Helado de fresa

Lunes por la mañana.

Es duro volver a empezar la semana, el mes, la rutina laboral, al menos para la gente quien, como yo, no estaremos de vacaciones en estos meses de calor.

Obviamente, suena mucho más terrible de lo que es.

¡No me puedo quejar en absoluto!

Pero bueno, en todo caso, ¿qué puede ser tan terrible que un helado no pueda endulzar?

Es verdad, recuerdo que de pequeña veía las pelis americanas y, como todos vosotros, veíamos como alguien que se encontraba fatal sacaba el cubo de un litro de helado y lo comía con una cuchara sopera, tirada en el sofá viendo una peli ("tiradA", sí, porque solían ser mujeres con mal de amores).

¿Y qué pasaba luego?

Pues de repente este personaje se sentía algo mejor...

Es un cliché, un tópico de las películas románticas, lo sé.

Pero ¿quién no ha comido la primera cucharada de su helado y soltado un suspiro de "Oh, felicidad..."

¿Ah que sí? ¿Verdad que os ha pasado?

El helado, dulce y cremoso, nos da una sensación de bienestar instantáneo, me imagino que será porque liberamos endorfina, no lo sé.

Y en esta primera semana de julio, con una ola de calor en previsión, os traigo un helado delicioso para terminar de aprovechar las últimas fresas de mi nevera.

Un helado sabroso, cremosísimo, tal y como me gustan.

A ver si vosotros os animáis...

:-P

Ingredientes (unos 2 L de helado):
1 kg de fresas
300 g de azúcar
300 ml de agua
200 ml de nata para montar muy fria
1 kg de leche evaporada

Receta:
El día anterior, pon la cubeta de la heladera en el congelador.

Primero, lava y pica las fresas.
En una cazuela, pon a calentar el agua, el azúcar y las fresas a fuego medio durante 1/2 h.
Quedará como una mermelada líquida.
Apaga el fuego y deja enfriar (si puedes, mejor incluso si lo pones luego en el frigo un par de hora para que se enfríe totalmente).

Tras este tiempo, monta la nata con la batidora de varillas y reserva en el frigo.
(Como siempre, para montar, la nata debe de estar muy fria).

En la batidora, tritura perfectamente las fresas con su almíbar para que no queden trozos.
Añade la leche evaporada.
(Mi batidora no da para tanta cantidad así que lo hice en dos tandas: mitad de fresas con un bote de 500 g de leche evaporada, en dos veces).
Pasa a una fuente grande y añade la nata montada.
Mezcla con la varilla de mano hasta incorporar.
Deja en el frigo 3-4 h para que esté bien frío.

Tras este tiempo, pon esta mezcla en la heladera para que vaya cogiendo cuerpo (en mi caso, en dos tandas, por la cantidad).
Pasa a una fiambrera y deja que termine de cuajar en el congelador.

Un helado realmente delicioso con un sabor intenso a fresa.