El frío ha vuelto amigos, sí, sí.
Y encima con lluvia y cielos nubosos...
De verdad, menos mal que sé que no va a durar porque si no, menuda depresión, con lo feliz que estaba yo con la llegada de la primavera...
En fin, ¡al mal tiempo, buena cara!
Y quien dice buena cara, dice buena receta calentita y sabrosa para olvidarnos del frío.
Así que os traigo una receta muy rica y reconfortante, con un ingrediente de temporada: la col, y con forma muy especial: ¡de bundt cake!
Os pareceré pesada con los bundt cakes, bundt cake por aquí, bundt cake por allá, últimamente parece que sólo publico recetas en forma de corona...
Pero seamos sinceros, cualquier cosa presentada en un molde de esos ya se ve de otra manera, ¿verdad?
:-)
El caso es que de todos los bundt cakes que tenía publicados, ninguno era salado, ¡ninguno!
Vale, el último ha sido un poco diferente, ya que no fue un bizcocho sino una jalea, pero no dejaba de ser dulce.
Y teniendo en cuenta que los días buenos se están acercando peligrosamente, no está demás reducir un poco el consumo de dulces y pensar en otras opciones menos "calóricas".
Así que he decidido ponerle remedio y hoy vengo con un bundt cake salado, ¡el primero!
Y debo admitir que ¡nos ha encantado!
No es precisamente un bizcocho sino más bien un pastel pero lo mismo da, mientras esté así de rico.
:-P
Se trata de un pastel de carne, inspirado en los "sarmale", estos famosos rollitos rumanos de repollo rellenos con carne.
La idea me vino de una foto que vi publicada en Facebook, pero no ha habido manera de volver a encontrarla para enlazarla así que no os la puedo enseñar...
En toda la península balcánica existen variantes de este tipo de rollitos, de modo que mi versión no se ajusta a ninguna en concreto, como siempre, es una adaptación "a mi manera".
He intentado mezclar varias recetas y el resultado ha salido mejor que bien.
:-)
Por supuesto, como veis, se puede servir tal cual lo desmoldáis, con unas patatas al vapor o solamente con pan.
Pero os recomiendo acompañarlo con una rica salsa de tomate, le va de maravilla al pastel.
Y siendo un acompañamiento muy típico de los sarmale, no es ningún sacrilegio, es una opción totalmente válida.
En mi caso, se trata de un tomate frito eco comprado en el LIDL, al que estoy enganchada de lo rico que está, os lo recomiendo.
Eso sí, es un pastel muy grande, salen como 14-16 raciones.
No os preocupéis, si no vais a comer todo en el momento, se puede congelar perfectamente en porciones.
Así que espero que os animéis, aprovechando que las coles están de temporada.
No os va a defraudar...
Ingredientes (para un molde de corona 9 cups o dos tipo plum cake de 25 cm):
1 repollo de unos 700 g-1 kg
1 kg de carne de cerdo picada
200 g de bacon ahumado
100 g de arroz largo
3 cebollas
2 dientes de ajo
2 huevos camperos
3 c.café generosas de pimentón dulce
1 c.café generosa de pimentón picante
2 c.café generosas de sal fina
10 vueltas de molino de pimienta
2 hojas de laurel
4 ramas de tomillo fresco (o 1/2 c.café seco)
Para acompañar:
salsa de tomate frito
unas ramas de tomillo (opcional)
Receta:
Pon una olla con agua a hervir.
Lava la col, quítale el troncho y ponla en el agua hirviendo.
Al cabo de 20 minutos, empieza a quitarle las hojas de una en una y pásalas a un plato a que escurran.
Deja cocer la col en el agua y ve quitando las hojas conforme se van soltando un poco.
Para esta col de unos 700 g, yo necesité como 1 h de cocción en el agua hirviendo para separar todas las hojas.
Ya con las hojas templadas en el plato, con un cuchillo, corta la parte más dura del centro de cada hoja.
Mientras las hojas de col se van cociendo, precuece el arroz en agua hirviendo unos 10 minutos.
Al escurrirlo, pásalo por agua fría para cortar la cocción.
Corta el bacon ahumado a daditos pequeños.
Pela la cebolla y el ajo y pícalos.
En una cazuelita, rehoga la cebolla y el ajo con una pizca de sal junto con el laurel y el tomillo en un fondo de aceite de oliva. Añade el bacon picado. Cuando la cebolla esté pochadita, añade las especias y deja al fuego un par de minutos más.
En una fuente grande, mezcla la carne con el huevo y la mezcla de cebolla y bacon.
No olvides quitar las hojas de laurel y las ramas de tomillo, pero raspa estas últimas para que las hojitas sí se queden en la carne.
Usa un tenedor o la mano para mezclar perfectamente.
Ahora, engrasa el molde con aceite de oliva con la ayuda de un pincel.
Pon el horno a precalentar a 200 ºC, con una fuente con agua dentro (será la del baño María, tiene que caber tu molde dentro de esta fuente).
Ve forrando las paredes del molde por dentro con las hojas más grandes de repollo. Puede que tengas que cortar alguna por la mitad. Intenta deja la parte más "bonita" al fondo para que se quede mejor al desmoldar.
Deja unas 8-10 hojas para terminar de forrar (las más grandes) y pica el resto de hojas (el corazón y hojas pequeñas).
Añade la col picada a la carne.
Rellena el molde con la carne, presionando para que vaya ajustándose a la forma del molde.
Puede que tengas que ajustar las hojas mientras rellenas.
Llegando a la parte superior, añade mitades de hojas de col en los filos para "sellar" el pastel.
Una vez hayas llenado el molde con toda la carne, cubre completamente con el resto de hojas de repollo que tenías reservadas.
Tapa con papel aluminio, dejando el agujero central de la chimenea abierto.
Lleva el pastel al horno, dentro de la fuente al baño María, y cuece durante 2h à 200 ºC.
Apaga el horno y deja otra 1/2 h en el horno.
Al cabo de este tiempo, saca del horno, quita el papel de aluminio y desmolda en un plato. Ten cuidado, soltará jugo al darle la vuelta, de modo que es mejor desmoldar encima del fregadero y dejar que escurra su jugo.
Puede que, en la superficie de las hojas de col, haya unas cositas marrones, que provienen del jugo que suelta la carne al cocer. Sólo tienes que rasparlas delicadamente con una cucharrilla, con el pastel recién desmoldado.
Para servir, recomiendo acompañarlo con una salsa de tomate frito.
Puedes echarla en el hueco central del pastel, en cuyo caso necesitarás servirlo en una fuente honda (si no, al partir el primer trozo, se te derramará toda la salsa de tomate en la mesa), o en una jarrita aparte para que cada uno se eche la cantidad que quiera.
Este bundt cake está muy rico recién sacado del horno pero se puede hacer el día anterior y calentar en el microondas a la hora de servir (como 10 minutos a 800W, sin la salsa de tomate).
Quizá no sea el bundt cake más bonito que hayáis visto pero sin duda está muy rico, así que espero que le deis una oportunidad.
Nosotros, ¡repetiremos sin duda alguna!
Os dejo disfrutar del domingo y del puente, que el mío empieza ahora y pienso disfrutarlo.
¡Besos a tod@s!
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