La ola de calor sigue muy presente en Madrid y yo no soy capaz de preparar nada que requiera más de 15 minutos en la cocina...
Llamadme floja, vaga o lo que queráis, pero así es, no puedo.
Tengo una cocina muy luminosa, con grandes ventanales, que son un gustazo peeeeero que dan muchísimo calor en verano. Cada vez que entro, me pongo a sudar, me altero y me pongo de una mala leche que ni me reconozco, ¡jeje!
Lo único que me salva son las recetas sencillas, frías y rápidas.
Así que, a pesar de tener tres recetones más en el tintero listos para publicar, hoy voy a publicar esta ensalada, ya que ha sido todo un descubrimiento y un enamoramiento a la vez.
¿Por qué?
Pues, porque, con el calor hace, no puedo pediros encender el horno o usar huevos en crudo para las tres recetas que os tengo preparadas, y también porque estoy convencida de que esta receta os va a gustar muchísimo.
Es del libro Jerusalem, de Ottolenghi y Tamimi, una joyita que os recomiendo con los ojos cerrados.
Ya he compartido por aquí unas cuantas recetas del libro y cada vez que pruebo una, en casa, triunfa.
Hoy, va de ensalada con toque oriental, muy nutritiva y sabrosa.
Al principio, cuando leas los ingredientes, te parecerá una rebujina de cosas un poco extraña pero verás como el resultado final es simplemente perfecto...
150 g de espinacas frescas
150 g de dátiles con hueso (o 100 g sin hueso)
1/2 cebolla roja (o 1 chalota grande)
1 cs de vinagre
1 cs de agua
2 pitas
50 g de almendras tostadas sin sal
1 mini pimiento de Cayena seco
1/2 cc de cúrcuma
1/2 cc de pimentón dulce
el zumo de 1/2 limón
mantequilla
aceite de oliva
sal
Receta:
Primero, quítales el hueso a los dátiles y córtalos en 4 a lo largo.
Pela la cebolla y córtala a tiras final a lo largo también.
En un cuenco, mezcla los dátiles junto con la cebolla, el vinagre, el agua y una pizca de sal. Deja macerar unos 20 minutos.
Mientras tanto, pica gruesamente las almendras y trocea las pitas.
En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva con 1 cc de mantequilla.
Añade las pitas troceadas, deja que se tuesten y añade las almendras tostadas y dales unas vueltas.
Las pitas deben estar crujientes.
Apaga el fuego y añade la Cayena molida con los dedos, pepitas incluidas, junto con la cúrcuma, el pimentón y una pizca de sal.
Habrán pasado los 20 minutos de macerado de los dátiles con cebolla.
En una fuente, extiende las espinacas, reparte las pitas/almendras y los dátiles/cebolla (escurridos, si fuese necesario).
Riega con el zumo de limón, un poco de aceite de oliva y sala un poco.
Como os decía, la mezcla puede parecer un poco rara en un principio pero os aseguro que al final, rebañaréis el plato, ¡esta ensalada está buenísima!
Así que os animo a probarla, y a contarme.
¡Buena semana a tod@s!
Y para los afortunados que están de vacaciones ya, ¡a disfrutar!
Tienes muchísima razón Aurelie, con estos calores solo apetecen ensaladas, en mi cocina no da el sol, pero calor hace muchísimo!!
ResponderEliminarbesos,
Tienes mucha razón, con este tiempo solo apetecen ensaladas, cosas fresquitas y ligeras. Tomo nota
ResponderEliminarBesos