viernes, 4 de septiembre de 2015

Mejillones con patatas fritas o "Moules frites"


Este fin de semana es un fin de semana de fiesta en mi zona de Flandes.
Hoy y mañana se celebra la "Braderie" de Lille, una especie de rastro enooorme que se organiza cada primer fin de semana de septiembre y en el que se puede encontrar de todo.
Literalmente de TO-DO: desde muebles y sartenes hasta comida, juguetes viejos, libros, antigüedades, zapatos, ropa, telas, lo que sea. Eso sí, todo de segunda mano.

La idea es que la gente que quiera vender todo lo que le sobre en su trastero alquile un trozo de acera al ayuntamiento de Lille para liquidar estas cosas y volver a casa sin trastos inútiles y con más dinero en la cartera. Se pueden encontrar auténticas gangas y también truños innombrables que suelen irse de vuelta a casa con sus dueños.

Este mercadillo atrae a muchísimos turistas a la metrópolis de Lille, incluso de otros países de Europa, que vienen a vender sus productos o a curiosear y pasárselo bien regateando con los vendedores.
Para esta ocasión, muchas tiendas de la ciudad también hacen ofertas y descuentos, y lo normal es aprovechar el fin de semana para comprar cositas a precios rebajados.

Pero la Braderie no sólo es un rastrillo, también es un evento gastronómico cuyo mayor protagonista es el mejillón.
Ya os hablé de ello cuando publiqué esta tarta de mejillones, otra receta de Flandes súper fácil y típica de esta temporada.
Durante este fin de semana, toda la gente se va a poner hasta arriba de mejillones y cerveza, tanto en casa como en los diversos restaurantes de la zona, que hacen su agosto tardío en estas fechas, aprovechando la ocasión para vender el menú de mejillones a precio de oro.

Las brasseries hasta concursan las unas con las otras, apilando las conchas vacías de mejillones delante de sus fachadas en la calle para ver quién ha vendido más en comparación con las otras.


Como os podéis imaginar, aparte de la insalubridad de apilar millones de conchas de marisco al aire libre durante 24 h, del olor que éstas desprenden por poco que haga un poco de calor, y del número de intoxicaciones alimentarias que se producen durante este fin de semana, ya sea por los mejillones que se sirvieron en mal estado o sin estar bien limpios, o por los diversos comas etílicos debidos los hectolitros de cerveza ingeridos en 48 h, el evento es una curiosidad que bien merece la pena descubrir durante una escapadita a Flandes. Un rastro tan grande y variado no se encuentra en cualquier parte.



Y como yo no voy a estar allí este fin de semana, lo voy a celebrar a mi manera en casa, con el plato más típico de todos, las "moules frites".

Los mejillones con patatas fritas hoy en día se sirven de muchas maneras distintas, ya sea con tomate, con cerveza, con nata, al curry, pero la más tradicional es la que os propongo hoy: a la marinera.
Es una forma muy muy fácil, rápida y sencilla de prepararlos y que tiene un sabor único.
Para mí, la más rica con diferencia.
Permite saborear realmente el producto que, si es de calidad, no pierde ninguna pizca de su aroma y textura.
De modo que no recomiendo usar un producto congelado o envasado al vacío.
Hay que comprarlo en la pescadería/marisquería y dedicar el tiempo necesario a limpiar cada mejillón.
Sé que es laborioso pero el resultado final no tiene color, merece mucho la pena.

Lo normal en Flandes es usar el mejillón de Holanda, mucho más pequeño que el que se suele ver en España. Aquí, lo ideal sería usar mejillón "de roca" pero como no lo encontré, usé ése más grande, que estaba muy fresco y que también nos sirve para la receta.

Al igual que el mejillón, al ser un plato que lleva 4 cosas, todo tiene que estar fresquísimo y de primera: chalota de verdad (no cebolla), apio y perejil bien frescos, vino de calidad, ¡y mucho amor!

¿Nos ponemos manos a la obra?

Ingredientes (para 1-2 personas):
mejillones (yo cuento 1 litro por persona, o sea unos 700 g con concha, pero es un poco en función del apetito de cada uno)
1 chalota grandecita
1/2 rama de apio
1 rama de perejil
1 buen chorro de vino blanco seco (yo uso un Rueda)
1 chorrito de aceite de girasol
1 cc de mantequilla sin sal

Para acompañar:
1 patata grande
aceite de girasol para freir
sal fina
1/2 cc de mostaza de Dijon
2 cc de mayonesa (en mi caso, Ligeresa)
opcional: limón

