martes, 22 de septiembre de 2015

Zamburiñas gratinadas



El verano termina y parece que ha pasado volando, o al menos es lo que me parece a mí.
Este año, julio se me hizo interminable con la ola de calor que no quería irse, pero por lo demás, no he visto pasar el verano, igual me despisté y pasó sin que me diera yo cuenta, no sé...
Al final, cuando por fin pude disfrutar de las vacaciones, al sol le dio por ponerse en huelga y no me hizo tan bueno, de modo que me he quedado con una sensación extraña de no haber disfrutado del verano como otros años...

De todos modos, desde el primer día del 2015, todo ha sido un no parar de cosas que hacer, que organizar, de imprevistos, de noticias tristes y felices, y todo ello me ha tenido un poco mareada, como si me hubiera montado en una montaña rusa y no pudiera salir.
No sé si eso es bueno o malo pero al menos me ha hecho reflexionar y plantearme nuevos retos, nuevas prioridades, y darme cuenta más aún de que hay que vivir cada momento como si fuera el último.

Ahora, ha llegado el otoño, ése al que tanto odio, con su frío, su lluvia, sus días cortos y sus amenazas de invierno tan crueles, y no puedo hacer nada para remediarlo...
En fin, ya volverá la primavera, ya...

Y como aún no estoy en modo otoño, hoy os propongo una receta "todo terreno".
Vale para casi todo el año.
Ya habrá tiempo para las castañas, la calabaza y las peras y manzanas, ¿verdad?


Llevo años queriendo preparar unas vieiras gratinadas y cuando vi estas zamburiñas en el mercado el otro día, ya sabía que había llegado el momento.

Es una receta fácil y bastante rápida, presenta muy bien y no requiere de muchos artilugios ni técnicas.
Un poco de sartén, un poco de horno, et voilà !


¿Os animáis?
Pues vamos con la receta...


Ingredientes (para 1-2personas):
6 zamburiñas en su media concha
1 chalota
1 zanahoria pequeña
3 champiñones grandes
50 cl de vino blanco seco
50 cl de leche
20 g de queso gruyère rallado
4-5 hojas de perejil
1 chorrito de zumo de limón
aceite de oliva
sal fina

Receta:
Primero, saca las zamburiñas de su concha.
Lava bien las conchas con un cepillo y sécalas con un papel de cocina.
Pela la chalota y córtala en laminitas.
Pela la zanahoria y córtala en bastoncitos.
Limpia bien el champiñón de tierra con papel de cocina humedecido y córtalo en cuartos y luego en laminitas finas.
Lava, seca y pica el perejil.
Pon el horno a precalentar a 200 ºC.

En una sartén, dora las zamburiñas a fuego vivo en un poco de aceite de oliva, resérvalas.
En la misma sartén, rehoga la chalota con la zanahoria y el champiñón. Sala al gusto.
Cuando estén pochaditos, sube el fuego y vierte el vino. Baja el fuego y deja que se vaya evaporando. Cuando quede muy poco vino, vierte la leche y deja que se vaya evaporando.
Cuando ya quede poco líquido, añade el perejil picado, un chorrito de zumo de limón y apaga de fuego. Mezcla bien.
Reparte estas verduras en el fondo de las conchas.
En el centro de cada una, pon una zamburiña.
Cubre con queso rallado y hornea unos 15 minutos o hasta que hayan gratinado.
Sirve enseguida, mientras estén calientes.





Como os imaginaréis, vale para vieiras también, con algo más de ingredientes, para llenar las conchas.

Espero que las probéis, estoy convencida de que os van a encantar.

¡Un beso a tod@s y buena semana!

4 comentarios :

  1. Hola "Chefita"!! No te desanimes, que el invierno pasa volando!! Aquí en el otro hemisferio estamos esperando sí con ansias a que nos mandéis el sol para acá, que aún está un poquitín esquivo, pero ya se asoma. Este es de mis platos más socorridos cuando quiero quedar bien, aunque yo soy más atrevida y pongo mantequillla, debería aprender de tí, creo que nadie lo notará!! besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ejeje! Bueno, con mantequilla también están de muerte... Si la cuestión es que dé algo de sabor y si es poca, tampoco pasa nada ;-)
      Yo quisiera compartir el sol contigo pero ya se nos va a ir, jiji! Ya nos lo devolveréis en unos meses... ;-)
      Besitos, Pamela!

      Eliminar
  2. Julio se hizo interminable, sí, pero es verdad que ahora parece que ha pasado todo el verano tan rápido... En realidad, todo el año está pasando rapídisimo! Ay, es cierto que a veces hay que pararse a pensar un poco, relajarse y tomarse la vida de otra forma. Sobre todo, aprendiendo a disfrutar de cada momento.
    Y si es con una receta tan rica como esta, mejor :P. Qué ricas!!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, me alegra saber que no soy la única que piensa lo mismo, ¡¡jeje!!
      Con esta receta o cualquier cosita rica, nos apañamos, ¿verdad? La cuestión es dejar que las cosas pasen sin agobiarse. ;-)
      Gracias, un besito, Liliana! :-*

      Eliminar

No te cortes, ¡comenta cuanto quieras! :-)

Es un placer tener tu opinión y compartir experiencias contigo.
Te contestaré en cuanto pueda.

¡Muchas gracias!