Carpaccio de apionabo con rúcula y anchoas

La receta de hoy lleva mucho tiempo en mi bandeja de pendientes...

La quise publicar en su día y se me colaron otras recetas hasta hoy, que la he rescatado.

Si hay una cosa que no puedo hacer es tirar comida.

Un producto tiene que haberme decepcionado mucho muchísimo para que esto ocurra, así que siempre aprovecho hasta la más mínima sobra para completar un plato (si no lo congelo, claro).

De hecho, el otro día leí un artículo muy interesante sobre truquitos de congelación que os paso por aquí por si os interesa: Siempre será primavera - Freezer.

Este carpaccio es la última receta que preparé para terminar con el apionabo que había comprado hace unos meses.

Somos dos en casa y una cabeza de apionabo nos da para al menos 4 platos, es mucho...

En mi casa, comíamos sobre todo el apionabo el día que hacíamos raclette, y yo sigo haciendo lo mismo aquí en Madrid.

Creo que hoy en día, la raclette ya se conoce más en España pero para los que no la conocen, os cuento: es un plato/una preparación de origen suizo a base de queso y embutidos, muy calórico, que se comía originalmente en zonas de montaña.

El queso raclette se vende en el Mercadona, el Alcampo y en algunas queserías (cada vez más en Madrid) y es un queso especial para comer fundido en el aparato de raclette -sartencitas calentadas con una resistencia-, acompañado de embutidos, patatas hervidas con piel, encurtidos y crudités. Aquí podéis encontrar más información.

En España se usa la palabra crudités en un sentido mucho más reducido que en Francia.

En realidad, las crudités son cualquier verdura comida en crudo, de ahí su nombre, por lo que consideramos crudités las zanahorias aliñadas, la remolacha con vinagreta, la ensalada de tomate y perejil... o el apionabo con mayonesa, que era lo que acompañaba (y acompaña) la raclette en mi casa.

De modo que eso va mucho más allá del simple dip de verduras en crudo.

Y bueno, el apionabo con mayonesa combina también muy bien con un filete de atún a la plancha o una entrecôte, al fin y al cabo, puede ser una guarnición deliciosa.

Os dejo por aquí unos ejemplos de recetas que he publicado en el blog y que completo con la receta de hoy, por si os pica la curiosidad, lo compráis y no sabéis qué preparar con él:

Endibias rellenadas con apionabo y zanahoria

Rollitos de apionabo y jamón cocido

Apionabo gratinado

Y después de esta laaarga introducción, os explico la receta de hoy, que está sacada de... La Cuchara de Plata, ¡como no! :-)

Ingredientes (2 personas):

1/4 de apionabo grande

el zumo de medio limón colado

vinagre de vino blanco o sidra

1 lata de anchoas en aceite

alcaparras al gusto (he usado alcaparrones)

rúcula al gusto

30 g de Parmesano en lascas

sal y pimienta

aceite de oliva

Receta:

Pela el apionabo (cuidado, es muy duro y te puedes cortar) y córtalo en lonchas muy finas (yo lo hago con el robot de cocina).

Mezcla el zumo de limón con 3-4 cs de aceite de oliva y deja macerar el apionabo en esta salsa unos 30 minutos.

Pica las anchoas escurridas y mézclalas con las alcaparras, el vinagre y aceite de oliva y deja macerar también.

En los platos, pon un lecho de rúcula al gusto, cubre con el carpaccio de apionabo y reparte el aliño de alcaparras y anchoas encima.

Sala, reparte el Parmesano y espolvorea un poco de pimienta encima.

Una receta sencilla e intensa, muy apetecible para los días de calor intenso.

¿Os animáis a probar?