Bizcocho de malta y chocolate con crema de cacahuete

No puedo explicar qué sensación tuve cuando di el primer mordisco a este bizcocho...

Más allá del sabor intenso a chocolate (a pesar de no llevarlo, porque lleva cacao puro), este bizcocho es pura esponjosidad y ternura.

Es un bizcocho con carácter pero a la vez suave, como un pedacito de cielo...

Os lo juro, es la mejor receta de bizcocho que haya hecho jamás, así que, obviamente, no me la podía quedar para mí, ¡imposible!!

De hecho, aparte de compartirla con vosotros, he decidido presentar esta receta al concurso "Muéstranos tu mejor receta" organizado por El Mueble hasta el día 24/03.

No sé si habrá suerte o no pero al menos, lo voy a intentar. :-)

Puede que os preguntéis qué es eso de la malta.

Si os digo la verdad, di con ella de pura casualidad.

Entrando en el súper, vi una lata de "PONY Malta" y pensé que era cerveza.

Como en casa nos gusta mucho probar cosas nuevas, pensé en mi chico, que es amante de la cerveza (yo ni la pruebo, no me gusta nada, salvo en salsas y dulces) y compré una para probar.

 Al abrir la lata, vimos que era una especie de bebida dulce y oscura, a mitad de camino entre la cola y la cerveza, pero esto, no había quien se lo bebiera (lo siento, amantes de la malta :-) ).

Total, que mi chico la iba a tirar y le dije que no, que la dejara, que iba a intentar hacer un bizcocho con ella.

Guiándome con otras recetas de bizcocho de cola o cerveza, puse un poco de aquello, un poco de lo otro,  apuntando cantidades, y lo que salió del horno fue ¡esta maravilla!

Y claro, a la primera, ni le saqué fotos porque no estaba muy convencida de que saliera bien.

Pero al probar el bizcocho, fue una revelación.

Y no tuve más remedio que repetir...

Todo sea por amor al arte y por eso de contrastar resultados, eh, no os creáis...

:-)

Y como me encanta la mezcla de cacahuete y chocolate, también os traigo una deliciosa crema de cacahuete, que os sirve para untar en pan, galletas (sí, lo hago, ¿y qué? :-P) o también para decorar cupcakes y tartas con manga pastelera, ¡es ideal!!

Así que hoy, receta doble, que dedico a mi padre, porque sí, porque, aunque hoy no sea el día del padre en Francia, a él le gustaría mucho este bizcocho.

Y para los papis cerveceros, os dejo esta receta de cupcakes de cerveza con cobertura de dulce de leche y mostacho de chocolate que hice hace tiempo, ¡requetericos!!

Venga, vamos con la receta...

Ingredientes (para dos bizcochos de 23 cm o uno grande redondo):

Para el bizcocho:

330 ml de malta (Pony, las venden en algunos supermercados y en los típicos "pakistaníes")

300 g de mantequilla sin sal

90 g de cacao puro

400 g de azúcar moreno

200 ml de leche

2 huevos L

325 g de harina

15 g de bicarbonato sódico

Para la crema de cacahuete:

250 g de queso untar (en mi caso, light)

230 g de crema (manteca) de cacahuete (maní)

350 g de azúcar glace

Receta:

Primero, si tus moldes no son de silicona, úntalos con aceite.

Tamiza la harina y el bicarbonato en una fuente grande.

Pon el horno a precalentar a 180 ºC.

En una olla, funde la mantequilla junto con la malta a fuego suave.

Cuando esté fundida, agrega el azúcar, mezcla, y luego el cacao y mezcla de nuevo hasta incorporar perfectamente (uso una varilla de mano, removiendo suavemente).

En una fuente, bate los huevos, añade la leche y mezcla.

Vuélcalos en la olla que contiene el resto de ingredientes.

Ahora, vierte lo de la olla en la harina con bicarbonato poco a poco, mezclando bien con una varilla de mano para que no se formen grumos.

Reparte en tus moldes y hornea unos 35 min (prueba clavarles un palillo para comprobar la cocción, si sale limpio, están hechos).

Ojo, los bizcochos se rompen muy fácil, son muy tiernos.

Recomiendo desmoldarlos una vez bien fríos, incluso se pueden meter en el frigo toda la noche.

Conservan perfectamente varios días dentro o fuera del frigo (en este caso, me gusta más frío del frigo) bien envueltos en film o en una caja de cierre hermético y, como casi todos los bizcochos, están cada vez más ricos conforme van pasando los días (para mí, su tiempo "óptimo" es al tercer día).

Ahora, para la crema de cacahuete:

Primero, en una fuente, bate el queso con la manteca de cacahuete.

Añade el azúcar glace en 4 veces, batiendo entre cada incorporación, hasta que se forme una crema homogénea.

Refrigera varias horas antes de usar.

Como podéis comprobar, no os miento, tanto la crema como el bizcocho con tremendos...

¡Una imagen vale más que mil palabras!

¡Feliz día a todos los padres!