viernes, 27 de octubre de 2017

Cheesecake marmoleado de chocolate blanco y negro


Esto empieza a ser una oda a los bundt cakes pero no lo puedo remediar, me encantan las formas de estos moldes...
*_*

Soy consciente de que últimamente no publico otra cosa pero es que me he propuesto sacarle más partido a mis preciosos moldes, que cada vez son más y, con lo bonitos que son, no puedo dejarlos sin usar, es IM-PO-SI-BLE...
Además, quiero ir haciendo recetas que tengo guardadas o pensadas desde hace tiempo así que no veo mejor excusa, ¿no os parece?

La receta de hoy es un clásico, adaptado en presentación, ingredientes y forma, y que, para mi gusto, no pudo salir más bonito.
:-)
Porque ¿a quíen no le gustan los cheesecakes?
En serio, ¿a quién???

A menos que seas alérgico a la leche, no veo motivo racional o razonable para que no te gusten los cheesecake, no...
A no ser que seas alérgico, ¡jeje!

En esta ocasión, buscaba exactamente este efecto mármol auténtico, con las vetas hechas de tal forma que parecieran naturales.
Para ello, se usa un truco que os explico abajo, y que, al hacerlo, me hizo dudar de si había hecho bien o no.
Pero al final, quedó justo como quería.

¿No os parece que se asemeja al mármol de verdad?
En este molde Vaulted Cathedral, de Nordic Ware, a mí me recuerda una catedral con sus paredes de piedra...
*_*


Pero la forma no lo es todo, el sabor también es muy importante...

Para esta receta, es imprescindible usar chocolates de muy buena calidad y de muy buen sabor, porque contiene muy pocos ingredientes, de modo que sabe principalmente a chocolate (y añadiría a chocolate blanco).

De hecho, os recomiendo usar chocolate blanco con vainilla, que le dará un extra de sabor que irá perfecto con el chocolate negro.
Otra opción, si os gusta, es añadir alguna especia, en una cantidad moderada.

Lo bueno de este cheesecake es que no necesita horno y no contiene huevo, por lo que vuestros amigos intolerantes al huevo (que tengo varios) pueden comerlo sin problema.


La receta no tiene mayor complicación, simplemente hay que seguir los pasos para conseguirlo.
Es muy importante fundir bien el chocolate, realizar el efecto marmoleado como os explico y dejar templar el cheesecake como 1h antes de desmoldarlo.

¡Lo demás es pan comido!


Ingredientes (para un molde 9 cups):
150 g de azúcar blanco
600 g de nata para montar (32% m.g.)
530 g de queso de untar (no light, tipo Philadelphia)
300 g de yogur natural
100 g de leche condensada
250 g de chocolate blanco (de buena calidad)
250 g de chocolate negro (de buena calidad)
17 hojas de gelatina

Receta:
Trocea muy pequeño los chocolates (con la ayuda de un cuchillo o en la picadora), separa en dos fuentes grandes.
Funde por separado en el microondas, por tandas de 30 segundos o menos, removiendo entre cada tanda.

Hidrata las hojas de gelatina en agua fría.
En un cazo, calienta la nata con el azúcar. Cuando hierva, agrega las hojas de gelatina escurridas, mezclando para fundir totalmente.

Con la batidora de vaso o de pie, tritura el queso de untar con el yogur y la leche condensada unos 20 segundos, lo justo para mezclar.
Añade la nata con gelatina a la preparación anterior, bate otros 20 segundos, lo justo para mezclar (para no meter aire y crear burbujas en la mezcla).

Echa 750 g de esta mezcla en el chocolate negro fundido y el resto en el chocolate blanco.
Mezcla bien ambas mezclas con una espátula o lengua hasta integrar perfectamente.

En la fuente de masa "blanca", echa a cucharones la masa "negra" hasta casi terminar con ella (deja como 1/4 parte o menos). La idea es que no se mezclen las masas, solo hay que echar los cucharones suavemente sin remover.
En el molde (preferiblemente tipo corona o Bundt Cake) engrasado (con spray desmoldante o mantequilla fundida o aceite de girasol), vierte muy suavemente esta combinación de masas, despacio y con cuidado. Da la impresión de que se ha mezclado pero no es así.
Ahora echa a cucharones el resto de masa "negra", de nuevo suavemente, y pasa despacio un palito de brochetas, 4-5 pasadas para terminar de dar un efecto marmoleado dentro del cheesecake.

Deja enfriar primero a temperatura ambiente y luego en el frigorífico, como mínimo 6h.
Para desmoldar, deja templar 1h, despega los filos del molde con la mano (no olvides el tubo central), sacude el molde horizontalmente y dale la vuelta sobre el plato o la fuente de presentación.

¡Tachán!
Ya tienes tu cheesecake marmoleado, igual que una catedral...
:-)


¿No os parece maravilloso?
A mí me tiene enamorada...
*_*

Eso sí, es un pastel muy contundente, así que no dudéis en apartar porciones pequeñas porque ¡llena muchísimo!



Espero que os haya gustado y lo probéis, aunque sea variando algunas cosillas, ¡seguro que os encanta!

Os dejo disfrutar del puente con esta rica receta, a lo mejor hasta la probáis este finde...
;-)

¡Besos a tod@s!

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