jueves, 21 de julio de 2011

Makrouds


El makroud es un dulce tunecino típico de la cuidad de Kairuán. Como en muchos platos tunecinos, los ingredientes principales de esta receta son los dátiles y la sémola de trigo.
Tenía muchos dátiles en el armario y no sabía qué hacer con ellos (había demasiados para comerlos así tal cual...). Me acordé de mi libro de recetas tunecinas y busqué un plato que llevara bastantes dátiles. Cuando vi la receta del makroud, pensé "¡claro, si me encantan!". La verdad es que es una bomba calórica pero, como son bocaditos, se puede controlar un poco...

La receta es casi igual que la de mi libro, del chef Mohamed Korbi, Delicias de Túnez, colección LA COCINA MEDITERRÁNEA, de H. Kliczkowski, Edición La Fundición (p.218).
No sé si lo seguirán editando pero si lo encontráis, merece la pena comprarlo. Todas las recetas vienen ilustradas con fotos paso a paso y están acompañadas de una breve descripción. Lo único que falla es la traducción, que parece español traducido por un francófono... En fin, no lo podía tener todo.

Sin más, empecemos con los makrouds.


Ingredientes (para unos 30 makrouds):


Para la masa de sémola:
200 g de sémola fina (yo utilicé de la marca NOMEN)
20 g de mantequilla
100 ml de aceite de girasol
1 pizca de sal
unas hebras de azafrán o una pizca de azafrán molido
100 ml de agua tibia


Para el relleno:
150 g de dátiles
1 naranja (la piel)
1/2 cc de canela molida


Para el almíbar:
200 g de azúcar
1 cs generosa de miel
el zumo de medio limón


Aceite de girasol para freir




Receta:


Funde la mantequilla al microondas. Mézclala con los 100 ml de aceite de girasol.


En una fuente, pon la sémola con la sal y las hebras de azafrán hechas trocitos con los dedos. Agrega la mezcla de mantequilla y aceite y remueve para que la sémola absorba todo. 
Añade el agua tibia poco a poco y remueve con una espátula hasta que se forme una bola de masa.
Tiene que tener una textura elástica como la de la masa del pan.
Cuando ya no absorbe más, saca la masa de la fuente y amásala en la encimera unos 5-10 minutos. Déjala reposar en el frigo entre 30 minutos y dos horas.
En la picadora, pon los dátiles deshuesados, la piel de la naranja en trozos y la canela.
Tritura hasta obtener una pasta fina.
 La textura tiene que quedar así:
Engrasa un trozo de papel de aluminio y vierte la pasta de dátiles.
Trabájala para formar un churro grande.
Divide este churro en tres partes.En tres veces, vuelve a formar un churro más fino esta vez con la ayuda de papel film. Se divide en tres partes para que luego sea más cómodo formar los makrouds (los rollos serán más cortos y más manejables). Reserva los tres churros en el frigo.
Saca la masa de sémola del frigo. Quita el aceite sobrante con papel absorbente.
 Vuelve a trabajar un poco la masa y divídela en tres partes iguales.
Forma unos churros iguales de largos que los churros de pasta de dátiles. Aplástalos con la mano y forma un canalillo en el medio con la ayuda del dedo.
Dispón el churro de pasta de dátiles en este hueco.
Cierra el rollo de sémola por el lateral con cuidado para que no se rompa ni se salga la pasta de dátiles.
Para sellar bien el rollo, gíralo un poco para que la línea de cierre se encuentre abajo. Si dispones de un molde de madera para makrouds, úsalo para aplanar y darle forma al rollo. Si no, aplánalo con la ayuda de la hoja de un cuchillo y dibuja unas líneas con el filo para formar unos rombitos.
Recorta el "rollo" en rombos de unos 2 cm de lado.
Resérvalos en un plato con papel de aluminio o film mientras repites la operación con los otros dos rollos.
En una cacerola, pon el agua, el zumo de limón, el azúcar y la miel a calentar a fuego muy bajo. Remueve de vez en cuando con la espátula para que no se queme. A los 10 minutos, está listo el almíbar. Pásalo a un cuenco o a un plato hondo.
Mientras tanto, calienta el aceite a fuego alto. Una vez caliente, bájalo a fuego medio y fríe los makrouds durante 4 minutos (2 minutos por cada lado). Si se tuestan antes de este tiempo, sácalos.
Entre cada tanda, deja la anterior en un plato con papel absorbente para eliminar el aceite sobrante.
Cuando estén todos fritos, pásalos por el almíbar. Déjalos encima de una reja o en un plato un tiempo para que caiga el almíbar que no hayan absorbido y que se enfríen. Si quieres decorarlos con almendras molidas o sésamo (algunos tunecinos lo hacen), es el momento de hacerlo. Yo los prefiero tal cual pero, para gustos, los colores.
Y ése es el resultado... ¡ñam!






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