Receta:
Primero, pela la patata, córtala en batoncitos y lávala en agua, cambia el agua y déjala en remojo en agua fría mientras preparas el resto de ingredientes.
Los mejillones estarán llenos de "pelillos" (barbas) y de trozos blancos de cal.
Tienes de rascarlos para dejarlos bien limpitos.
Para ello, usa un cuchillo pequeño, no muy afilado porque puede resbalar y te puedes hacer mucha pupita.
Tienes que tirar de las barbas para arrancarlas y rascar (mejor hacia fuera, no hacia tu mano como en la foto) hasta que la concha quede lisa.
Más o menos así:
Cuando termines, pásalos por agua y dales un repasito con el cuchillo para garantizar que no queden restos.
Pásalos varias veces por agua bien fría y déjalo en un plato (escurridos, no los dejes en remojo en agua).
Ahora, lava bien el apio y el perejil y déjalos secar encima de un papel de cocina.
Pela y corta la chalota a rodajas. Trocea la media rama de apio en 3-4 trozos.
A mí me gusta acompañar las patatas fritas con un poquito de mayonesa a la mostaza, así que mezclo 1/2 cc de mostaza de Dijon con 2 cc de Ligeresa y lo dejo preparado hasta la hora de servir.
Empezaremos con las patatas fritas: usaremos al misma técnica que en esta entrada, con doble cocción para que queden crujientes por fuera.
Calienta el aceite de girasol a fuego muy fuerte, escurre la patatas y échalas al aceite (con cuidado, que estarán húmedas y el aceite puede salpicarte).
Baja el fuego y déjalo a fuego medio, removiendo las patatas de vez en cuando.
Tras 5 minutos de cocción de las patatas, ponte con los mejillones.
En una olla alta, funde el aceite junto con la mantequilla.
Pocha la chalota a fuego medio/bajo (no tiene que dorarse, solo ponerse blandita).
 Agrega el apio troceado y las hojas de perejil. Dale unas vueltas.
Echa los mejillones y un buen chorro de vino blanco (como 100 ml).
Deja a fuego medio/alto hasta que se abran los mejillones.
Si tapas la olla y la sacudes cada 2 minutos, se repartirá mejor el calor y el sabor pero si no, dándole vueltas con un cucharón de vez en cuando, te vale.

En principio, a estas alturas, las patatas deberían estar casi cocidas.
Sácalas con espumadera y resérvalas mientras terminas con los mejillones.

Cuando se empiecen a abrir los mejillones, sube el fuego del aceite de freir.
Sumerge las patatas unos minutos hasta que se doren e inflen y sácalas con espumadera.
Pásalas a un plato cubierto con papel de cocina y sala.

OJO: ni se te ocurra salar los mejillones. Ya son salados y liberan agua salada en la olla. Si echaras sal, no podrías comerlos luego de lo salado que resultaría el plato.

Ahora ya tenemos los mejillones listos, junto con las patatas.

Por supuesto, yo las tomo con vino blanco fresquito y/o agua, pero para los que aprecian la cerveza, no le viene nada mal una cervecita bien fría.

El limón no le va mal tampoco pero para mi gusto, si el mejillón está bueno, no necesita nada más.


Una receta de 10 para empezar este mes con buen pie.
Hala, ¡a correr a comprar mejillones en la pescadería!


Yo os dejo con mi propia montaña de conchas, ¡que el plato quedó bien rebañado!
:-)


Ah, y no tiréis el jugo de cocción.
Filtradlo, sirve de caldo para tomar solo o para aromatizar un arroz, una crema de verduras...

Yo hasta lo bebo directamente del plato pero como soy una dama, lo negaré rotundamente si me lo preguntan.
:-)

¡Buen fin de semana a tod@s!



7 comentarios :

  1. Como buena gallega, no hay cosa que me guste más que unos mejillones!! Me ha conquistado este platito de tu tierra!!

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    1. ¡Me alegro mucho!
      Espero que algún día puedas probarlo allí mismo ;-)
      Un besito, Montse, y buen finde!!

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  2. Qué ricos Aurélie!! Me encantan los mejillones, solos, con salsa de mostaza, en tigres, en salpicón... Y nunca los había visto con patatas fritas! Me encanta la idea. Feliz Braderie! Un beso
    Monie

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    1. Uy, pues los tienes que probar ya!
      Un besote, Mónica! Buen finde! :-*

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    2. Uy, pues los tienes que probar ya!
      Un besote, Mónica! Buen finde! :-*

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  3. Esta combinación me parecía curiosa la primera vez que la probé, pero que rica está, es empezar y no parar!! Ayyy cómo recuerdos esos mejillones y papas belgas, que bien las preparan!!
    Una delicia de plato que prepararé pronto!!!
    Besotesss

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    1. Sí, Tesa, preparamos, ya verás con fáciles y te transportarán a Bélgica desde el primer bocado ;-)
      Un besote graaande!

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