Mousse de chocolate

En la cocina, hay muchos básicos que uno tiene que saber hacer sí o sí.

Muchas veces, nos liamos y aprendemos a hacer platos cada vez más elaborados y nos olvidamos de los clásicos, los básicos de la gastronomía que todo cocinero debería saber hacer.

Obviamente, reconozco que los clásicos son distintos en cada país o cada región o incluso zona, y algo que sea "de toda la vida" en España no tiene por qué serlo en Francia, en el Reino Unido o en otra parte del mundo.

En temas de repostería, existen muchos clásicos que ya son "internacionales", como el coulant de chocolate, el bizcocho marmolado, la tarta de manzana, el flan, la crema inglesa... ¡o la mousse de chocolate!

No hay cosa más rica y básica que una buena mousse de chocolate...

Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de ella.

De hecho, es un postre que suele ser un éxito asegurado cuando vienen invitados a casa y que permite, ya que se tiene que preparar con antelación, dejar todo el tiempo libre para poder disfrutar de la presencia de nuestros invitados sin tener que preparar nada en la cocina a la hora de servir.

He visto muchas recetas de mousse de chocolate, con todo tipo de ingredientes, pero una cosa está clara: NO lleva gelatina.

Si se hace bien, cuajará por sí sola y no necesitará ningún tipo de gelatina para estar firme.

A mí personalmente me gusta mucho esta versión que os propongo hoy.

Para mí, es la que mejor resultado da, con un sabor intenso a chocolate, sin resultar empalagoso, y con una textura ligera pero firme.

Si seguís las cantidades y los pasos que os indico, no puede fallar,

¡triunfaréis!

¿Empezamos?

Ingredientes (para 6 vasos grandes o 12 vasitos):
200 g de chocolate negro 70% para postres (Valor)
40 g de mantequilla salada (o sin sal con una pizca generosa de sal en escamas)
40 g de azúcar moreno
6 huevos (camperos)
1 pizca de sal fina

Receta:
Al baño maría, funde el chocolate rallado o cortado en trocitos junto con la mantequilla salada.

Mientras se funde, separa las claras de las yemas.
En las yemas, echa el azúcar y en las claras, la pizca de sal fina.

Cuando el chocolate y la mantequilla estén fundidos y brillantes...

...pásalos a una fuente fría (metida en otra fuente con agua bien fría o con hielo) para que baje la temperatura.

Mientras, bate enérgicamente las yemas con el azúcar hasta que la mezcla blanquee.

Con la ayuda de la batidora de varillas, monta las claras a punto de nieve (no pasa nada si no están muy muy firmes, de hecho, si no lo están del todo, se incorporarán mejor a la mezcla de huevo).

Vierte las yemas en el chocolate enfriado.

Mezcla con una espátula hasta integrar.

Verás cómo va espesando a medida que se enfría.

Añade un poco de claras montadas a mezcla para suavizarla, eso permitirá incorporar el resto sin que bajen las claras.
Ve incorporando el resto en varias tandas.
No olvides mezclar siempre en movimientos envolventes con la espátula para no romper las claras y así conseguir esta textura de mousse.

Tiene que quedar así:

Pasa esta mezcla en los vasitos en los que la vayas a servir (en vasos transparentes queda muy vistosa), aunque a mí me gusta usar vasitos de expreso, tienen el tamaño perfecto para mi gusto.

Como veis, queda muy firme y con una textura de mousse perfecta:

¿Una cucharadita?

Y si os ha gustado esta receta, el domingo vendrá otra a la que no podréis resistiros...

El que avisa no es traidor...

;-)

¡Feliz juernes!