viernes, 2 de octubre de 2015

Mermelada de ciruelas al brandy


No sé si es por el cambio de estación o por el caos que tengo en casa y en la cabeza pero esta semana ha sido de lo más movidita...
Por lo que estoy viendo en las redes sociales, creo que no soy la única que tiene esta sensación, me parece que somos unos cuantos los que estamos experimentando la Ley de Murphy y el desajuste emocional del cambio estacional en primera persona, ¿no es así?

A veces, cuando tenemos los ánimos a flor de piel, enseguida sacamos las garras y explotamos, y a menudo nos arrepentimos, más aún cuando nos desahogamos con el primero que pillamos, que no suele ser el que originó nuestra ira...
Yo soy una persona que mide mucho sus palabras y me esfuerzo cada día para no reaccionar en caliente, que muchas veces, dejando pasar un rato, conseguimos relativizar y ponernos en el lugar del otro, cosa que nos permite ver las cosas desde otra perspectiva.
No sabemos nunca qué está atravesando la persona tenemos enfrente, y aún sabiéndolo, cada uno tiene su sensibilidad y reacciona a su manera. En todo caso, estar pasándolo mal no es ningún motivo o excusa para faltarle al respeto a nadie pero bueno, hay que aprender a no tomarse las cosas tan a pecho y saber perdonar...

Ojo, que no estoy aquí para dar lecciones de vida o de comportamiento a nadie, simplemente quería compartir mi punto de vista sobre el tema, ya que, al fin y al cabo, este espacio es mío y yo digo aquí lo que me dé la gana. Y el que no esté conforme o no le interese, es libre de cerrar la ventana y dejar de leer, ¿ah que sí?

Total, que con la llegada del otoño, yo estoy experimentando mi ya tradicional bajoncillo, que este año va acompañado de cansancio y de una agenda bien repletita...
Así que vamos a ver qué hacemos para animarnos un poquillo y mandar a tomar viento a los que nos amarguen la vida.
¿Qué os parece una rica mermelada con un pan casero y un café buenísimo?

A mí, desde luego, ¡me parece un plan perfecto!

El café, es café Tunki que trajimos de nuestra luna de miel en Perú.
El pan, es un pan de molde Hokkaido hecho según la receta del curso de introducción al pan casero de Eva - Bake Street (una maravilla, si sois amantes del pan, no os lo perdáis bajo ningún concepto).
Y la mermelada es un capricho dulce de temporada, que ha resultado riquísima, de modo que la comparto hoy con vosotros.


Esta mermelada estuvo un poco gafada, casi no ve la luz por aquí...
Después de haber estado a punto de quemarse, la cambié de olla y casi me pasa lo mismo, ¡jeje! 
Que conste que no fue por la receta sino por mis despistes haciendo tropecientas cosas a la vez, para variar... :-)

Menos mal, al final, se salvó.
Hubiera sido una pena no disfrutar de ella, ¡con lo rica que está!

A mí me gusta con tropezones pero se puede moler sin problema, eso es al gusto.
En la receta os cuento todos los pasos, que como veréis, son sencillísimos, como siempre con las mermeladas...
¡Vamos allá!


Ingredientes (para unos 4 tarros de 125 g):
1 kg de ciruelas negras (unos 950 g sin hueso)
400 g de azúcar
20 g de brandy (4 cs)

Receta:
Primero, lava y seca bien las ciruelas con papel de cocina.
Ábrelas, quítales el hueso y trocéalas (yo les dejo la piel).
Mézclalas con el azúcar y el brandy en una fuente y déjalas macerar tapadas en el frigo unas 6 h.
Verás que sueltan mucho jugo.

Tras este tiempo, ponlas en una olla y lleva a ebullición a fuego fuerte.
Cuando hierva, baja el fuego y deja que cueza y reduzca a fuego suave (no olvides remover, que tienen mucho jugo y parece que no se pueden pegar pero si las pieles agarran en el fondo, se queman).
Si la vas a moler, puedes hacerlo tras 20-30 minutos de cocción y volver a poner al fuego.
Si no, sigue cociendo hasta que haya espesado y tenga una consistencia un poco más líquida de lo que te guste (espesará al enfriarse).
Tardará como 50-60 minutos.
Entonces rellena los botes, dales la vuelta para hacer el vacío de aire y deja enfriar completamente.

Puedes guardarlos así o, si vas a conservar la mermelada mucho tiempo, puedes ponerlos al baño María unos 5-10 minutos.
Una vez abierta, consérvala en el frigo.


Pan casero, mermelada casera y cafelito,
¿se puede pedir más?

Bueno, sí, se puede, pero con esto me conformo.
:-)

También se puede tomar con quesos (especialmente de cabra tipo rulo), con pechuga de pollo o pavo o incluso con alguna carne roja como cordero o ternera. 


Bueno, pues ¡ya tenéis tarea para el fin de semana!
;-)

Animaos, que las mermeladas son muy fáciles de preparar y muy agradecidas.

¡Disfrutad del finde al máximo!
¡Besos a tod@s!

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