatas y córtalas a rodajas gruesas (a lo ancho).
En un plato, pon unas hojas de lechuga.
Extiende una capa de patatas encima.
Cubre con salsa.

Decora con huevo duro y aceitunas y... ¡tachán!






Y sólo me queda despedirme y desearos ¡un buen fin de semana anticipado!
Espero que el viaje a Perú os haya gustado y os anime a descubrir este maravilloso país...

¡Besos a tod@s!


4 comentarios :

  1. ay qué post tan bonito, sis! qué lindo país, qué lindo es descubrir lugares espectaculares y conocer gente maravillosa... las fotos hablan por sí solas, creo que tengo que ir a Perú jejejeje ya sé que además comistéis de maravilla, ya es la cerise sur le gateau !!
    mil gracias por traernos un poquito o un muchito de lo que pudiste ver por esas tierras!! y por estas papas que tienen una pinta insuperable!! otro recetón para el recetario, yehhhhhhh!!
    gracias por acordarte de nosotros durante el viaje, eres un sol, mi hermanita bloguera!!
    besos para ti y tu chico y a disfrutar el finde como toca!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué guay, sister! Pues de verdad, si podéis, no dudéis en ir, ahora que sigue siendo un país barato, porque el turismo se está desarrollando mucho y puede que cada año que pase cueste más.
      En cuanto a la ensalada, me alegro mucho de que te guste y espero que mucha gente la pruebe, porque es muy fácil y sabe a gloria... Que sepas que te tengo otra ensalada por presentar, a ver si la semana que viene puedo colarla... ;-)
      Un besote, mi sisterrr!! Disfruta mucho del finde, MUASSSS!!

      Eliminar
  2. Es precioso este post Aurélie, gracias por compartir los recuerdos de un viaje tan maravilloso! Yo tengo muchísimas ganas de cruzar el charco y visitar América del Sur, en parte porque mi padre pasó años en Colombia y tenemos familia y amigos allí, y también de otros países cercanos. Además Perú cada vez me atrae más, tengo una amiga de Lima que me cuenta cosas fascinantes de allá :).
    La receta además tiene muy buena pinta!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Liliana! América del Sur, no la conozco, así que no te puedo contar mucho. Perú ha sido el primer país americano que he visitado. Pero todo el mundo habla maravillas de Colombia, México, Ecuador, Brasil... Así que seguro que vayas adonde vayas, encontrarás cosas preciosas. Si estás por la zona, ya te digo que Perú merece mucho la pena. Ya nos contarás si al final te animas. ;-)
      Sobre este plato, como ves, ¡es facilísimo de preparar y está buenísimo! Espero que lo pruebes, porque seguro que te gusta.
      ¡Un besito y buena semana!

      Eliminar

No te cortes, ¡comenta cuanto quieras! :-)

Es un placer tener tu opinión y compartir experiencias contigo.
Te contestaré en cuanto pueda.

¡Muchas gracias!