Crema de berro

Ummm, ¡la crema de berros!

Es mi crema favorita antes cualquier otra crema que exista, ¡y eso que me encantan las cremas!

Esta crema me trae muchísimos recuerdos...

Mi padre, que era el encargado de cocinar en mi casa, sabía que me encantaba esta crema.

Y cada vez que encontraba berro, la preparaba porque volaba...

En mi casa nunca ha faltado la sopa.

Eramos 4 hijos y siempre sobraban verduras de los platos que preparaba mi padre y con eso él preparaba cremas para aprovecharlas. A veces hasta le echaba carne, ¡jeje!

Y con eso se aseguraba de que, para merendar al volver del cole/instituto, en vez de comer bollería, tomábamos una taza de crema calentada en el microondas. Mucho más sano y calentito para quitarnos el frío de la calle (claro, en el Norte de Francia, hace frío muuuchos meses al año...). :-)

Total, que esta crema era una crema que no era de sobras y gustaba mucho, y aún hoy la recuerdo como una crema "especial".

Qué gracioso cuando piensas que, al fin y al cabo, el berro no es más que una mala hierba...

Esta vez, la he preparado para tomarla en frío en verano y está igual de rica.

Espero que os guste tanto como a mí...

Ingredientes (4 cuencos generosos):
1 cebolla
2 patatas medianas
100 g de berro
leche
agua
aceite de oliva
sal

Receta:
Pela la cebolla y córtala.
Sofríela en un poco de aceite de oliva y sal gorda (tapada).

Mientras, pela y corta la patata a daditos.
Cuando esté la cebolla blandita y se empiece a dorar, agrega las patatas. 

Añade dos vasos de agua y deja cocer la patata. 

Cuando esté cocida, agrega el berro.

Tras unos 5 minutos, el berro está hecho. 

Pasa a la batidora, agrega un vaso de leche y agua. Tritura. 

Si sale demasiado espesa, agrega más agua y sal hasta tener la consistencia deseada.
Para servir, a mí me gusta con taquitos de jamón pero ¡sola está buenísima!