Cupcakes de almendra

Síííííí, ¡he vuelto!

No, no me habían abducido los marcianos, nooo...

Siento la ausencia prolongada pero las 24 h del día no han sido bastante para todo lo que he tenido que hacer en la últimas semanas.

Pero, por fin, aquí estoy de vuelta, con ideas nuevas y muchísimas ganas de recetas fresquitas para los días buenos que por fin han llegado.

Sin embargo, para celebrar la primavera y tratar de hacerme perdonar, os traigo una recetita bien rica y bonita que no es especialmente fresquita.

Estos cupcakes son una idea que tuve hace meses y no había podido llegar a preparar.

La idea me vino gracias al precioso parque madrileño de la Dehesa de la Villa que tengo al lado de casa. Tiene unos almendros muy bonitos que, cuando florecen, destacan entre todos los pinos del parque.

Y Dácil, de Dadá Flavours, me dió la solución con sus maravillosas flores de almendros (su receta aquí). 

Me encantaron sus flores y pensé que se podían usar para decorar bizcochos en general.

¿No son una monada?

Son fáciles de hacer pero requieren delicadeza para que no se rompan.

Sin más, vamos con la receta.

Ingredientes (para 8 cupcakes normales o 12 pequeños):

Para los bizcochos:

50 ml de aceite de girasol

60 ml de leche (puede ser de soja)

1 huevo L

1 cs de Amaretto

75 g de azúcar (puede ser moreno)

75 g de harina

75 g de almendras en polvo

1/2 cc de bicarbonato

Para las flores de almendro:

4 cs de azúcar

unas gotas de zumo de limón

40 granitos de maíz para palomitas

sirope granadina

Para el buttercream:
50 g de claras de huevo
100 g de azúcar blanco
250 g de mantequilla
1 pizca de sal
1 chorrito de Amaretto 

Receta:

Primero, prepara las cápsulas en los moldes y precalienta el horno a 165 ºC. 

Mezcla la leche, el aceite y el azúcar y bate bien hasta que espese (unos 2-3 minutos).

Añade el primer huevo y bate de nuevo. 

Agrega la cucharada de amaretto. 

Echa el bicarbonato a la harina y mezcla. 

Vuelca las almendras molidas a la preparación y mezcla de nuevo. 

Haz lo mismo con la harina. 

Reparte la mezcla en las cápsulas (no pueden ocupar más de 2/3 de las cápsulas). 

Hornea unos 30-35 minutos. Cuando los saques del horno, sácalos del molde tras unos 10 minutos. 

Ahora, ponte con las flores de almendro. 
Pon el azúcar en una cacerola con unas gotas de limón y pon a fuego suave hasta que se vaya formando el caramelo.

Con la ayuda de una cuchara o una espátula alargada, forma las rama de almendro sobre papel de horno para que no se peguen. (A lo mejor tendrán que volver a calentar el caramelo durante el proceso si se enfría y se endurece el caramelo). 

Prepara las palomitas: Pon el maíz a calentar en una sarten con tapa. 

En cuanto estén, pásalas a un plato para que no se quemen en la sarten. 

Ahora, sólo queda el buttercrem.
En este caso, he usado la receta del Swiss Meringue Buttercream de Pigscuit. 
Primero, bate las claras con una pizca de sal durante 10 segundos.
Pon la fuente con las claras y el azúcar en una olla con agua al fuego medio-bajo (se tiene que calentar, no cocer). 

Cuando esté disuelto el azúcar (al tacto no se tienen que notar los granos de azúcar), pasa la fuente a otro recipiente frío o en una fuente con agua fría. Monta las claras con la batidora. 

A medio montar, añade un chorrito de amaretto (o esencia de almendra). 

Una vez montadas las claras, agrega los dados de mantequilla y sigue mezclando hasta obtener una crema homogénea y suave. 

Antes de decorar los bizcochos, deja el buttercream en el frigo unos 10 minutos para que se enfríe un poco. 

Para decorar, usa el biberón o la manga pastelera. 

Una vez cubiertos, sólo falta la decoración.
Moja las puntas de las palomitas en sirope granadina y clávalas con cuidado en las ramas de caramelo.
Clava las ramas en los cupcakes y decora con más palomitas "flores" en el buttercream. 

¡Tachán!